"Mientras asimila lo que ha leído hasta ahora y estando en
año de elecciones piense un poco sobre que carajo es eso que llaman DEMOCRACIA
y en cuyo nombre los 'americanos' han bombardeado e invadido a medio mundo y
que, para colmo, no les impide mantener una colonia en el Mar Caribe. Una
colonia donde, en noviembre, los puertorriqueños
ejercerán el derecho democrático de votar para seguir siendo residentes
'americanos' en una isla que es nuestra. La mía y la de Molinelli.
¡Tremenda democracia! La de los bobos."
Fufi Santori
Isla Nuestra / El Nuevo Día / 5 de febrero de 2012
¡Ay Fufi!... otra vez, ¿qué te pasa? Todavía sigues con el
complejo del colonizado o es que te conviene el discursito para que los que
leen tus columnas llenas de embustes piensen que te las sabes todas.
Un neocomunista hablando de democracia ¿qué democracia? La "democracia popular" que ustedes nos quieren atragantar. La de una libertad inexistente como la hay
en Cuba, Venezuela o ¿cualquier otra república que no sea el imperio yanqui?
¡Por favor!
Esta isla es de todos los puertorriqueños y de los que se
sientan tan puertorriqueños y viven aquí haciendo patria trabajando y aportando
con su conocimiento para el bienestar de los demás. Me atrevo decir mucho más
que la basofia que habla Fufi Santori, un nacionalista de mapitas y banderas pero quien mejor que un estadista como Hernán Padilla para explicarle a Fufi como es que son las cosas.
Y como buenos estadistas que somos aquí la clasesita que se
le perdió a Fufi, Juzgue usted...
6 de febrero de 2012
El Nuevo Día
Plebiscito e igualdad ciudadana
HERNÁN PADILLA
Resulta moralmente ofensivo a la sensibilidad de todos los
puertorriqueños que el Congreso incumpla su responsabilidad y que continúe
posponiendo o impidiendo que los puertorriqueños finalmente escojan un status
digno y permanente.
El Congreso tiene la obligación inexorable y única de
viabilizar un plebiscito final entre las dos alternativas soberanas y
permanentes: la estadidad o la independencia (con o sin libre asociación).
La nación americana y el electorado de Puerto Rico no pueden
ignorar que las únicas alternativas de soberanía reconocidas por las Naciones
Unidas y la comunidad internacional para que un territorio alcance la plenitud
del gobierno propio son: (1) cuando pasa a ser una nación independiente y
soberana (independencia); (2) cuando como nación independiente y soberana
establece una libre asociación con otra nación independiente y soberana
(independencia con libre asociación); (3) o cuando se integra en igualdad plena
a otra nación independiente y soberana (estadidad).
El día de las elecciones generales, el pueblo tendrá la
oportunidad de expresar si respalda o rechaza la condición territorial
(colonial) para luego escoger una de las alternativas reconocidas
internacionalmente: (1) estadidad, (2) independencia y (3) el Estado Libre
Asociado soberano fuera de la cláusula territorial (otra forma de independencia
con libre asociación).
La estadidad es el único status que nos preserva y garantiza
la ciudadanía de Estados Unidos. La ciudadanía establece que somos nacionales
americanos. Nuestra nación jurídica, política y sentimental es Estados Unidos
de América.
Un suceso extraordinario que cambió nuestro rumbo político e
ideológico fue el Acta Jones, la Carta Orgánica de 1917 de Puerto Rico que
estableció que los derechos, privilegios e inmunidades de los ciudadanos de
Estados Unidos se respetarán en Puerto Rico hasta el mismo grado que si Puerto
Rico fuera un estado de la Unión y sujeto a las disposiciones del artículo IV
de la Constitución de Estados Unidos.
Con la misma fuerza histórica, el Acta
de Naturalización del 1941 garantiza que todas las personas que nacen en
Estados Unidos, incluyendo a Puerto Rico, se declaran ciudadanos de Estados
Unidos.
Sin embargo, bajo los poderes unilaterales que la Cláusula
Territorial le otorga al Congreso sobre Puerto Rico, éste cuenta con la
potestad de revocar la ciudadanía estadounidense a los que nacieran en Puerto
Rico a partir de una fecha futura. La Constitución y las leyes federales
aplican a los territorios solo cuando así lo determine el Congreso.
La ciudadanía concedida mediante ley a los puertorriqueños
es parcial e incompleta ya que es de carácter estatutario y toda ley puede ser
enmendada o derogada unilateralmente por el Congreso. En cambio, la ciudadanía
adquirida por virtud de nacer en un estado de la Unión es permanente e
inalterable, ya que es de carácter constitucional.
Los ciudadanos de un
territorio no tienen derecho a considerarse iguales en su condición o derecho a
los mismos beneficios bajo las leyes federales, como por ejemplo: votar en las
elecciones federales-nacionales y tener su ciudadanía americana garantizada
para futuras generaciones nacidas en el territorio, o preservarla si el
territorio asume una soberanía separada.
Somos ciudadanos de segunda categoría
de un territorio colonial jurídica y constitucionalmente imperfecto y limitado
en autoridad.
Como consecuencia de esa condición política, no tenemos el
derecho a votar por el presidente, no podemos elegir dos senadores y cinco
representantes al Congreso que nos correspondería si fuéramos estado y
carecemos de paridad en la asignación de los fondos federales.
Queremos y
aspiramos a una ciudadanía con todos los derechos y responsabilidades de los
demás ciudadanos de la nación, por lo que en el plebiscito rechazaremos que
pongan en riesgo la ciudadanía americana y la unión permanente con Estados
Unidos. Sólo la estadidad nos garantiza la igualdad ciudadana.
Puerto Rico es de los puertorriqueños, por más presencia
americana que haya aquí y que son agencias necesarias para vivir en un país de
ley y orden, seguiremos siendo los dueños de nuestra patria.
El mismo sentido de pertenencia que tienen todas las
naciones del mundo, con excepción de los países totalitarios que los dictadores
manejan como sus finquitas privadas; así pasa en Cuba, en Venezuela, en Corea
del Norte y muchos otros ¿por qué? porque el dictador es dueño de todo lo que
hay y de las vidas de sus ciudadanos.
Las expropiaciones, la falta de derechos humanos y civiles, esclavitud
y trabajar para el dictador son ejemplos de lo que es vivir en un país que no
es de sus ciudadanos...
¿pasa eso en Puerto Rico? NO
Fufi otra vez... ¡TE PONCHASTES!
Such is Life