viernes, 27 de julio de 2012

Estadidad: un ideal con los mismos argumentos en contra


No hay que confundir la política ciencia con la política bastarda que desgobierna en vez de gobernar, inventada para el uso y provecho de unos cuantos señores a quienes convendría que los pueblos vivieran eternamente en santa ignorancia
José Celso Barbosa
Médico, Periodista, Político y el Padre de la Estadidad


No es lo mismo el ideal de estadidad, esa política ciencia de la que hablaba José Celso Barbosa, cuyo natalicio conmemoramos y celebramos los estadistas hoy, que los diferentes credos de la política bastarda que la prensa colonial expone en su periódico simplemente porque no son estadistas. Si bien es cierto que lo que se discute en el Congreso cada vez que se expone el tema de la estadidad para Puerto Rico porque son issues políticos, es el idioma, el olimpismo, las misses, las temidas contribuciones federales, taxes, taxes, taxes ¿se acuerdan?, el falso nacionalismo de la defensa de la cultura y el combate a nuestra americanización, y la más contundente, la supermayoría que se necesita para entrar a la Unión en buena lid, la realidad es que se quedan cortos.

Juzgue usted...

27 de julio de 2012
El Nuevo Día
Un ideal, 
diversos los credos 
La lucha por la estadidad ha enarbolado tantas banderas como líderes la han impulsado
Por Keila López Alicea 

Y JOSé A. DELGADO
En inglés o en español, con aumentos en las tasas contributivas para los ciudadanos o con un mejor acceso a fondos federales para Puerto Rico, el tono de la visión con la cual el Partido Nuevo Progresista (PNP) ha promovido la estadidad ha variado tanto como la personalidad de los líderes políticos que la han impulsado.
“La visión de lo que es la estadidad ha cambiado mucho. Este es un proceso que ha ido evolucionando a medida que las personas han comprendido que su reclamo de derechos ciudadanos es un proceso político democrático en el que podemos participar sin intermediarios”, aseguró el director de campaña del Partido Nuevo Progresista (PNP), Ángel Cintrón, en la coyuntura de la celebración -hoy- del natalicio del doctor y prócer estadista José Celso Barbosa.
Cuatro décadas han pasado desde que el PNP nació y su fundador, Luis A. Ferré, comenzó a defender el credo de que en un Puerto Rico como estado 51 no debe desaparecer la identidad puertorriqueña.
Desde entonces, la llamada “estadidad jíbara” ha sido el marco de referencia para los discursos a favor de la plena integración a Estados Unidos, explicó el abogado estadista Domingo Emanuelli.
“Ferré establece que la estadidad se podía dar y se debía dar con el idioma español, con las costumbres que nos caracterizan como pueblo”, señaló el letrado.
Nacionalismo
El exsenador penepé Orlando Parga indicó que los líderes estadistas actuales defienden precisamente la visión de una estadidad con matices de nacionalismo, donde enfatizan el orgullo patrio y la noción de lo que es ser puertorriqueño, en un discurso empleado para rechazar la idea de que la estadidad mataría la cultura boricua.
El gobernador Luis Fortuño ha expresado que le tocará al Congreso y al Comité Olímpico Internacional (COI) determinar si Puerto Rico puede mantener su representación deportiva internacional.
Durante el debate de marzo de 1998 sobre el proyecto de status del republicano Don Young (Alaska), sin embargo, el pleno de la Cámara baja federal rechazó (413-2 y 406-13, respectivamente) enmiendas del demócrata Luis Gutiérrez dirigidas a establecer que, con la estadidad, Puerto Rico pudiera mantener su Comité Olímpico y tener el español como único idioma oficial.
Olimpismo
Otras voces más pragmáticas dentro del PNP, han planteado que, como estado, Puerto Rico pudiera lograr una autorización especial para competir en eventos deportivos internacionales en que Estados Unidos no participa, como en los Juegos Centroamericanos.
“No debemos poner por encima de la calidad de vida de Puerto Rico una representación olímpica ni los concursos de Miss Universo”, dijo, por su parte, la exsenadora del PNP Miriam Ramírez de Ferrer.
Junto al concepto de “estadidad jíbara”, el liderato actual del PNP ha mantenido a simple vista las huellas de la visión esbozada por el exgobernador Carlos Romero Barceló en la década de 1980, en el sentido de que la estadidad “es para los pobres”.
“Hay un elemento de discrimen cuando la distribución de los recursos económicos no es equitativa. Hay unos beneficios sociales que no llegan a Puerto Rico y la gente no recibe por vivir en Puerto Rico, pero con la estadidad se tendría acceso a todas esas ayudas”, señaló, por su parte, el representante Enrique “Quiquito” Meléndez.
Las contribuciones federales
En un cambio del discurso tradicional, hay estadistas que reconocen que la estadidad supondría una mayor responsabilidad contributiva para un sector de la población. Sin embargo, Meléndez aseguró que la carga fiscal adicional sería mínima para la amplia mayoría de los ciudadanos.
“Prácticamente tres cuartas partes de los contribuyentes no van a pagar contribuciones federales (por sus ingresos). Y, una vez se inicie el proceso de transición para la estadidad, se trabajaría una nueva reforma contributiva. Todo eso se puede negociar”, agregó.
Cintrón destacó que la estrategia actual de la Palma se centra tanto en la permanencia de la cultura puertorriqueña como en destacar los recursos que recibiría Puerto Rico si se convierte en el estado 51.
“Puerto Rico no tiene que negociar ningún elemento de su identidad como pueblo. Ningún estado actual tuvo que negociar ni su cultura, ni su etnia, ni sus tradiciones”, expresó Cintrón.
Alaska y Hawai, los dos últimos territorios en ser admitidos como estado, tuvieron un cambio significativo en el perfil de su población.
 
Para el momento en que fueron aceptados como estados de la Unión norteamericana, no obstante, la migración de estadounidenses había poblado ampliamente ambos territorios y convertido a los criollos en minoría.
La supermayoría
Por años, los estadistas ha insistido en que es un cuento de la minoría el argumento de que antes de que Puerto Rico pueda ser el estado 51 de Estados Unidos, el Congreso tiene que asegurarse de que esa alternativa de status tiene el respaldo de una “supermayoría” de los residentes de la Isla.
La semana pasada, el gobernador Fortuño destacó en Washington la posición del candidato presidencial republicano, Mitt Romney, expresada en San Juan, de que si los electores de la Isla votan a favor de la estadidad promoverá en el Congreso esa fórmula de status sin condiciones de supermayoría, idioma o nivel económico.
Pero en Washington ha comenzado a quedar claro que una mayoría absoluta no será suficiente para despejarle el camino a la estadidad.
El propio presidente Barack Obama ha indicado -sin hablar directamente de una supermayoría- en que el respaldo de 51% a favor de un cambio de status no resuelve el debate.
Fortuño reconoció después de que la estadidad necesitará un respaldo “contundente”.
Hace unos meses, el congresista José Serrano, con muchos amigos en el PNP, advirtió que una mayoría de 50% más 1 puede echar hacia delante un proceso a favor de la plena anexión, pero que los estadistas requerirán una supermayoría para ratificar cualquier oferta de estadidad que pueda hacer el Congreso.
Esto es lo que se debe discutir...

¿Por qué en Puerto Rico no se habla de la libertad que tenemos gracias a que esa bandera ondea en nuestro suelo?

¿Por qué no se habla de lo que significa el pasaporte americano?

¿Por qué no se habla del sueño americano y las oportunidades de desarrollo?

¿Por qué no se habla de lo que significa ser un soldado del Ejército de los Estados Unidos de América y que significa luchar en guerras para defender los derechos de libertad de otras naciones?

¿Por qué no se habla de los derechos humanos, civiles y judiciales?

¿Por qué no se habla de libertad de culto pero si de división iglesia-estado?

¿Por que no se habla de la “estadidad es para los pobres” pero sí del mantengo de las ayudas sociales?

¿Por qué no se habla de la verdad sobre la libertad de prensa?

¿Por qué no se habla de educación individualizada y sobre cultura de trabajo para lograr el éxito en igualdad de oportunidades?


¿Por qué no se habla de la importancia del voto presidencial y de tener representación en el Congreso teniendo representantes y senadores?

¿Por qué no se habla de unidad de propósitos y de proyecto de país apoyando al gobierno?

¿Por qué no se habla de la búsqueda de la felicidad?

Porque si se hablara de todas estas cosas, seríamos estado hace mucho tiempo.

Porque los que viven en Puerto Rico necesitan saber todas estas respuestas y toda esta información valiosa que conocen los que viven en Estados Unidos pero los “grandes intereses coloniales” en Puerto Rico lo ocultan para que el resto de los mortales no puedan con su voto tomar esta importante desición.

Porque la libertad de pensamiento que tendríamos por saber todas las respuestas de las preguntas anteriores nos convertiría en seres completamente libres y soberanos.

Porque la mezquindad no puede ser peor.

Por eso mismo comparto este blog, porque la información que circula en Puerto Rico no es vasta, porque se necesita discutir mucho más de lo que están dispuestos a exponer la prensa colonial y los “analistos” políticos, porque ya está bueno de tanta bobería que ya está demasiada revolcada como para seguirla discutiendo.

Porque ya debemos a empezar a decir ¡Basta ya!
Porque ya llegó el tiempo del cambio...
¡Estadidad Ahora!
Such is Life!