"Un grupo de la mafia cubana en los Estados Unidos, ¿por qué le están quitando los derechos al pueblo estadounidense de viajar a Cuba? Eso no es justo. Ustedes son millones de personas contra una pequeña mafia de personas sin escrúpulos... Estamos luchando por los derechos de los cubanos y los derechos de los estadounidenses".
Mariela Castro
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Mariela Castro fue a los Estados Unidos a despertar
sentimientos dolorosos a un exilio cubano que no merece tanta mezquindad.
Como este blog busca la verdad, esta carta es la triste
verdad de un exilio que ya no sabe cómo más hacerle entender al resto del mundo
que los Castro son unos asesinos y delincuentes. Pero no hay peor ciego que el
que no quiere ver.
Para el récord...
Publicado el 05-26-2012
Carta de Agustín Acosta a Mariela Castro
Mariela:
Soy un simple miembro de la mafia de Miami. Comparto algunos
datos biográficos para que sepas quien te escribe. Mi bisabuelo llegó a Cuba
cuando los españoles todavía gobernaban y, después de pasar toda su vida
trabajando de sol a sol en los ferrocarriles, pudo ahorrar para comprar siete u
ocho casas de alquiler que le dejó a sus dos hijas, al morir.
Yo nací el año en que tu tío y tu padre comenzaron a robarse
toda la nación cubana. No sólo se robaron las casas de mi abuela, sino también
se robaron todas las demás propiedades de los cubanos. Fincas, comercios,
industrias, bancos, casas y apartamentos fueron todos robados por dos vagos que
nunca antes habían conocido el fruto de su propio trabajo.
Se robaron, además los sueños y esperanzas de millones de
cubanos, cuyas familias dividieron y cuyas vidas destruyeron.
Después, tu tío y tu padre se dieron a la tarea de
encarcelar a muchos de nuestros padres, tíos, hermanos, amigos y vecinos. A
miles de ellos los ASESINARON sin celebrarles un juicio.
Otros cumplieron decenas de años encerrados en cajas de
concreto. Después forzaron al exilio a cerca de tres millones de nosotros.
Los más afortunados, como yo, pudimos tomar un avión con lo
que llevábamos puesto. Pero hubo otros que trataron de escapar por mar de las
monstruosidades de tu familia inmediata y se ahogaron. Algunos también fueron
masacrados en la huida, como los mártires del remolcador 13 de Marzo, a quienes
tu padre y tu tío mandaron a matar. En ese barco murieron muchos niños como tu
bien sabes. Mientras tú y los tuyos bebían champán rosado que compraban con
dinero robado, muchos balseros tuvieron que beber su propio orine para no
enloquecer.
Antes de insultar a los cubanos de Miami, mira antes a tu
familia. Es una familia integrada mayormente por delincuentes de la peor
calaña, aunque hago excepción de tu tía Juanita y tu prima Alina.
Por tus venas, las de tus hermanos y primos, corre la sangre
de dos monstruos asesinos que han tiranizado a un pueblo por más de medio siglo
y han exportado la muerte y el luto a decenas de países mediante guerrillas
terroristas. Tus ancestros, Mariela, después de vender sus almas a Satanás, se
prostituyeron con sus amos rusos y casi llevaron al mundo a un holocausto
nuclear. Tu madre también supo vivir muy cómodamente ostentando bienes robados
y disfrutando de una vida opulenta en sus viajes al extranjero para comprar
caras mercancías con dinero ensangrentado proveniente del narcotráfico.
Ensangrentado tanto por los que murieron por el uso de esas drogas, como por la
sangre de Ochoa y De La Guardia, asesinados por tus parientes después de
haberse enriquecido con las ganancias de los carteles. Con que moral puede
insultar a la gente de Miami alguien que pertenece a la familia mas
representativa del engendro diabólico.
Esa mafia, a la que orgullosamente yo pertenezco y tú
desprecias, fue la que hizo Miami, mientras tus progenitores destruyan Cuba.
Mientras ustedes negaban atención médica a los cubanos que no tenían dólares en
la isla, la mafia fundo muchas clínicas y hospitales en Miami. Mientras ustedes
cerraron todos los medios de prensa que había en Cuba para que no denunciaran
vuestras atrocidades, nosotros, la mafia, abrimos más de una docena de
estaciones de radio y canales de televisión en esta ciudad para proclamar la
verdad. La mafia construyo escuelas para educar mientras ustedes envenenaban en
las escuelas cubanas con esa podredumbre llamada marxismo. Cuando ustedes
enviaban cubanos armados a matar africanos o bolivianos, la mafia enviaba a sus
mejores médicos a curar enfermos en países del hemisferio afectados por
desastres naturales. Ustedes allá seguían asesinando, torturando y encarcelando
y nosotros, la mafia, los denunciábamos en las Naciones Unidas hasta lograr que
los condenaran ano tras ano por múltiples violaciones de derechos humanos.
Ustedes forzaban a los balseros a ahogarse en el mar mientras la mafia no tuvo
más remedio que organizar a los Hermanos al Rescate para salvarlos. Y tu padre
y tu tío volvieron a ASESINAR, esta vez a cuatro de ellos.
De ahora en adelante, cuando vayas a hablar de nosotros,
mírate primero en el espejo para que veas a que estirpe perteneces. Eres de la
misma estirpe que masacro a millones de chinos durante la revolución cultural.
De la misma estirpe que extermino a miles de rusos en el Archipiélago Gulag. Es
la estirpe del Diablo, querida Mariela, a quien tu padre y tu tío han jurado
una fiel alianza, por lo que ya se han convertido, ambos, en inminentes
residentes de los recintos infernales. No te dejes engañar por las bendiciones
de prelados terrenales de la Iglesia porque la justicia verdadera les aguarda a
todos ustedes en el más allá. A ti no te podemos condenar por llevar el
apellido Castro. Eso seria muy injusto porque no escogemos a nuestros padres.
Pero si te podemos condenar por defender y respaldar la más brutal y asesina de
todas las dictaduras que ha conocido el hemisferio desde 1492.
Cuando regreses a Cuba, asegúrate de darle muchos besitos y
cariñitos a tu padre Raúl y al tío Fido porque se les acerca el final, no vaya
a ser que un DIA despiertes y te enteres que les paso lo mismo que a Mubarak,
Milosevic, Husein o Khadafi. Los que a hierro matan, a hierro mueren y ellos se
merecen mucho más que eso. Ese día, la mafia festejará. Feliz viaje de regreso
al infierno en que los tuyos han convertido a Cuba, sabandija.
Agustín Acosta
Mariela, demasiada tolerancia ha tenido esta mafia como tú le llamas de no provocar una cacería contra tu padre y tu tío, el mundo espera sus muertes, eso sí es tolerancia, permitir que la naturaleza haga lo suyo, así es que no zarandees mucho el palo porque puedes correr la misma suerte, quizás tengas algún apoyo pero no todo el mundo te quiere. Nadie te envidia todo lo contrario, das pena por patética.
Such is Life!