martes, 15 de mayo de 2012

Voto Boricua: bueno en la Florida pero negado en Puerto Rico


“Florida decide elecciones presidenciales. Si no me creen, pregúntenle a Al Gore el porqué no fue Presidente en las elecciones del año 2000”...
... “Hay 1,473,920 latinos registrados para votar en el estado de Florida. Según el Pew Hispanic Center, el 29% de esa masa electoral es puertorriqueña, mayormente viviendo en Florida Central, el epicentro de la competencia electoral. En las últimas elecciones presidenciales, el presidente Obama ganó 57% del voto hispano de la Florida y el 65% del voto puertorriqueño. O sea, dos a uno sobre el candidato republicano John McCain. Según una encuesta reciente de Univisión, dos tercios (2/3) de los puertorriqueños de la Florida votarían a favor de la reelección del presidente Barack Obama. Ya viven sobre 850,000 boricuas en todo el estado y han llegado a estimar en 1,000 puertorriqueños los que mensualmente buscan establecerse como residentes de la Florida. En un espacio de 10 años, la población de puertorriqueños aumentó en un 86%. 
Obama conoce esos números muy bien; 
y Mitt Romney también.”
Roberto Pratts
Tesoros de la Florida
18 de abril de 2012 - Opinión - Roberto L. Prats, abogado

Enero 2011

Roberto Pratts con Chelsey Clinton en Puerto Rico

¡Ay Roberto Pratts! Todavía no acabo de entender tu razonamiento. Por un lado te “raspas el pellejo” representando a los demócratas puertorriqueños en la isla, buscando donativos millonarios, promueves el que los candidatos vengan a hacer campaña en primarias de cara a la Convención Demócrata pero para la elección más importante y definitiva, te opones a que los puertorriqueños voten. ¿Qué pasa? ¿Somos buenos para una cosa pero no para la otra? ¿Qué nos ha traído el Estado Libre Asociado hasta ahora? ¿Hemos resuelto nuestros problemas?


Esta actitud es imcomprensible para los estadistas que vivimos en Puerto Rico y participamos de las primarias presidenciales y deseamos insertarnos a ese sistema electoral que tanto necesitamos para conseguir la protección bajo esa sobernía y participación responsable para aportar a lo que necesitamos para esta isla.

¿Por qué te opones a esto? ¿Existe alguna razón convincente para que los estadistas podamos entender tus posturas?

Juzgue usted...

14 de mayo de 2012
La admisión de un estado hispano
HERNÁN PADILLA
Aunque el inglés es el idioma público y cotidiano en el cual se vive y desarrolla comercial y colectivamente un estado federado, la cultura y nuestro vernáculo, de los cuales nos sentimos orgullosos, son rasgos positivos para nuestro ingreso a la Unión. Ya existen varios estados con origen y ancestros hispanos (Colorado, Montana, Nuevo México, Arizona, Texas, Florida y California).

En su mensaje de presupuesto, el gobernador Luis Fortuño dijo: “Nuestra visión para un futuro de oportunidades para nuestros niños está anclada en el convencimiento de que para poder alcanzar sus sueños es fundamental que dominen perfectamente no sólo las destrezas básicas de matemáticas y ciencias, sino también el español y el inglés. Es un asunto de igualdad de oportunidades para todos nuestros niños”.

Se comprometió a implantar el abarcador programa “Generación bilingüe” para lograr que en un plazo de diez años todos y cada uno de los niños que se gradúan de escuela superior en Puerto Rico hablen perfectamente ambos idiomas, con pleno dominio de los dos, el español y el inglés.

Cabe reafirmar que la falta de dominio del inglés perjudica a la juventud puertorriqueña, graduados de escuelas o universidades cuando solicitan empleos.

Por otro lado, la Constitución de los Estados Unidos de América provee los mecanismos para que Puerto Rico haga la transición y se convierta en un estado de la Unión.

La consecución de la estadidad está enmarcada en el proceso político, en el respaldo de los grupos y esferas de poder a nivel local y nacional, en la voluntad del Congreso y del presidente y en una política pública presidencial que respalde este status.

De éstos emana la gran importancia del próximo plebiscito, para iniciar finalmente el proceso de activismo político hacia una petición de admisión como estado de la Unión. Si la mayoría en Puerto Rico respalda la estadidad, nada ni nadie podrá impedirlo, aunque podrían intentar retrasarlo.

Una vez la mayoría de los puertorriqueños respalde la estadidad, Puerto Rico debe solicitar su admisión como estado. Si fuera necesario, Puerto Rico, por su cuenta, elegiría dos senadores y cinco congresistas y los enviaría a reclamar sus posiciones como representantes electos, para que sean reconocidos oficialmente como miembros de igual rango en el Congreso, tal como lo hizo Tennessee cuando pidió admisión como estado.

Esa estrategia se conoce como el “Plan Tennessee”.

Anticipamos que el proceso conllevará negociaciones sobre las condiciones y periodo de transición que requieran el Congreso y Puerto Rico, pero el Congreso no puede rechazar la estadidad, porque nuestra aspiración constituye el reclamo y la lucha por lograr la igualdad de los derechos civiles de sus conciudadanos americanos en Puerto Rico.

De la misma manera que con otros estados que han ingresado a la Unión, el Congreso dentro del marco constitucional podría imponer ciertas condiciones para ingresar, tales como un proceso de transición económica organizado y la enseñanza de inglés en las escuelas públicas (como fue la experiencia en Nuevo México, Arizona y Oklahoma).

Por nuestra parte, como estado, la Constitución le garantizaría a Puerto Rico el poder y la autonomía para el inglés y el español como idiomas oficiales, tal como dicta la Constitución de Puerto Rico.

No podemos ignorar que la experiencia de más de un siglo durante el cual nos hemos integrado y somos parte de la cultura americana, nos demuestra que Puerto Rico ha podido mantener su cultura, costumbres, idioma e idiosincrasia bajo la bandera americana.

Puerto Rico ingresaría como estado caribeño-antillano bilingüe a Estados Unidos para que continúe enriqueciéndose como nación y como pueblo.

La Constitución, la bandera monoestrellada sobre un fondo azul y el himno del estado de Puerto Rico, “La Borinqueña” de don Manuel Fernández Juncos, continuarían distinguiéndonos como pueblo puertorriqueño.


A los puertorriqueños no han intimidado con el inglés, nos han saboteado el aprendizaje para después controlarnos con miedo de que vamos a perder nuestra identidad y el idioma, ¡mezquinos! Esto simplemente lo que ha causado es troncharle las oportunidades a los pobres de superarse, con todo y eso quien emigra al “maindland” logra superar los miedos, habla y perfecciona su inglés sin problemas.

¿Qué importancia tiene el voto?



Mucho más de lo que pensamos, significa democracia, significa dignidad, significa aportar y participar, significa darse a respetar.

Roberto Pratts, si para tí es tan importante el Partido Demócrata, únete a la causa estadista, el Partido Popular dejó de ser el partido que busca una estrecha relación con los Estados Unidos como desea Barack Obama. 
Tú lo sabes mejor que nadie.

En este próximo plebiscito vota por la mejor alternativa que nos puede traer beneficios, respeto y dignidad.
¡ESTADIDAD AHORA!
Such is Life!