domingo, 18 de marzo de 2012

Primarias... ¿Ejercicio de democracia?

 “El amedrentamiento y la amenaza para instalar la autocensura en el mundo de la información, obligando a los periodistas e informadores a convertirse en censores de sí mismos y a escribir mirando a hurtadillas a su alrededor, es un método que todos los dictadores modernos practican -el ejemplo más conspicuo en América Latina, después del caso obvio de Cuba, es el del comandante Hugo Chávez en Venezuela, seguido por su aventajada discípula argentina, la señora Cristina Kirchner-, más hipócrita pero también más efectivo que el de la anacrónica censura previa o la mera clausura policial de los medios indomesticables y reacios al servilismo político. La desaparición de un periodismo libre y su reemplazo por unos medios neutralizados e incapaces de ejercer la crítica es el sueño, también, de las seudo democracias demagógicas y devastadas por el populismo, de las que es eximio representante el gobierno de Rafael Correa.”
Mario Vargas Llosa
El Honor del Mandatario



Mientras en otros países los caudillos escogen a sus sustitutos reunidos en una oficina en la democracia norteamericana se escogen en primarias, hoy en Puerto Rico se manifiesta el mejor ejemplo de la democracia participativa pero a Benjamín Torres Gotay no le parece. Definitivamente lo incongruente y lo absurdo se manifiesta cuando los enemigos de la democracia argumentan estupideces simplemente porque ellos no participan de ella.

¡Ay Benjamín! Otra vez la clasesita de política 101 te la perdistes. Los ciudadanos responsables se afilian a un partido político porque creen en sus posturas y propuestas para gobernar un país de ley y orden, pero claro a los izquierdosos esta organización efectiva no les conviene. Es más fácil sentarse en una computadora a escribir imbecilidades que participar activamente en un partido político para proponer ideas, trabajar en ellas y de paso nos disfrutamos la caravana, los mítines, y las “bailaitas” con el candidato ¿Qué hay de malo con eso?

Este escrito de Benjamín Torres Gotay es el mejor ejemplo del ciudadano “Grinch” que pululan por las calles de Puerto Rico, el que vive criticándolo todo y aportando cero para que haya una sana política en la sociedad puertorriqueña. Otra vez aquí se manifiesta el razonamiento del ratón de ferretería...

18 de marzo de 2012
El Nuevo Día
Una fiesta a la que no nos invitaron
La próxima legislatura se define en las primarias de hoy. Pero, en una de esas instancias incomprensibles que tiene la democracia puertorriqueña, una importante parte de la población, tal vez la más preocupada y la más afectada por el desenlace, está irremediablemente excluída del proceso. 

 La elección que tiene lugar hoy es una fiesta privada a la que sólo están invitados los miembros del exclusivo club llamado ‘del corazón del rollo’, los mismos que casi siempre se alinean incondicionalmente con su liderato y aceptan sin chistar, y con el puño en el corazón, cualquier trola que se invente quien los dirige. 

Papeleta Candidatos a la
 Presidencia de los Estados Unidos
por el Partido Republicano
Van a votar hoy, pues, los que justifican el despido de 30,000 de sus compatriotas o encuentran adecuadas las difusas justificaciones sobre viajes al Medio Oriente. Son los que aplauden el insulto, la persecución o la represión al contrario o se cantan consternados cuando es contra ellos. Pero lo han hecho antes exactamente igual, y lo harían de nuevo si la ruleta de las elecciones de noviembre les recompensa con el primer premio. 

  Los que ven la vida sin colores, los que saben señalar la falla o el acierto donde esté sin otro prisma que no sea el de su propia conciencia, los que ya les duele demasiado el estado en el que está el país, los que saben que las realidades de la vida son demasiado complejas como para segmentarlas en solo dos colores, no están invitados a este bembé.

Para hacerlo, para ir hoy a votar, para manifestar con voz alta y clara el repudio a muchos de los actos barbáricos que vemos a diario en la Legislatura, habría que renunciar al derecho sagrado al voto secreto. 

Habría que afiliarse a uno de los únicos dos partidos que nos han gobernado y que son responsables, prácticamente a partes iguales, del desastre en que se ha convertido este país en el que no hay trabajo, ni se genera riqueza y nos ahogan la violencia, la marginación y  la mediocridad, entre muchos, muchos, muchos otros males.

En primarias como ésta es que se juegan la vida los Chuchin, los Farinaccis y los Evelyn Vázquez de la vida. Cada partido elige seis candidatos a senadores y representantes por acumulación. Todos, o casi todos, entran en noviembre, pase lo que pase con la gobernación. Los que aspiran por distrito casi de seguro entran si gana su partido, tengan la calidad que tengan. 

Los escogen, para todos nosotros, los que le ponen la banderita de la Pava o de la Palma a su carro, los que llaman a la radio a defender lo indefendible, los que siempre le dañan una discusión honesta en su página de Facebook o en el bar de la esquina viéndolo todo por la estrecha rendija del fanatismo. 

Los eligen, en pocas palabras, y para que se asuste de verdad, los mismos que escogieron a los que están ahora. 

Alguien, algún día, tiene que impugnar la constitucionalidad de esto. El voto es secreto, presuntamente. Pero para uno poder poner un grano de arena en la construcción de un nuevo país tratando de sacar a unos cuantos de los más despreciables especímenes que hay en la Legislatura, hay que revelar lo que hay en el corazón y decir ‘soy popular’ o ‘soy PNP’. 

Mucha gente, con mucha razón, le teme mucho a desnudarse así en público. Usted se afilia, sépalo, y su nombre queda en una lista. Y esa lista está a la disposición del partido contrario, que puede, si quiere, buscar ahí su nombre si usted un día solicita un empleo en el gobierno. Y, como pasa con demasiada frecuencia, alguien puede decir ‘este sí y aquel no, porque este es de los nuestros y aquel no’.

En ambos partidos, por supuesto, hay gente muy seria que hace un esfuerzo del todo sincero por tomar buenas decisiones. Pero son aplastados por los que votan por el más estridente, el más que maltrate a la oposición, por el más rojo de los rojos, o al más azul de los azules. 

A los demás, sólo les queda mirar desde afuera, con la incómoda sensación en el pecho que sentimos cuando niños o adolescentes, oyendo a lo lejos el rumor de una fiesta a la que nos moríamos por ir, pero a la que no fuimos invitados.

¿Qué les parece?

Benjamín Torres Gotay habla como si votar en una primaria fuera un acto delictivo donde hay que evitar identificarse para que no lo persigan... Hello! Acaso eso no fue por lo que lucharon los independentistas, el famoso carpeteo.

No sé a que se refiere Benjamín específicamente, pero si en Puerto Rico se persigue por ideologías el causante y el practicante de eso ha sido el Partido Popular Democrático. Ellos son los que carpetean, persiguen y destruyen reputaciones. Lo vemos en su periódico todos los días. Las investigaciones periodísticas son necesarias para descubrir la corrupción pero le aconsejo al periódico que no sea tan obvio cuando es contra el Partido Nuevo Progresista, la agenda y la persecusión es clara.

Destruir la reputación de los políticos y los partidos que representan es una agenda comunista para debilitar el poder y así ellos tener acceso, quién no sabe de política se creerá el cuento pero los que sabemos bastante, las cojemos al vuelo.

Benjamín, definitivamente estás hasta el cuello con la ideología marxista-leninista del neocomunismo bolivariano del siglo XXI, debiste haber ido a Cuba con Mario Alegre Barrios para que vieras con tus propios ojos de que se trata la falta total de democracia, de primarias del corazón del rollo del Partido Comunista Cubano que elige a los incondicionales de Fidel y el que no lo haga, va preso porque los disidentes no pueden hablar ni criticar.

En Puerto Rico se escogen los candidatos con el voto directo del pueblo, si el pueblo se equivoca tiene la oportunidad de tumbarlos en una próxima elección, en estas, que gane el mejor que desarrolló su campaña, y si ha hecho un buen trabajo pues se merece la reelección, si después de electo comete un error pues o renuncia o pierde la oportunidad de reelegirse. Así de simple.

Si en Puerto Rico las cosas no mejoran es debido a los periodistas irresponsables que actúan como aves de rapiña tratando de hacerle creer a la gente que todo está mal. Sean constructores de opinión pública que sirva para perfeccionar la democracia no para destruirla, porque si aquí pasa como en Venezuela ustedes serán los responsables y después que crean el caos, si no les gusta lo que hay, se exilian a los Estados Unidos como han hecho muchos latinoamericanos y se reunirán en la calle 8 de Miami o mejor dicho en la calle 9, porque me imagino que no querrán mezclarse con la "gusanera cubana".

Peor es que el político se perpetúe en el poder sin la oportunidad de los votantes en poder sacarlo con su voto escogiendo otro candidato como pasa en el PIP y el MUS 
¿es eso lo que tú quieres? Si no ¡sé valiente y vota! 
Es de ciudadanos responsables hacerlo 
y si no votas ¡Quédate callao! 
Que calladito te ves menos feo.
Such is Life!