domingo, 8 de abril de 2018

Donald Trump y Puerto Rico

“Este patrón de malbaratación de fondos, sin beneficio alguno para el pueblo, es inaceptable en cualquier país, pero especialmente ofensivo para un sistema en quiebra”, lee la medida, y procede a criticar además el salario de $625,000 de la directora ejecutiva de la junta, Natalie Jaresko.
“Si es verdad que es un instrumento abusivo, si es verdad que opera contra el pueblo de Puerto Rico, ¿cómo es posible que nosotros aceptemos pagarle y financiarle esos abusos contra nosotros mismos? Porque eso [el presupuesto de la junta] se paga del pueblo de Puerto Rico”, cuestionó Dalmau Ramírez.
En la mañana de hoy, el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, criticó nuevamente las “pretensiones dictatoriales” de la junta fiscal y aseguró que, en su periodo de operación, “no ha resuelto un solo problema”.
“[La junta fiscal] exige una disciplina fiscal para nosotros que no exigen [para] ellos, radican sus informes financieros y éticos tarde. Lo que es peor, ya hay señalamientos de conflictos de interés contra miembros de la junta. Entonces quieren, nada más y nada menos que un aumento de $20 millones en su presupuesto”, señaló.
Dalmau propone detener desembolso de fondos a la junta de control fiscal
Por Génesis Ibarra el 2 de abril de 2018
http://cb.pr/senador-propone-detener-desembolso-de-fondos-a-la-junta-fiscal/
¿En serio?
Y todos juntitos votaron por la estupidez de complejo socialistoide plasmada en una pieza legislativa del comunista de clóset Juan Dalmau, y uno se tiene que preguntar 
¿Qué le pasa a los líderes del PNP? 
¿Acaso en Cuba no se beneficia al pueblo y la élite militar junto a los Castro ganan millones y Dalmau no los critica, sino todo lo contrario, admira la dictadura?
¿De qué habla Juan Dalmau?

Por más que se quiera glorificar la presencia de los hispanos
en Estados Unidos, la realidad es que no todo fue bueno,
hubo muchas cosas negativas que llevaron a la ciudad a la
quiebra económica que tuvo como consecuencia la presencia
de una Junta Fiscal para recuperar la credibilidad del gobierno.
La protesta sobre el presupuesto de la Junta Fiscal y los sueldos de sus integrantes podrá sonar simpático o molestoso, según de quien venga, para un pueblo que está sumido en la pobreza, pero la realidad es, que en el mundo profesional y capitalista, cada quien tiene un valor por su expertise y talento para resolver problemas, en la empresa privada, a los CEO se les da un sueldo apropiado a su capacidad de llevar a la compañía al éxito.

Para mí todo esto es una soberana estupidez y demuestra la incapacidad de los políticos para enderezar ese barco que se llama Puerto Rico, si se ponen a legislar estas estupideces con la excusa del sueldo de Jaresko y el presupuesto de la Junta, es dejar de lado lo verdaderamente importante.

Esto no lo digo yo...

Por lo demás, lo del Senado es un aguaje derivado de su miedo y sus personalismos. Han tirado esa resolución porque saben que están en camino de perder, no el poder económico de repartir prebendas, barriles de tocino y otros encargos, sino también el poder político. Se han quedado en blanco y se lo juegan todo.
Privados de esa influencia que tienen sobre alcaldes, jefes de agencia y ciudadanos de a pie, se revuelven y se lanzan a cruzadas absurdas.
Vienen dos semanas voraces. Agarrarse bien.
¿Un Banco Nacional de Puerto Rico?
Por Mayra Montero
domingo, 8 de abril de 2018

¿Cruzadas absurdas?
Concuerdo con la sra. Montero.

Veamos el ejemplo de la ciudad que es hoy la capital del mundo. ¿Cómo era la Ciudad de Nueva York en su crisis fiscal de los años '70?




Bronx, New York

Y la ciudad de Nueva York era parte del estado del mismo nombre, no solo eso, ese estado fue una de las primeras trece colonias, si es así, ¿qué podemos esperar siendo una colonia?
Esto tampoco lo digo yo...


En marzo, William Dudley, presidente de la Reserva Federal de Nueva York, señaló que para que Puerto Rico logre una recuperación económica sostenible, todos tendrán que renunciar a algo; todos los sectores deben hacer su parte. Nueva York salió de la crisis porque todos los sectores hicieron su parte. Las voces partidistas hicieron a un lado sus sesgos ideológicos; los sindicatos abandonaron reclamos y aceptaron la necesidad de despidos y reducción en la nómina de empleados públicos; el sector privado asumió riesgos adicionales, invirtió en prioridades del sector público que históricamente no habían sido su foco y acordó los aumentos de impuestos necesarios.
Desafortunadamente, a pesar de la voluntad de la mayoría de los puertorriqueños por hacer los mismos sacrificios por su país, no están en posición de hacerlo. Los poderes del gobierno de la isla están limitados por el Congreso de Estados Unidos, haciéndolo mucho más débil que un gobierno estatal.
Para las cuestiones fiscales, Puerto Rico es tratado como un país extranjero; para el comercio, es una colonia a merced de los intereses comerciales de Estados Unidos, cuando se trata de ayuda federal y programas de derechos, es un hijastro pobre que recibe una fracción de los programas de financiamiento que van a los estados. Como informó Estudios Técnicos recientemente, la contribución de Puerto Rico a la economía de EE. UU. es el doble de lo que recibe, un déficit en la balanza de pagos que ha hecho que la isla dependa permanentemente de un gobierno estadounidense que en gran medida no responde.
Entonces, antes de que los puertorriqueños puedan confluir en un esfuerzo unificado para salvar a su isla, es el gobierno de Estados Unidos el que tiene que renunciar a algo. Eso podría comenzar con la modificación de la reforma contributiva, aprobada en diciembre de 2017, que trata a Puerto Rico como un país extranjero en lo que respecta al impuesto del 12% sobre muchas importaciones producidas en la isla. Debe incluir una exención de la Ley Jones que duplica el costo de envío desde y hacia Puerto Rico. Debe ajustar los fondos de Medicaid, SSI, Educación, cupones para alimentos y otros programas de ayuda y derechos para que estos reflejen los verdaderos costos y niveles de pobreza en la isla. Y cuando se trata de ayuda por desastre, el gobierno de Estados Unidos debe redirigir el 90% de los contratos y empleos que actualmente van a manos de contratistas de EE.UU. hacia negocios y residentes puertorriqueños que están preparados para asumirlos.
El estado de Nueva York pudo proporcionar estabilidad fiscal para la ciudad y un marco para retirar su deuda. El estado también alivió a la ciudad de algunas obligaciones financieras, como el financiamiento de las universidades públicas. En el caso de Puerto Rico, sólo el gobierno federal puede cumplir estas funciones.
Una vez que el gobierno federal haga su parte, es apropiado llamar al pueblo de Puerto Rico a tomar algunas medidas difíciles, tales como: reducir la complejidad y aumentar la productividad de la burocracia gubernamental; reformar las leyes y regulaciones que aumentan los costos y la dificultad de establecer una empresa, de esta forma incentivar la creación de más empleos en el sector privado.
Además, deberán convocar a la comunidad empresarial de la isla  a trabajar con el gobierno para incorporar la economía subterránea sustancial al sistema formal, con el fin de administrar mejor el crecimiento económico y aumentar los ingresos tributarios.
Para las universidades, las organizaciones no gubernamentales y la diáspora, significaría subordinar los intereses ideológicos y políticos a las necesidades económicas y a el desarrollo de la fuerza laboral de la isla. Es importante destacar que implicaría el apoyo para una privatización responsable de los activos del gobierno y "no lucrativa" de los servicios públicos.
La falta de confianza de los puertorriqueños en el gobierno de los Estados Unidos está bien merecida y ha contagiado la cultura de la isla, lo que dificulta la colaboración tanto dentro de Puerto Rico como con el continente. El manejo de la crisis fiscal y el desastre natural han exacerbado la tensión. Solo una acción contundente del gobierno de los EE.UU. que demuestre su respeto por el pueblo y las instituciones de Puerto Rico colocará a la isla en el camino de la recuperación económica y le permitirá alcanzar la medida de autosuficiencia que necesita para seguir adelante.
La crisis fiscal de Nueva York: lecciones para Puerto Rico
Por Kathryn Wylde
domingo, 8 de abril de 2018
Ponencia presentada ante el National Institute for Latino Policy en Nueva York, el pasado 3 de abril de 2018.
President and CEO of the nonprofit Partnership for New York City, the city's leading business organization. Its mission is to work with government, labor, and the civic sector to build a stronger New York, with a focus on education, infrastructure and the economy. Together with her husband, Wilfredo Lugo, she has a home in Quebradillas, Puerto Rico, where she serves on several nonprofit boards.
https://www.elnuevodia.com/opinion/columnas/lacrisisfiscaldenuevayorkleccionesparapuertorico-columna-2412738/
¿Cuál es el papel del PNP en vista de que supuestamente su ideal es ser parte de los Estados Unidos como un nuevo estado y lograr el éxito económico de la isla?
¿Seguir a Juan Dalmau en su discurso separatista y socialistoide?
Después los independentistas nos dicen brutos y se burlan de nosotros en la privacidad de sus hogares, si es que se dejan manipular por discursos sin sentido y de envidia comunistoide.
¿Qué ha logrado el socialismo en el mundo?
Pobreza y miseria para el pueblo, pero millones para los bolsillos de la élite política, eso lo sabe muy bien Juan Dalmau, entonces... ¿es ese el rumbo de los líderes del PNP en este momento y la forma de manejar una crisis?


Si hay alguien que sabe como sacar de la crisis económica de una ciudad es Donald Trump, quien surgió como un Rey Midas en la época de la quiebra de Nueva York, que pasó de ser la “ciudad de la muerte” a ser lo que es hoy, la “capital del mundo”.

 
Donald Trump with New York City Mayor Ed Koch 
and Gov. Hugh Carey in 1978. (AP)

y lo logró en el 2016 sin Oprah.

Y esto tampoco lo digo yo...
I think that’s very important. These were the people who would be able to transcend the Democratic pressures that were pushing for more public services, a sense of businesspeople as the saviors of the city and of the country as a whole, ultimately. I think there, too, Trump really embodies that and takes that worldview and runs with it, and celebrates it, and exploits it in every possible way, but he’s far from the only person who has that sensibility. And in fact, many of the people within the city’s mainstream Democratic political establishment also share that perspective, to some extent.
A sense that the city has been too responsive to public pressure, and now has to buck up and ignore the protests that grow in response to the cutbacks of the era. And that ignoring protest is really a sign of your own integrity and courage. I think Trump also takes that a bit from the fiscal crisis moment — even the rhetoric about the paid protestors after the inauguration. I think that feeling owes much to the moment of the fiscal crisis and to the sense that even if people are angry, the only thing that anyone with any courage can do is ignore them.
“Fear City” Explores How Donald Trump Exploited the New York Debt Crisis to Boost His Own Fortune
April 23 2017
https://theintercept.com/2017/04/23/fear-city-explores-how-donald-trump-exploited-the-new-york-debt-crisis-to-boost-his-own-fortune/ 
¿Qué les parece?
Las crisis se manejan a conveniencia, así lo hizo Trump, por tanto, aprendamos de él. Desafiarlo sería buscar la manera de que nos ignoren o mejor dicho, nos sigan ignorando.


Si los líderes del PNP, incluyendo al gobernador Ricardo Rosselló, se creen que le van a dar lecciones a los republicanos de como se levanta una nación, si creen que le van a dar lecciones al presidente Donald Trump de como se sale de una crisis económica, están muy equivocados. Ninguno ha trabajado levantando a Washington DC ni a Nueva York de sus crisis fiscales, mucho menos han vivido y experimentado de cerca el trabajo que se realizó para llegar a como están ahora esas dos ciudades, que son capitales. Lo mejor que pueden hacer es dejarse llevar y no servir de piedra de tropiezo. Los puertorriqueños no necesitan antagonizar con el Congreso, lo que necesitan es la cooperación de todos para salir de esta crisis lo más pronto posible y así poder hacer planes de un mejor futuro y reconstruir la isla.

Lo que les recomiendo es que se callen la boca, protesten menos, trabajen más en legislar para facilitar la recuperación y mejorar las relaciones con las personas que tienen poder sobre la Junta Fiscal, para que también hagan bien su trabajo, porque para eso es que se les paga muy bien, lo demás es, hablar de la que pica el pollo, para complacer a los verdaderos enemigos de los puertorriqueños.
Such is Life!