jueves, 15 de diciembre de 2011

La Revista Time y los manifestantes encapuchados


“Por sus frutos los conoceréis”
Jesucristo

Hay un contagio de protestas (...). Porque Irán anticipó lo que iba a pasar en el mundo árabe y lo que sucedió en el mundo árabe influenció Ocupemos Wall Street y Ocupemos Oakland y las protestas en Grecia y Madrid”, señaló Stengel. Ésos son los argumentos de por qué no se individualizó.


Resulta que la Revista Time ensalsa los movimientos que protestan en Europa y el Norte de Africa pero se les olvida los de América, y que casualidad, sólo menciona los de Chile. Para ellos los de China, Venezuela y los de Cuba no existen, la memoria de los liberales del Time son selectivas.

A la revista Time se les olvidó los más meritorios, las Damas de Blanco y los disidentes de Cuba, se les olvidó los abogados, blogueros y disidentes de China, se les olvidó los estudiantes universitarios de Venezuela y la marcha del 2002 donde asesinaron a manifestantes por francotiradores chavistas, se les olvidó las víctimas de Irán, y muchos otros anónimos que no sabemos y son víctimas de grandes y antiguas dictaduras que los liberales ignoran.


Quienes nunca han luchado por la libertad de prensa piensan muy diferente de los que han sido víctimas de mordazas de gobiernos totalitarios y del narcotráfico, en las democracias los problemas de libertad y derechos humanos no son tan grandes. La mayor virtud del ser humano es ponerse en los zapatos del otro, y en este caso de las víctimas reales de esta etapa convulsa que vive el planeta. 

Juzgue usted...

El País / Washington
00:55 / 15 de diciembre de 2011
El pueblo en la calle ha sido siempre el instrumento fundamental para cambiar la historia. Desde la revolución francesa hasta la americana, la rusa o la mexicana, el levantamiento contra el comunismo en la Europa del Este o las marchas por los derechos civiles en EEUU.

Durante 2011 ha reaparecido con energía desconocida desde hacía décadas y, aunque con disparidades, dudas y contradicciones, se ha consolidado un movimiento que encierra un considerable potencial transformador. Eso es lo que ha querido valorar la revista Time al nombrar a “El Manifestante” el personaje del año.

El origen de ese movimiento y su máxima expresión son las manifestaciones surgidas hace exactamente un año en Túnez, que dieron lugar a la primavera árabe, que ya ha provocado la caída de cuatro dictadores y tiene en jaque a varios otros.

Pero su onda expansiva se ha sentido en casi todo el mundo, con una especial intensidad en España y protestas de diversa magnitud en otros países de Europa, América Latina, EEUU y, recientemente, en Rusia.

En la sociedad árabe esta movilización tenía un objetivo claro —la democracia— y ha producido resultados inmediatos. En el resto del mundo sus propósitos son más dispersos y sus consecuencias más impredecibles, pero igualmente han servido para reflejar la frustración, especialmente de los jóvenes, con modelos políticos que no satisfacen sus exigencias democráticas ni les sirven para realizarse plenamente.

La primavera árabe, los indignados de Madrid, Ocupa Wall Street o los estudiantes chilenos, entre otros protagonistas, tienen muchas diferencias. Unos luchan por lo que a otros les parece insuficiente. Como afirma Time, “los manifestantes en Medio Oriente y el norte de África están literalmente muriendo para conseguir un sistema político parecido al que consideran intolerablemente antidemocrático en Madrid, Atenas, Londres o Nueva York”.

Pero todos han servido por igual para alertar a las clases dirigentes de cada de uno de esos países de que las cosas no se pueden seguir haciendo en la forma, frecuentemente abusiva y desconsiderada, en que se han hecho hasta ahora, y que el capitalismo sin límites que tenía a todos contentos en la época de la abundancia no es un sistema válido para esta nueva era de escasez. La riqueza se ha hecho impopular, incluso en Wall Street, y las vías para alcanzarla están sometidas de una moral floreciente, aún mal definida, pero más estricta.

Este fenómeno de protesta global comparte también sus principales instrumentos de movilización —los nuevos medios de comunicación y redes sociales— y ciertas características organizativas, como la ausencia de líderes. Esto, aunque oscurece el movimiento y compromete su futuro, lo hace más integrador y potencia su imagen de pureza.

La idea misma de liderazgo está actualmente en cuestión. Barack Obama fue el último político que movilizó masas, pero algunos de sus seguidores acabaron acampando en Zuccotti Park. “En todos los sitios este año”, asegura Time, “el pueblo se ha quejado por el fracaso de los líderes tradicionales y la irresponsabilidad de las instituciones.

Los políticos no ven más allá de las próximas elecciones y se niegan a tomar decisiones difíciles. Ésta es una de las razones por las que no elegimos a un individuo este año. El liderazgo ha venido desde el fondo de la pirámide, no desde la cumbre”.

Hay muchas personas que merecen una cita especial en una ocasión como esta, empezando, sin duda, por Mohamed Bouazizi, el vendedor ambulante de Túnez que se inmoló en defensa de su dignidad. Pero Time ha preferido resaltar el esfuerzo colectivo.

Héroes anónimos
Hay personas que merecen una cita especial, empezando, sin duda, por Mohamed Bouazizi, el vendedor ambulante de Túnez que se inmoló. Pero Time ha preferido resaltar el esfuerzo colectivo. El País

Varios en carrera
Entre los finalistas de este año para “personalidad del año” de Time se encontraban Kate Middleton, esposa del príncipe William, y el almirante William McRaven, comandante del grupo SEAL de EEUU que eliminó a Osama bin Laden. AFP

Homenaje a luchadores anónimos
“De la Primavera Árabe a Atenas, de ‘Ocupemos Wall Street a Moscú’”, afirma en su portada la revista Time, que muestra un joven con la mitad inferior de su rostro cubierto por un pañueño.

El editor de la revista, Richard Stengel, quien anunció el resultado en el programa Today show de la cadena NBC, explicó que la decisión rinde homenaje a “los hombres y las mujeres de todo el mundo, en particular de Oriente Medio, que derribaron gobiernos y llevaron un sentido de democracia y dignidad a gente que no lo tenía antes”.

“Ésta es gente que ya está cambiando la historia y que cambiará la historia en el futuro”, agregó Stengel. “Pensábamos que esos dictadores no iban a ser derrocados. Y entonces esta gente arriesgó su vida, arriesgó su hogar, su subsistencia, para salir a la calle y traer un cambio que nadie había esperado. Es realmente algo transformador y creo que está cambiando el mundo para mejor”, insistió el editor.

“Hay un contagio de protestas (...). Porque Irán anticipó lo que iba a pasar en el mundo árabe y lo que sucedió en el mundo árabe influenció Ocupemos Wall Street y Ocupemos Oakland y las protestas en Grecia y Madrid”, señaló Stengel. Ésos son los argumento de por qué no se individualizó.

Me resulta sospechoso que los liberales norteamericanos no mencionen en sus reportajes a las víctimas del neocomunismo y los fundamentalistas árabes, me parece sumamente superficial su análisis de “Occupy Wall Street” raya en la mediocridad cuando se sabe que es un movimiento para desetabilizar el sistema democrático americano. Me pregunto ¿para quién trabajan? para Estados Unidos o para los enemigos. ¿Dónde está la solidaridad?

La “intelectualidad” de estos periodistas liberales en mi opinión es cuestionable cuando permiten que su ideología no les permita ser objetivos. Ser ambivalentes con los enemigos le ha costado a Estados Unidos un 11 de septiembre, un “Pearl Harbor” hace muchos años y muchos soldados han perdido su vida tratando de defender la democracia y la libertad que gozamos hoy, me imagino que estas personas se tienen que sentir indignadas por el trato preferencial a personas que no representan la verdadera lucha por la democracia. Me imagino que los “teteros” deben estar que trinan.

Ver en una portada a un encapuchado, para quienes no creemos en ellos nos resulta preocupante. Esto es, en mi opinión, un portazo en la cara a los policías, a los soldados, a los Navy Seals que mataron a bin Laden ¿por qué? porque los arabes islamistas yihadistas que odian a los Estados Unidos y los amenazan con bombas nucleares se encapuchan.

Y los encapuchados de Wall Street han sido violadores de la ley, promiscuos, con falta de civilidad, salubridad, además han hecho alianzas con los grupos más radicales de la izquierda troglodita sajona y latinoamericana con la excusa de destruir los grandes intereses y el capitalismo que es el sistema económico exitoso. ¿A esto hay que darle reconocimiento?

Si el capitalismo se ha salido de control según los economistas analizan, para eso están las leyes y los responsables tienen que cumplir con la ley y Wall Street está regulado pero hasta en este recinto hay corrupción y ningún “manifestante” lo va a resolver, porque no tienen la capacidad de hacerlo, sólo sirven para protestar y creer en la anarquía ¿o es que acaso no se quieren dar cuenta?

Hubiera sido más justo y digno darle la portada al héroe anónimo de Túnez que fue el detonante de la Revolución de los Jazmines y se suicidó. Señores del Time, están feos para la foto, muy feos, porque demuestran que coquetean con los enemigos de su nación, ustedes deben ser los más patriotas porque disfrutan de lo que carecen las víctimas de los personajes que ustedes resaltan en sus portadas.

A mí me podrán decir lo que quieran pero la línea subliminal del Time causa preocupación a los patriotas norteamericanos que sentimos la amenaza real de unos encapuchados que quieren ver destruída la nación más democrática y liberal del planeta porque a pesar de todas las críticas que puedan tener hacia USA, esta es la verdad.

No le quito méritos a las protestas justificadas que buscan la democracia y que lograron derrocar a 4 dictadores, pero ¿y el resto? pero ¿mezclar unas con otras?, no verlas individuales, en sus méritos y deméritos y obviar otras no es periodismo objetivo, en el periodismo los combos no son permitidos. No todas las protestas tienen el mismo objetivo, la prueba más directa es que en gobiernos totalitarios como China, Cuba y Venezuela las protestas son reprimidas con violencia y los periodistas son encarcelados y asesinados.

Por otro lado...
Otros son más responsables y destacan lo verdaderamente importante de la trayectoria de un hombre que cambió la vida positivamente a millones de personas en todo el planeta y que es un modelo a seguir para las generaciones que están empezando a comprender los problemas mundiales.

Escoge a Jobs como la persona más fascinante del 2011
“El siempre vio algo que nosostros no veíamos, por eso es la persona más fascinante del 2011
Barbara Walters

Por Vocero.com 
15 de diciembre de 2011 
Como es tradición en el programa de la cadena ABC 20/20, Barbara Walters nombró anoche a la persona más fascinante en el mundo en el año 2011.


Walters rompió una de las reglas más importantes, que es que la persona debe estar viva, para nombrar a Steve Jobs, a quien nunca pudo entrevistar. 


“Las reglas se hicieron para romperlas, y así es que Steve Jobs vivió su vida”, dijo Walters al describir a la mente detrás de la manzana por más una decada. “El siempre vio algo que nosostros no veíamos, por eso es la persona más fascinante del 2011″, añadió. 

Herman Cain, Donald Trump, Katy Perry y las hermanas Kardashian estuvieron en la cotizada lista.

"Don't be trapped by dogma, wich is living with the results of other people thinking"
Steve Jobs
¿qué les parece? Such is Life!