“Tengo la impresión de que
cuando los jueces tengan la
discreción, dependiendo del acusado que tengan de frente, en esa misma medida
la decisión de si representa peligro o no puede variar”
Lcdo. Carlos Ramos
Experto en Derecho Constitucional
19 de julio de 2012 - El Nuevo Día
Menos justicia para el pobre
Por Yanira Hernández Cabiya
Ven una amenaza a los derechos civiles
El Nuevo Día publica hoy y lo pone en primera plana con el
titular “Vulnerables los más pobres”, la noticia habla sobre el caso de Jordan
Ayala que fue acusado injustamente. Me parece que la periodista se queda corta
en su reportaje.
Obviamente la consulta del derecho a la fianza no tiene el
respaldo de la prensa colonial en Puerto Rico como lo señala Luis Dávila Colón
en su columna Alcahuete de Asesinos donde dice “Hace décadas apunté que este
País es el mundo bizarro, donde todo está de cabeza y al revés. Tomemos la
defensa a ultranza que el periodismo imperial, el Partido Popular y los
sectores de izquierda han planteado para proteger los derechos civiles de los
criminales.”
Preocupa, claro que preocupa cuando vemos hoy a ese mismo
periódico publicando un perfil del hijo del Juez Casellas, como si el hombre
fuera un portento de la sociedad boricua cuando existen declaraciones de
personas y vecinos diciendo que el hombre es de mecha corta, bebe y se
emborracha irresponsablemente y que ha amenazado a varios con sus armas de
fuego incluyendo al gobernador. En Puerto Rico basta ser hijo, familiar o amigo
de la selecta, rica y roja comunidad judicial para salir bien no importa que
haya hecho.
Lo vimos en el caso de Aníbal Acevedo Vilá y ahora con Pablo
Casellas. No hay nada mejor que un día detrás del otro para darnos cuenta de
que la “Justicia Roja” vive en Puerto Rico hoy más que nunca.
“Yo no quiero pensar que porque esto resulta ser un caso de
mucha opinión pública porque resulta ser la esposa del hijo de un juez o una
familia acomodada se le va a dar más interés”
Alejandro García Padilla
Tilda de ‘excesiva’ atención a asesinato
18 de julio de 2012
Maricarmen Rivera Sánchez, EL VOCERO
Estas declaraciones del candidato popular demuestran una vez
más que la justicia roja pretende hacernos creer de que ellos están del lado de
los pobres. ¡Mentira!, lo que están tratando es de empastelar el asuntito del
hijo del juez.
¿Dónde está el respeto a la ley? ¿Dónde está la vergüenza, la
verticalidad y la honestidad de una clase judicial que se jacta de ser pulcra y
permite que al hijo del juez lo traten con guantes de seda?
El programa de La Comay y su creador Kobo Santarosa, ha sido
el único que ha puesto bajo la lupa del ojo público de los mortales,
incongruencias en el caso Casellas-Paredes y hasta se habla de alteración de la
escena. Esto en mi opinión demuestra una vez más que en la colonia
puertorriqueña no hay justicia para el pobre, claro que no, pero tampoco existe
la verdadera justicia que se supone exista en una verdadera democracia.
Para empezar los que hacen trabajo forense no se dan a
respetar ante un juez federal, demostraron que le temen y que le quieren hacer
el favor de no implicar al a todas luces sospechoso, porque oígame, para que
inventar y mentir si usted no fue. Este señor demuestra que es todo un actor
desajustado mentalmente que necesita un siquiatra a su lado, además de su
abogado para enfrentar este penoso episodio de violencia.
Por estas mismas razones el caso de Lorenzo tampoco se ha
esclarecido así como muchos otros, demasiados casos sin resolver por falta de
profesionalismo y entrega de unos empleados públicos que se rinden ante la
autoridad roja de un poder judicial ¿Qué es esto? Esto para mí es la más burda
corrupción de una sociedad que se pretende proyectar como del primer mundo.
En Puerto Rico la justicia no es ciega y el derecho a la
presunción de inocencia obviamente es para los ricos no para los pobres. Si
eres hijo de un juez eres inocente hasta que se te pruebe lo contrario, si eres
negro y pobre, eres culpable hasta que se te demuestre lo contrario, y si esa
justicia no llega, mala suerte, te jodistes.
A nivel estatal
son muchos los casos que no llegan al Tribunal, otros caducan, otros se caen
porque los fiscales no hacen bien su trabajo, además de que hay muchos abogados
que saben muy bien como sacar a sus clientes libres. Vamos, no seamos ingenuos,
ser abogado de defensa criminalista paga muy bien, ¿y quién tiene la “pasta”,
la “torta” o como le quieran llamar? porque el pobre no es.
A pesar de que a nivel federal es otra cosa, resulta que
depende de quien sea, sale bien, el mejor caso es el de Aníbal Acevedo Vilá, 24
cargos y sale no culpable. ¿Casualidad? No, Aníbal tenía al juez federal
Casellas de su lado. Movió todos sus contactos judiciales, no renunció para no
perder poder, consiguió millones para pagarle a Mr. Green, y siempre creeré que le
pagó al jurado porque en un sistema corrupto todo es posible. Aníbal no era
pobre, es popular, a pesar de que nos quiso tratar de convencer de que sólo contaba con su
familia, su tía Lola y sus dos perros.
Por eso no nos podemos extrañar de que Puerto Rico viva en
tiempos turbulentos, la cúpula del PPD, se nutre de muchos jueces, abogados,
periodistas, altos oficiales en compañías de seguros, bancos, etc. etc. Una
élite social exquisita y muy cerrada que sólo acepta entrada a los suyos y a
los nuevos ricos con precondiciones.
En Puerto Rico el pobre no tiene derechos aunque los
periodistas se empeñen en informar la verdad desde otro punto de vista. En esto
la culpa no es del gobernador Luis Fortuño y el PNP, son víctimas también de
una sociedad clasista roja que no permite que otros sobresalgan aunque hagan
algo bueno por el país. Los mortales estadistas nos llevamos la peor parte
porque, como muy bien dice el refrán, somos hijos de un dios menor.
Siempre me pregunto bajo culaquier situación comprometedora
que ocurra en Puerto Rico ¿Si la persona fuera estadista cómo reaccionaría la
sociedad boricua? Créanme es una pregunta que ayuda a entender muchas
incógnitas porque lamentablemente en la Isla del Encanto todo se ve a travéz
del cristal político y la culpa no es del PNP.
Esta situación que vivimos en estos días donde claramente se
ve que el que tiene padrino se bautiza es razón más que suficiente para pedir
un cambio de estatus. Si nos equivocamos y permitimos ser una república
independiente estaremos a merced de que la justicia roja se engrandezca más de
lo que ya es y entonces el pobre será más indefenso ante una sociedad roja que
demuestra ser indolente con el pobre y que tienen patente de corso para ser
canallas. No se asombren, basta ver lo que pasa en América Latina para llegar a
pensar que en Puerto Rico ese escenario será igual porque quien quiere la
independencia o el ELA soberano como lo quieran llamar aspira a que Puerto Rico
sea la pieza que le falta al rompecabezas de la Patria Grande.
Hoy más que nunca creo en que
Carlos Romero Barceló
tiene
razón en decir
“la Estadidad es para los Pobres”
Such is Life!