lunes, 6 de febrero de 2012

La patria... ¿es nuestra o del gobierno yanqui?



"Mientras asimila lo que ha leído hasta ahora y estando en año de elecciones piense un poco sobre que carajo es eso que llaman DEMOCRACIA y en cuyo nombre los 'americanos' han bombardeado e invadido a medio mundo y que, para colmo, no les impide mantener una colonia en el Mar Caribe. Una colonia donde, en noviembre, los puertorriqueños ejercerán el derecho democrático de votar para seguir siendo residentes 'americanos' en una isla que es nuestra. La mía y la de Molinelli. 
¡Tremenda democracia! La de los bobos."
Fufi Santori
Isla Nuestra / El Nuevo Día / 5 de febrero de 2012   

¡Ay Fufi!... otra vez, ¿qué te pasa? Todavía sigues con el complejo del colonizado o es que te conviene el discursito para que los que leen tus columnas llenas de embustes piensen que te las sabes todas.

Un neocomunista hablando de democracia ¿qué democracia? La "democracia popular" que ustedes nos quieren atragantar. La de una libertad inexistente como la hay en Cuba, Venezuela o ¿cualquier otra república que no sea el imperio yanqui? ¡Por favor!

Esta isla es de todos los puertorriqueños y de los que se sientan tan puertorriqueños y viven aquí haciendo patria trabajando y aportando con su conocimiento para el bienestar de los demás. Me atrevo decir mucho más que la basofia que habla Fufi Santori, un nacionalista de mapitas y banderas pero quien mejor que un estadista como Hernán Padilla para explicarle a Fufi como es que son las cosas.

Y como buenos estadistas que somos aquí la clasesita que se le perdió a Fufi, Juzgue usted...

6 de febrero de 2012
El Nuevo Día
Plebiscito e igualdad ciudadana
HERNÁN PADILLA
Resulta moralmente ofensivo a la sensibilidad de todos los puertorriqueños que el Congreso incumpla su responsabilidad y que continúe posponiendo o impidiendo que los puertorriqueños finalmente escojan un status digno y permanente. 



El Congreso tiene la obligación inexorable y única de viabilizar un plebiscito final entre las dos alternativas soberanas y permanentes: la estadidad o la independencia (con o sin libre asociación).



La nación americana y el electorado de Puerto Rico no pueden ignorar que las únicas alternativas de soberanía reconocidas por las Naciones Unidas y la comunidad internacional para que un territorio alcance la plenitud del gobierno propio son: (1) cuando pasa a ser una nación independiente y soberana (independencia); (2) cuando como nación independiente y soberana establece una libre asociación con otra nación independiente y soberana (independencia con libre asociación); (3) o cuando se integra en igualdad plena a otra nación independiente y soberana (estadidad).



El día de las elecciones generales, el pueblo tendrá la oportunidad de expresar si respalda o rechaza la condición territorial (colonial) para luego escoger una de las alternativas reconocidas internacionalmente: (1) estadidad, (2) independencia y (3) el Estado Libre Asociado soberano fuera de la cláusula territorial (otra forma de independencia con libre asociación).



La estadidad es el único status que nos preserva y garantiza la ciudadanía de Estados Unidos. La ciudadanía establece que somos nacionales americanos. Nuestra nación jurídica, política y sentimental es Estados Unidos de América.



Un suceso extraordinario que cambió nuestro rumbo político e ideológico fue el Acta Jones, la Carta Orgánica de 1917 de Puerto Rico que estableció que los derechos, privilegios e inmunidades de los ciudadanos de Estados Unidos se respetarán en Puerto Rico hasta el mismo grado que si Puerto Rico fuera un estado de la Unión y sujeto a las disposiciones del artículo IV de la Constitución de Estados Unidos.

Con la misma fuerza histórica, el Acta de Naturalización del 1941 garantiza que todas las personas que nacen en Estados Unidos, incluyendo a Puerto Rico, se declaran ciudadanos de Estados Unidos.



Sin embargo, bajo los poderes unilaterales que la Cláusula Territorial le otorga al Congreso sobre Puerto Rico, éste cuenta con la potestad de revocar la ciudadanía estadounidense a los que nacieran en Puerto Rico a partir de una fecha futura. La Constitución y las leyes federales aplican a los territorios solo cuando así lo determine el Congreso.



La ciudadanía concedida mediante ley a los puertorriqueños es parcial e incompleta ya que es de carácter estatutario y toda ley puede ser enmendada o derogada unilateralmente por el Congreso. En cambio, la ciudadanía adquirida por virtud de nacer en un estado de la Unión es permanente e inalterable, ya que es de carácter constitucional.

Los ciudadanos de un territorio no tienen derecho a considerarse iguales en su condición o derecho a los mismos beneficios bajo las leyes federales, como por ejemplo: votar en las elecciones federales-nacionales y tener su ciudadanía americana garantizada para futuras generaciones nacidas en el territorio, o preservarla si el territorio asume una soberanía separada.

Somos ciudadanos de segunda categoría de un territorio colonial jurídica y constitucionalmente imperfecto y limitado en autoridad. 



Como consecuencia de esa condición política, no tenemos el derecho a votar por el presidente, no podemos elegir dos senadores y cinco representantes al Congreso que nos correspondería si fuéramos estado y carecemos de paridad en la asignación de los fondos federales.

 Queremos y aspiramos a una ciudadanía con todos los derechos y responsabilidades de los demás ciudadanos de la nación, por lo que en el plebiscito rechazaremos que pongan en riesgo la ciudadanía americana y la unión permanente con Estados Unidos. Sólo la estadidad nos garantiza la igualdad ciudadana.



Puerto Rico es de los puertorriqueños, por más presencia americana que haya aquí y que son agencias necesarias para vivir en un país de ley y orden, seguiremos siendo los dueños de nuestra patria.

El mismo sentido de pertenencia que tienen todas las naciones del mundo, con excepción de los países totalitarios que los dictadores manejan como sus finquitas privadas; así pasa en Cuba, en Venezuela, en Corea del Norte y muchos otros ¿por qué? porque el dictador es dueño de todo lo que hay y de las vidas de sus ciudadanos.

Las expropiaciones, la falta de derechos humanos y civiles, esclavitud y trabajar para el dictador son ejemplos de lo que es vivir en un país que no es de sus ciudadanos... 
¿pasa eso en Puerto Rico? NO
 Fufi otra vez... ¡TE PONCHASTES!
Such is Life