viernes, 1 de enero de 2010

Sobre Puerto Rico y mi sentir como Puertorriqueña

“Estoy confiado en que la gente de Puerto Rico va a querer mantener una relación estrecha con los Estados Unidos continentales.”
BARACK OBAMA
8 de agosto de 2009
El Nuevo Día
Entrevistado por José Delgado

I. Algo de Historia

Para España fuimos, al igual que el resto de las islas del Caribe, una posesión para lograr sus planes de expansión territorial y evangelización de parte de la Iglesia Católica.

Esto sucedió en la época de la conquista cuando las naciones europeas se disputaban el poderío territorial, militar y por supuesto la riqueza que adquirían para la Corona. Una época donde los derechos humanos importaban muy poco y la población bajo el mando de la Corona de España estaba subyugada y los rebeldes luchaban por su libertad.

La Guerra Hispano-Estadounidense se desató entre España y los Estados Unidos en 1898 por la misma razón de la expansión territorial, el enriquecimiento y el poder. Los Estados Unidos fijaron su expansión hacia la región del Caribe y el Pacífico. Cuba y Puerto Rico en el Caribe y Filipinas, Las Carolinas y Las Marianas en el Pacífico.

Estados Unidos emergía como una nación en desarrollo que buscaba posicionarse como potencia mundial y España luchaba por mantener su poderío que ya estaba en decadencia.

La explosión del buque de guerra Maine anclado en la bahía de La Habana el 15 de febrero de 1898 fue el principio de una serie de sucesos que desencadenaron en esta guerra. España negó que fuera responsable del hundimiento pero Estados Unidos acusó a España y le exigió la retirada de Cuba.

Los resultados fueron que Cuba lograra su independencia, España cede a Puerto Rico, las Filipinas y Guam a Estados Unidos por 20 millones de dólares y el final del Imperio Español.

Puerto Rico cambió de ser una colonia española para ser una posesión de los Estados Unidos quienes nos vieron como un punto estratégico de defensa y a su gente como nuevos miembros de su ejército al otorgarnos la ciudadanía. Una de cal y una de arena para los puertorriqueños pues por un lado nos encaminaron hacia lograr un gobierno propio organizado, una posición económica mejor y la libertad para desarrollarnos como individuos pero por otro lado nos han mantenido en un estado de desigualdad política donde nos hemos sentido relegados como pueblo y no participamos en la toma de decisiones en Washington.

Esta situación ha sido en mi opinión una oportunidad para los socialistas, independentistas y populares, aprovechando esa fisura y distorsionar la historia. Aunque soy muy ilusa en pensar que Estados Unidos tiene buena voluntad para los puertorriqueños o que nosotros no hemos pedido abiertamente y sin dudas la Estadidad, lo cierto es que no nos han demostrado un interés genuino al usar subterfugios para no resolver el problema de status en Puerto Rico. Es una realidad que hay políticos norteamericanos que no nos quieren pero esas personas son transitorias y sus opiniones responden a sus propios intereses e ideas. Nuestro estatus no es importante para el Congreso pues no les representa un escollo para sus estados representados. Por otro lado los cabilderos pagados por el Partido Popular han buscado la manera de entorpecer el proceso y los estadistas llevan una lucha estilo David contra Goliat por lograr la estadidad a la que tenemos derecho. En fin es el cuento de nunca acabar.

No tengo idea de cuando se resolverá la situación, si Puerto Rico logrará ser el Estado 51 o por el contrario por esas sorpresas de la vida nos den la Independencia para suerte de los socialistas. Lo cierto es que el político que se proponga resolver este viejo problema será un héroe para muchos y un traidor para otros. Un ejemplo de esto se llama Pedro Rosselló, un hombre que a pesar de que nunca lo acusaron de corrupción fue tanto lo que le dijeron corrupto que al día de hoy todavía muchas personas lo creen, esto es un ejemplo de lo que pueden hacer los antiestadistas cuando se proponen destruir al adversario con el apoyo de la prensa.