Un libro que debe ser leído por todos los que no quieren que los manipulen a través del cine hollywoodense |
¿Libertad de expresión en Hollywood?
Me parece que es un asunto cuestionable.
Me parece que es un asunto cuestionable.
Juzgue usted...
... “Hollywood sigue siendo una de las fuentes principales
de promoción del Partido Demócrata y de las izquierdas ideológicas. Además de
una izquierda progresista y liberal (liberal en Estados Unidos significa ser de
izquierdas), encontramos figuras con claras simpatías por las izquierdas de
cuño totalitario como es el caso del actor Danny Glober (Arma Mortal). El mismo
ha expresado públicamente su respaldo al régimen de Fidel castro así como su
amistad con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, e integra el consejo
consultivo de la cadena de televisión Telesur.”...
Declaraciones de Katty Wittes:
"En Hollywood, si eres republicano eres una persona
mala sin importar las razones. Si eres republicano, eres el enemigo. Si no
compartes sus valores, formas parte de la lista negra"
"Los liberales en Hollywood hablan abiertamente de sus
creencias, pero no respetan a los demás. Asumen que todos son liberales y
realizan comentarios desdeñosos. Dice que los liberales presumen de ser
abiertos para discutir ideas, pero desafortunadamente, no es el caso".
"No se puede tener una discusión normal sobre asuntos
políticos sin que se acaloren. No es justo que no podamos expresarnos, no hay
libertad de expresión en Hollywood"
Reseñado en el escrito de Germán Sainz
No es fácil ser de derecha en Hollywood
Por otro lado hay artistas consagrados que son honestos,
íntegros y valientes y expresan sin vergüenza sus ideales, a esos mi respeto...
Chuck Norris
“Truthfully, I believe that Mitt has the skills and
organization to defeat Obama and stop his fundamental transformation of
America.”
Gene Simmons
KISS bass player endorses Romney 1-27-2012, reafirms
endorsement 4-4-2012
George Clooney, el "sexy star" que muchas mujeres desean ¿Sería lo mismo si fuera del Tea Party? |
Historia de la izquierda en Hollywood
Otro escrito interesante que encontré en internet es este,
lamentablemente no está identificado quien lo escribió pero no deja de ser
cierto y muy bien describe la historia hollywoodense. No hay duda, la izquierda
se apodera de frentes muy importantes para la difusión de sus ideas marxistas y
los artistas se convierten en sus tontos útiles para ganar fama y fortuna ¿no
es esto contradictorio?
Parece requisito indispensable pertenecer al ala progresista
para ser alguien en Hollywood. Pero esto obedece, más que a las convicciones, a
una agenda de relaciones públicas...
DICIEMBRE, 2006. Hace años, cuando promocionaba la cinta
Bluebreaker, se le preguntó a Robert Redford cuál era el giro político que
trataba de dar a sus películas. "No quisiera categorizar, pero si fuera
necesario los ubicaría en la izquierda", respondió el actor. "Desde
ahí puedo manejarme con más congruencia y honestidad. Después de todo, el cine
siempre ha tenido un matiz de izquierda".
Una opinión similar la da el director Robert Altman:
"Por supuesto que como cineastas debemos estar comprometidos con las ideas
de izquierda", señaló en una entrevista con Rolling Stone. "Es
nuestro compromiso con las causas y las clases populares", mientras que la
actriz y activista Janeane Garofalo lo resume de otro modo: "quien se
dedica al entretenimiento y no es de izquierda es un idiota".
La militancia de izquierda no es nada nuevo en Hollywood,
naturalmente, pues desde tiempos de Charlie Chaplin gran parte de los
guionistas, actores y productores se han manifestado simpatizantes de esa
tendencia, momento que, claro, tuvo su momento más álgido durante los años
cincuenta, etapa conocida hoy como "cacería de brujas" del senador
McCarthy (Curiosamente, cuando cayó el Muro y se abrieron los archivos de la
KGB, resultó que muchas de esas "víctimas de la paranoia" sí recibían
transferencias de la URSS para actuar como espías, entre ellos el guionista
Donald Trumbo, que participó en Espartaco).
Michael Moore in Occupy Wall Street |
Una prueba tácita de esta tendencia radica en un hecho claro
e incuestionable: ¿cuántas películas épicas recuerda el lector que Hollywood
haya filmado en referencia a la caída del Muro de Berlín? ¿Cuántas respecto a
la tiranía en Corea del Norte o que denuncien a la dictadura cubana?
La reciente invasión estadunidense a Irak exacerbó la
indignación de la izquierda hollywoodense. Durante la entrega de los Óscares en
el 2003 Michael Moore tomó atacó al presidente Bush y posteriormente el
mexicano Gael García Bernal tuvo la desafortunada puntada de afirmar que
"si Frida Kahlo viviera hoy, también estaría en contra de la guerra",
esto en referencia a alguien que toda su vida apoyó a la dictadura estalinista.
Pero finalmente cada quien es libre de creer en lo que se le
pegue la gana, aun si con ello se cae en la hipocresía más delirante. ¿Cuántas
veces no hemos sabido de esa celebridad que cobra millones de dólares por
actuación y que amargamente se queja de la "injusta distribución de la
riqueza" en el mundo o de esos directores que censuran en sus filmes el
consumismo pero que cada año cambian de auto último modelo?
La pregunta aquí es: ¿Por qué los actores de Hollywood --y
de casi todas partes; la pauta parece ser universal-- se declaran simpatizantes
de la izquierda? ¿Acaso el poseer talento artístico les da patente para
expresar lo que sea, aun si se trata de tonterías inconmensurables?
Aparte de los arriba mencionados, otras celebridades de
Hollywood que suelen manifestar simpatías por la izquierda (algo que ellos
prefieren llamar "posturas liberales" o "progresistas") se
encuentran Barbra Streisand, Julia Roberts, Susan Sarandon, Whoppi Goldberg,
Danny Glover, Warren Beatty, Nick Nolte, Jessica Lange y Jack Nicholson. Entre
los directores la tendencia es casi total: Ridley Scott, Sam Mendes, Rob
Reiner, Steven Soderbergh, Brian de Palma, Spike Lee, Martin Scorcese y David
Cronenberg, entre muchos más, se han declarado simpatizantes de la izquierda.
Por supuesto que la lista estaría incompleta sin Michael Moore.
Evidentemente esta tendencia marca, aunque suene a
perogrullada, lo tendencioso de Hollywood. No importa que muchas de estas
películas con tinte francamente izquierdista atraviesen por la indiferencia del
público. Para esos casos siempre estará la simpatía de los críticos, la mayoría
de ellos también de similar inclinación.
Debe haber otras razones. Y las hay. Detrás de esa débil
explicación, como indicaba Altman, de que se trata de películas "que
defienden a las clases bajas", existen factores bajo ese argumento
superficial. Veamos algunos.
La prensa difunde todo lo que digan. Leímos en los
periódicos todas las declaraciones del actor Sean Penn contra la guerra en Irak
y de prácticamente todos quienes asumieron posiciones críticas. ¿Pero por qué
no supimos de los actores que estuvieron a favor o al menos se mostraron
neutrales? Sencillo: la prensa no se interesa en lo que tengan que decir.
Así, las voces discordantes, entre las que destacan no sólo
Bruce Willis sino también Adrien Brody o de Robert Duvall apenas y se dejan
escuchar. Mostrar una postura no-progresista equivale a recibir el desprecio de
los medios.
"George W. Bush es un necio inculto que no tiene la suficiente materia gris para guiar el país." Woody Allen |
Y no se crea que ello viene en relación con la reciente
invasión a Irak. Ninguna otra figura de Hollywood recibió tanta atención en los
años sesenta como ocurrió con Jane Fonda. Barbarella, un filme skitch
protagonizado por ella y francamente malo recibió críticas que hubieran sido
más drásticas de no haber sido porque Fonda había mostrado sus simpatías hacia
el Vietcong y dudaba que tras la cortina de hierro existiera represión y
mordaza a la libre expresión. Cuando fue a visitar a las tropas del Vietcong
prácticamente dejó atrás en menciones periodísticas a actrices con mucho más
talento que ella. Sin embargo aquello no dejaba de ser una afrenta a su propio
país; ¿habría habido semejante cobertura si alguna figura de Hollywood visitara
la Alemania nazi durante la segunda guerra?
Resumidamente, el asumir posturas progresistas es parte de
las relaciones públicas de los actores pues es así como ganarán más comentarios
publicados en la prensa. Y si ello alimenta el ya de por sí inflado ego de
muchas de ellos, pues qué mejor.
Hay que denunciar la avaricia capitalista. No deja de ser
una gigantesca paradoja que los estudios cinematográficos más exitosos del
mundo sean de capital privado pero que con frecuencia metan zancadillas a los
estudios más pequeños y que en Hollywood hayan formado un monopolio donde no se
filma si no es dentro de sus condiciones.
Si en algún lugar impera ese "capitalismo salvaje"
es en Hollywood, con esas desigualdades en salarios que curiosamente suelen ser
motivo frecuente de denuncia en los guiones de sus películas; esa diferencia va
entre los 20 millones de dólares que cobra un actor cotizado y los salarios que
reciben los utileros, staff, maquillistas y dobles, en comparación, son
irrisorios. ¿Por qué Hollywood no ve hacia sus entrañas?
El jardinero fiel, una cinta reciente, muestra a un Ralph
Fiennes sentado, impotente, a las afueras de una multinacional. La cámara se ve
alejando hasta que el actor queda como hormiga ante el tamaño de ese mastodonte
avaricioso. Lo irónico (y patético) es que esta cinta, cuyo argumento denuncia
los trusts de las compañías farmaceúticas, fue distribuida por Universal que
es, precisamente, un conglomerado que ha devorado estudios fílmicos, compañías
disqueras, editoriales y páginas web.
Sin embargo la izquierda hollywoodense se considera un ente
alejado del resto de los mortales y por tanto su doble moral no debe verse más
que como una consecuencia de tener que moverse en un sistema capitalista. Lo
curioso del caso es que, esas mismas contradicciones son las que ha denunciado
en cintas como Erin Brokovich y Wall Street, sin que por un momento se la haya
caído la lengua, o dentro de su argot, un rollo de película.
Los filmes de corte religioso son muy convencionales y por
ello hay que evitarlos. Luego del estreno de The Passion of the Christ, varios
actores y directores manifestaron que "nunca" volverían a trabajar
con Mel Gibson con lo que creaban una "lista negra" y hacían lo mismo
de lo que ellos amargamente se quejaban en los años del "macartismo".
Y es que aparte de ello, Gibson hizo pedazos la creencia de
Hollywood mencionada al principio. Esa película no sólo dejó en evidencia que
cintas como Kill Bill, que explotan la descomposición social, con todo y los
millones invertidos en publicidad, poco o nada pueden conseguir cuando otro
tema realmente interesa a los espectadores.
Resulta extraño cómo una industria que produjo cintas tantas
cintas épicas religiosas ahora rehuya al tema de la manera más infantil y que
opte por no ganar los millones en dólares que podría recaudar con este tipo de
temas (como Gibson les mostró hace poco). Ni siquiera una figura como Juan
Pablo II les causa interés: casi como excepción, la única cinta sobre el
desaparecido pontífice es protagonizada por Jon Voight, alguien que no
simpatiza mucho que digamos con la izquierda hollywoodense.
Sin embargo los grandes estudios están impacientes por el
estreno en cine de El Código da Vinci la cual, si llega a reflejar fielmente lo
escrito por Dan Brown, su mensaje antirreligiso será, lo mínimo, controversial.
Por supuesto que una industria que se quejó de lo
"extremadamente violenta" que era La Pasión del Cristo pero que ya
piensa en filmar la tercera parte de la semigore Kill Bill no merece siquiera
el respeto del sentido común.
Danny Glover converza con Ricardo Alarcón |
Lo único que hace Hollywood es retratar la realidad de
Estados Unidos. Este es uno de los argumentos más manoseados, y aun así hace
poco lo empleó Martin Scorcese al defender su New York Gangs. De ser así ya
tendríamos por lo menos un par de películas respecto al francoritador de
Washington y sin embargo no existen proyectos a futuro. La razón es simple: los
medios remachaban que el autor era un supremacista blanco o un fanático
religioso, y sólo hasta que se supo que en realidad eran dos personas de color
el asunto fue hecho discretamente a un lado. Pero esto ocurrió en Estados
Unidos, ¿por qué entonces los grandes estudios no refrendan esta excusa común?
Aunque Hollywood suele subestimar al público, éste no es
tonto. Éste sabe que, por el afán de defender su muy particular agenda, existe
un divorcio con la realidad pues lo que Hollywood considera parte de la
sociedad norteamericana (abortos, divorcios, violencia) no dejan de ser más que
su visión muy particular así como de sus sus guionistas, algo que,
irónicamente, se ha convertido ya un cliché de la izquierda contemporánea.
Ante lo anterior no extraña que el 2005 haya sido un año
bastante malo para Hollwyood. Si exceptuamos Fahrenheit 911 de Michael Moore
--cinta que tuvo un despegue espectacular pero que a la semana cayó en
taquillas-- la politiquería hollywoodense fue menospreciada por el grueso del
público. Y si la industria persiste en lo mismo este 2006, la tunda en
taquillas podría repetir esos derroteros.
¿Pasa lo mismo con los artistas en Puerto Rico? Claro que sí, ser socialista es estar IN
¿verdad Jacobo Morales?
¿verdad Jacobo Morales?
“Mattera has done a great service with "Hollywood Hypocrites," leaping fist-first into the Octagon and taking on a keystone component of the liberal establishment in a cage match to the death. I’ll bet on him.”
KURT SCHLICHTER
No ha cambiado mucho Hollywood desde el 2006, endosaron
unánimemente a Barack Obama y ahora en el 2012 le hacen fund raisings
millonarios, y son muchas las películas en contra de la presidencia de George
Bush y sus decisiones en declararle la guerra a Irak (Green Zone – 2010) y el
desplome de la economía por culpa de Wall Street (Capitalism: A Love Story
-2009) entre otros filmes.
Pero en honor a la verdad, se han filmado películas sobre
los republicanos, Sara Palin que fue motivo de burla en la campaña del 2008,
tiene su película protagonizada por Julianne Moore (Game Change) después de
todo lo que pasó no se si la película la reinvindica o la acaba de hundir,
obvio que lo segundo porque quienes trabajan en la película son demócratas.
Steven Spielberg estrena en estos días “Lincoln” cuyo plot
describe “will focus on the political collision of Lincoln and the powerful men
of his cabinet on the road to abolition and the end of the Civil War.”
De esto lo único que puedo decir es que Abraham Lincoln es
historia, una presidencia que está muy lejos de los republicanos de hoy que
están bien desacreditados y que son tildados de racistas, anti-hispanos y que
según los demócratas no se identifican con la trayectoria heróica de ese
presidente. No se si Obama revalidará, como presidente no me ha impresionado, Estados Unidos no es un país de mantenidos, es un país de entrepreneurs, Hollywood es el mejor ejemplo, pero no entiendo todavía esta gran contradicción de los actores en respaldar ideologías castrantes y congraciarse con dictadores.
Me da mucha pena que los artistas no hayan avanzado en ser
políticamente correctos, ideológicamente honestos, respetarle las ideologías a los que piensan diferente y no discrmininar por ideología política, parece que esto jamás
será superado. La política no mezcla con el arte ni debe ser parámetro de
evaluación de ningún artista y mucho menos utilizar el cine como instrumento de
propaganda. Esto es lo correcto ¿cambiará Hollywood? Lo dudo si sigue imperando la izquierda "progresista".
Después de esto la contestación a la pregunta
¿Por qué Hollywood es de izquierda?
La contestación obvia es ¡Porque son hipócritas!
Such is Life!