lunes, 21 de noviembre de 2011

¿Qué pasó en España?


La justificación moral del capitalismo yace en es el único sistema consonante con la naturaleza racional del hombre, que protege la superviviencia del hombre como hombre y que su principio gobernante es la justicia.
Ayn Rand
Filósofa y escritora rusa nacionalizada estadounidense


El Partido Popular ganó en España, 186 escaños de un total de 350 y los socialistas 110. Como dirían los boricuas ¡que clase de pela! y las felicitaciones no se hacen esperar pero todo dependen de donde vengan y quien gane... Juzgue usted



¿Qué diferencia no?
El mensaje del comunicado de felicitación a Daniel Ortega hace dos semanas contrasta grandemente con el de Rajoy en España ayer. Parece que a Hugo Chávez no le gustó que ganara el Partido Popular, con una gran ventaja, a los socialistas. No hay duda esta derrota del PSOE le causa preocupación a Venezuela porque ha perdido un gobierno aliado para sus “pocasvergüenzas”. Me causa mucha satisfacción este hecho, los españoles se dieron cuenta que no iban “pa’ningún lao” con los socialistas.


Y la Izquierda Unida ganó once escaños en el Paralemnto español. La extrema izquierda radical gana acceso al gobierno, es bueno observarlos a ver que van a ofrecer o si por el contrario van a ser piedra de tropiezo para que el PP no logre las reformas necesarias para sacar a España hacia adelante.

La  página de este nuevo movimiento de izquierda español dice lo siguiente:
Izquierda Unida es un Movimiento Político y Social, que se conforma en una organización jurídica y políticamente soberana, cuyo objetivo es transformar gradualmente el sistema capitalista en un sistema socialista democrático, fundamentado en los principios de justicia, igualdad, solidaridad y respeto por la naturaleza y organizado conforme un Estado social y democrático de derecho, federal y republicano.

Izquierda Unida es una organización unitaria en la línea política y en el programa, organizativamente federal e ideológicamente plural de la izquierda española y de sus pueblos, donde participan los partidos políticos y organizaciones federados, colectivos y todas aquellas personas que voluntariamente se adscriban, acepten y practiquen la política de Izquierda Unida, aprobada en sus Asambleas Federales, su programa, su política internacional, su funcionamiento administrativo y financiero, y sus Estatutos.

¿Cuál es su Convocatoria?
Revolución para todo... revolución económica, revolución democrática, revolución cultural, revolución ambiental, revolución para la igualdad, revolución de los empleados públicos y revolución para la paz. No es chiste aquí está el link: http://convocatoriasocial.org/

Después de tanta revolución, me pregunto ¿con ellos habrá algún momento de concordia? ¿habrá consenso? ¿Habrá respeto para lo que decida la mayoría? Se juntaron los anarquistas en España para imponerse ¿qué les parece?

Me encantaría ver esta misma coalición de disidentes escribiendo en el Gramma para lograr quitarle escaños al Partido Comunista de Cuba o en Corea del Norte, o en China, y más cerca de nosotros en el Congreso Venezolano. ¿Qué diría Nicolás Maduro? ¿Qué diría Hugo Chavez? Que estos majunches y escuálidos no los quiere cerca ni escampando un aguacero, así son los socialistas, ellos creen en la ley del embudo, lo ancho pa’ellos y los estrecho para los demás, pero claro, “todo en un marco de democracia participativa”, ¡unjú!

Y en Puerto Rico...
como no son originales y se copian de todo, parece que quieren hacer lo mismo y los periodistas escriben su opinión en columnas publicadas por El Nuevo Día, definitivamente la democracia es una maravilla.

21 Noviembre 2011
Los albores del multipartidismo
WILDA RODRÍGUEZ
Periodista
Nuestra Constitución ampara una partidocracia. Aparte del Preámbulo y la Carta de Derechos, el documento está dirigido a proteger al ciudadano en su función de miembro de un partido político. En nuestro caso, de uno de dos partidos porque la Constitución provee para el desarrollo de un sistema bipartito aunque no lo dicte por escrito.



Son muchos los países que poco a poco han dejado atrás el bipartidismo y han dado paso a un multipartidismo favorable a la democracia participativa. Nosotros no tenemos por qué ser la excepción, pero se trata de un proceso que toma tiempo y educación electoral que ninguno de los dos partidos del actual sistema facilita. 



Por el contrario, alimentan el engaño de que ejercemos la democracia votando por uno o por el otro cada cuatro años y punto. Hemos llegado al punto de que ambos partidos casi no se distinguen el uno del otro y la frustración del electorado inteligente alcanza niveles de intolerancia.



Así las cosas, por primera vez se comienzan a discutir los términos bipartidismo y multipartidismo. No se ha generalizado la discusión a todos los niveles, pero confío en que se unan más voces a este diálogo que tanta falta nos hace. 



El bipartidismo promueve que dos partidos de ideologías opuestas se dividan la mayoría de los votos: conservadores versus liberales, derecha contra izquierda, demócratas contra republicanos o, como en nuestro caso, rojos contra azules. 

La tercera ideología aquí se limita a un partido controlado electoralmente por la hegemonía de los dos principales para dar la impresión de pluralidad, pero sin posibilidades reales. 



Tenemos también un sistema en que el ganador entre dos se lo lleva prácticamente todo. Puede ganar las elecciones por 47% de los votos –menos de la mitad del electorado–, pero se lleva dos ramas del gobierno con una supermayoría de escaños y el control de facto de la tercera rama del gobierno, la judicial. 



La pregunta es si podemos salir de eso y la respuesta es que sí: habría que colar el multipartidismo por algún lado. Eso se logra ayudando a inscribir nuevos partidos y se logra no votando por los partidos sino por candidaturas que provean un balance de poder. 



Al principio no va a funcionar bien y hemos visto el desastre que puede ser un gobierno compartido en Puerto Rico cuando los dos partidos se disponen a fastidiarse mutuamente. Pero en la medida que el electorado obligue, tendrán que acostumbrarse a un nuevo juego político. 



El asunto es que esto no pasa de la noche a la mañana como nos dicen que debe ocurrir si votamos cada cuatro años por uno o por el otro. Pero ocurre o nos hundimos cada día más en un sistema disfuncional frustrante. 



El multipartidismo se propone como un proceso lento, pero necesario. Yo rechazo la partidocracia, pero tengo que ser intelectualmente honesta para reconocer que dentro de lo que hay, también hay salidas que merecen la pena intentarse: inscribir nuevos partidos y votar por candidaturas. 



El resultado puede que no sea favorable la primera vez, pero provoca que comience a serlo. Otros países lo han logrado. Los que se han graduado al multipartidismo en las últimas décadas son Brasil, Colombia, Costa Rica, Perú, Uruguay y Venezuela.

Éstos se unen a una serie de países multipartidistas: Argentina, Finlandia, Francia, Italia, España, Portugal, Grecia, Chile, Guatemala, Ecuador, Bolivia, México, Rusia, India y Japón. En América Latina sólo quedamos cuatro países con condición bipartita: El Salvador, Honduras, Nicaragua, Panamá y Puerto Rico. 



No se dejen intimidar por la debacle que les anticipan si no ganan los rojos o los azules. Ya lo dijo el amigo Betances: para hacer tortilla hay que romper los huevos primero.

¿Qué les parece? 

Me parece que la periodista dice lo que le conviene porque en Puerto Rico toda la vida han habido tres partidos: El Partido Nuevo Progresista, el Partido Popular Democrático y el Partido Independentista Puertorriqueño. 

El Partido Socialista Puertorriqueño hace mucho tiempo que se desintegró por la misma razón de la revolución socialista que ahora está resurgiendo y que los puertorriqueños siempre rechazaron mayoritariamente.

El Partido Puertorriqueños por Puerto Rico fue el cuarto partido en las pasadas elecciones y destronó al PIP porque no habló de independencia y el PIP no quedó inscrito.

Ahora tenemos al Movimiento Unión Soberanista y lucha por recoger las firmas necesarias para poder participar en las próximas elecciones, osea que serán 5 partidos políticos compitiendo en la elecciones generales.

Tampoco podemos dejar pasar los partidos políticos sin inscribir como son el Colegio de Abogados, la Federación de Maestros, los clubes de prensa y "otras yerbas". Y por último los famosos "PAC" (Political Action Committee).


Es verdad que en Puerto Rico hay dos partidos mayoritarios, el PNP es un partido ideológico que busca terminar con la colonia y ofrece la estadidad, el PPD vive hace 20 años una relación de amor-odio con la izquierda para robarle votos y así ganar elecciones y busca el “status quo” pero resulta que en Puerto Rico pasó en el 2008 lo mismo que pasó en España ayer, ganaron los de la derecha capitalista por una mayoría aplastante.

Doña Wilda Rodríguez, si los socialistas se hubieran querido organizar responsablemente para ganar escaños y así aportar en las soluciones en beneficio del país ya lo hubieran logrado, el problema es que ellos no creen en el gobierno colonial, ellos creen en la revolución, en la toma del poder por la fuerza y los puertorriqueños lo sabemos, por eso nunca lograrán unirse y mucho menos lograr un escaño en la Legislatura. Por ahí está el Movimiento Socialista de los Trabajadores buscando organizarse como partido también, ¿que buscan? no sé, pero me imagino que el fondo electoral es una tentación muy atrayente.


Doña Wilda no invente, los partidos que se quieran integrar al proceso político democrático y ganar por el voto directo de los que viven en Puerto Rico, bienvenidos sean, esto aquí es uso y costumbre, que no convenzan, son otros veinte pesos.

Y “by the way” hasta que aquí no se resuelva el problema centenario del estatus no se puede pensar en pluralidad de partidos políticos porque siempre habrán las mismas tres tribus... perdón, cuatro tribus porque hay que añadir la tribu de los soberanistas del MUS.
Such is Life!