martes, 23 de agosto de 2011

Las lecciones que nos trae un huracán



Que bueno es estar en tiempos normales cuando no necesitamos nada de las agencias del gobierno, de los policías, del gobernador de turno, de los grandes intereses. Nos creemos autosuficientes porque no los necesitamos para abastecernos según nuestras prioridades.

Hasta hay periodistas por ahí que se despachan escribiendo de todo para degradar a quienes son objeto de su saña. Hay quienes dicen que son corruptos, pillos, que se aprovechan de los empleados, que bendito, nos tratan como esclavos. Y yo me pregunto ¿cambian las cosas cuando viene un huracán y nuestra seguridad se ve afectada por la naturaleza?

Escucho por radio a alcaldes, a la policía, guardias de seguridad, empleados de la defensa civil, de hospitales, radio y televisión haciendo su trabajo y yo me pongo a pensar si somos agradecidos por las personas que en tiempos difíciles dejan a su familia para dar un servicio a la comunidad.

Mientras estamos en nuestras casas resguardados cuando hay un fenómeno atmosférico hay personas que están allá fuera, trabajando y ayudando a otros. La noche del huracán, escuché por Noti-Uno como la alcaldesa de Ponce dió órdenes para que los deambulantes estuvieran a salvo en un refugio, eso es encomiable.

La policía alertando a los conductores sobre árboles caídos, derrumbes y dirigiendo el tránsito. La defensa civil dispuesta a socorrer a víctimas de inundaciones y limpiar los escombros, personal médico haciendo guardia en hospitales, comunicadores de radio reportando y recibiendo llamadas de las personas para contar sus anécdotas sobre lo que están experimentando. Empleados de energía eléctrica trabajando para tener electricidad lo antes posible. Eso es solidaridad.

Un gobernador que muchos lo ridiculizan, lo humillan, pero él fue elegido para resolver los problemas de los puertorriqueños en una emergencia. Unos jefes de agencia que están reunidos con sus empleados planeando que hacer en cualquier situación. Y sí, unos legisladores que harán lo suyo también.

A pesar de que existen personas que no se merecen nuestra consideración porque sus actuaciones son reprochables, la realidad es que hay muchos otros que son merecedores de respeto y admiración, por eso no creo en las generalizaciones. Hacen daño las expresiones donde no se nombra al que se critica con nombre y apellido y debemos ser responsables con nuestra crítica.

La crítica constructiva nos ayuda a ser mejores, tan importante es criticar como recibir esa crítica positivamente para no cometer los mismos errores en un futuro, nos somos perfectos, pero la arrogancia y el temor a la crítica en vez de ayudarnos, nos lleva a perder la oportunidad de hacerlo mejor la próxima vez.

Las ideas políticas no solucionan nuestros problemas reales, pero tan importante es elegir un sistema de gobierno que responda a nuestras necesidades e intereses como nuestros derechos. Debemos tener empatía con el prójimo, sólo así lograremos vencer al enemigo que nos hace caer en nuestra arrogancia de no ser agradecido.

Gracias a todos los que contribuyen con su trabajo y su iniciativa voluntaria cuando las situaciones atmosféricas nos acechan, eso los hace ser buenos puertorriqueños, para todos mi respeto y consideración.

Dios bendiga a Puerto Rico y permita que mejoremos como sociedad, 
como dice El Gran Combo, 
que bueno es vivir así... 
con ganas de trabajar...