martes, 2 de diciembre de 2014

Neutralidad periodística boricua


Jorge Ramos no lo pudo haber dicho mejor: 
“Bien, listo, por ahí creo que no voy a llegar a ningún lado”. 
Palabras con luz. Con líderes así, que no saben ni donde viven, no vamos a llegar a ningún lado sin importar afiliación partidista y política.
Alejandro García Padilla no sabe si vive en un territorio americano
Por Gamaliel Ramos | 30 June 2011


¿Se acuerdan?
Gracias a la prensa neutral boricua, después de la década perdida, hoy tenemos al Partido Popular ¿Democrático? gobernando otra vez y haciendo lo que les da la gana... 


Hay pájaros que se quedan en la jaula 
aunque tengan la reja abierta
(Esto se lo escuché a un periodista puertorriqueño —que estoy seguro que no quiere que la identifique— cuando le pedí que me ayudara a entender el estatus político de la isla.
Jorge Ramos
Puerto Rico, ¿la isla indecisa?

Vaya, al menos sabemos que es mujer...

En estos días de “crudita”, impuestos, mentiras y engaños del gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, mejor conocido como AGaPito, el rol de la prensa colonial ha sido más neutral que de costumbre.

Los periodistas, muy abanderados en contra del PNP en el pasado, se han mantenido muy “neutrales” para defender los intereses del pueblo que ya está harto de tanto abuso e infamias de un gobierno que pretende favorecer a sus amigos del alma con contratos, darse vida de reyes, usar las utilidades de agua y luz, sin intención de economizar y peor aún, no pagar la deuda, todo esto a costillas de las contribuciones e impuestos que le quieren espetar a la clase trabajadora porque a los ricos le garantizan conseciones de todo tipo, supuestamente para que inviertan y creen los 50,000 empleos que prometieron, pero que tampoco han cumplido.

¿Qué la crisis la paguen los ricos? ¿En serio?


Quien lo creyó, me da mucha pena pero sepan, el gobierno no crea empleos, quien los crea es la empresa privada si los gobiernos le permiten y facilitan el crear empresas sin sabotaje gubernamental, eso es “Capitalismo 101”.

Ninguna de las promesas que ofreció el hoy gobernador en la pasada campaña política las ha cumplido, ni tan siquiera atender el problema del estatus donde el pueblo votó y se vio un resultado más que claro. Dijo que atendería el asunto en los próximos seis meses y estamos al segundo año de su mandato y nada.

Por todo esto y muchas más, tengo que incluir en esta entrada la columna de un periodista que admiro, he leído sus libros y me parece un hombre que antepone su integridad periodística frente a cualquier político que quiera hacer daño. Un ejemplo a seguir en Puerto Rico pero me imagino que los orgullosos periodistas boricuas jamás admitirán que hay otros que lo hacen mejor que ellos, total, ellos denunciaron a Pedro Rosselló ante la SIP ¿verdad Benjamín?

Sigan sus consejitos, a lo mejor se pueden reinvindicar con un pueblo que ya no le cree a sus medios de prensa y por eso no tienen respeto ni credibilidad...


No seas neutral
JORGE RAMOS ÁVALOS
12/01/2014
Amo ser periodista. Es la única profesión en el mundo que tiene como descripción el ser rebelde e irreverente. Es decir, el periodismo te obliga a ser joven toda tu vida. El escritor colombiano Gabriel García Márquez tenía razón: es el mejor oficio del mundo. Pero podemos y debemos usar el periodismo como un arma para un mejor propósito: la justicia social.
Lo mejor del periodismo se da cuando nos atrevemos a tomar postura, cuando cuestionamos a los que están en el poder y evitamos que abusen de su autoridad, cuando denunciamos una injusticia. Lo mejor del periodismo ocurre cuando tomamos partido con las víctimas, con los más vulnerables, con los que no tienen derechos. Frente al abuso del poder, el periodismo tiene que ser contrapoder.
Creo en los principios básicos del periodismo. No tengo nada en contra de la objetividad y el balance. Eso tiene que ser como un reflejo: ser obsesivo con los datos y presentar todos los puntos de vista. Sin embargo, eso no es suficiente para contar toda la verdad.
Frente a los poderosos, debemos tomar partido. Si tenemos que escoger entre ser amigo o enemigo del presidente, del político, del general o del dictador, la decisión es muy sencilla: soy reportero, no quiero ser tu amigo.
Cuando me toca hacer una entrevista con alguien importante, siempre doy por hecho dos cosas: una, que si yo no le hago las preguntas duras e incómodas nadie más lo va a hacer; y dos, asumo que nunca más volveré a ver y a entrevistar a esa persona. Las peores entrevistas que me ha tocado ver son cuando el periodista trata de quedar bien y hace preguntas flojas para mantener su acceso a sus fuentes. Eso es autocensura.
Estoy a favor del periodismo con un punto de vista. Se vale tomar una posición antagónica antes de una entrevista o reportaje. Esa es una decisión moral. Es perfectamente válido el no ser neutral. Nuestro oficio no se da en un vacío. Tenemos opiniones y códigos de ética —por la democracia, por la libertad, por la pluralidad— y eso debe estar reflejado en nuestro trabajo.
Hay grandes ejemplos de valientes periodistas que decidieron no ser neutrales y enfrentaron al poder. Edward R. Murrow luchó contra el prejuiciado senador Joe McCarthy, Walter Cronkite contra la Guerra de Vietnam, y los reporteros del Washington Post en contra del corrupto presidente Richard Nixon. Christiane Amanpour se peleó con el presidente Bill Clinton por su cambiante posición en la guerra en Bosnia y Anderson Cooper demostró la incapacidad del presidente Bush tras el paso del huracán Katrina. Gracias a estos periodistas, los poderosos no se salieron con la suya.
Ahora nos toca a nosotros denunciar la sanguinaria y casi eterna dictadura de los Castro en Cuba, y los asesinatos de estudiantes en México y Venezuela con complicidad de sus gobiernos. Igual nos tocó en su momento enfrentar al presidente Barack Obama por no cumplir su promesa migratoria y por deportar a más de dos millones de indocumentados, y al líder republicano, John Boehner, por la hipocresía de decir que estaba a favor de una reforma migratoria y (al mismo tiempo) bloquear un voto en la Cámara de Representantes.
No creo en ser partidista. Soy fieramente independiente. Pero como periodistas, hay que tomar partido. Como lo dijo el sobreviviente del Holocausto y ganador del premio Nobel de la paz, Elie Wiesel: “Debemos tomar partido. La neutralidad solo ayuda al opresor, nunca a la víctima’’.
Lo peor en nuestra profesión es cuando nos quedamos callados ante una injusticia o abuso de poder. Tristemente nos quedamos callados antes de la guerra de Irak y, por lo tanto, murieron innecesariamente miles de soldados norteamericanos y decenas de miles de civiles iraquíes.
No soy menos periodista por tomar una posición. Al contrario. Hay veces en que la única manera honesta de hacer periodismo es dejando de ser neutral y confrontando a los poderosos. El silencio es el peor pecado en el periodismo. No seas neutral.
Posdata. Aquí está el discurso dedicado a los periodistas asesinados recientemente en Siria y en México: “Ustedes fueron nuestros ojos; ahora son parte de nuestra alma”. http://t.co/Odd1hLYPSm
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/article4224695.html#storylink=cpy
 ¡Qué bombón! 
Porque a nadie le amarga un dulce...
¿Qué te parece Benjamín? 
¿Van a seguir siendo neutrales para después buscarse un guisito en un puesto en el gobierno o hacerle las relaciones públicas a alguien por un sueldo muy jugoso?
¡Nah! Es que es mejor ser neutrales... Yeah right!
Con un Centro para la Libertad de Prensa financiado por GFR Media, que dentro de sus intereses está mantener la colonia, no les conviene, porque podrían quedarse sin trabajo, lo mismo que le pasó a Jorge Ramos en México.
¿Y después nos preguntan 
por qué queremos ser estado?
Such is Life!