viernes, 20 de enero de 2017

Oscar López Rivera... una verdad muy inconveniente para los puertorriqueños


No muchas columnas de opinión me impresionan tanto como esta que incluyo en mi espacio, primero porque la escribe un puertorriqueño y segundo porque dice una verdad que a los puertorriqueños se nos ha ocultado, porque la prensa colonial sigue empeñándose en usar la propaganda embrutecedora para manipular la opinión pública.

Desde que a Leopoldo López lo encarcelaron, pedí en este espacio el apoyo para denunciar la violación de sus derechos humanos en Venezuela, al igual que a los venezolanos de a pie y que los independentistas puertorriqueños ignoran para no confrontar a su gran aliado, Nicolás Maduro, antes Hugo Chávez.

Siéntese y lea, “An Inconvenient Truth” acerca de Oscar López, entérese sobre la propaganda a que nos han sometido y a la que yo me niego firmemente a tragarme, pero que muchos en mi partido PNP, viven ciegos, sordos y mudos para complacer a un sector que NUNCA será justo con los estadistas porque esa no es su agenda.

Juzgue usted...

Obama perdonó al guerrillero Oscar López Rivera, ahora le toca a Maduro liberar a Leopoldo
BY: NELSON ALBINO JR.

Nelson Albino Jr. es Encargado de Traducciones para PanAm Post, periodista independiente, investigador y bloguero puertorriqueño
ENE 19, 2017

Esta semana el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, conmutó la sentencia de Oscar López Rivera, un puertorriqueño que fue líder de un movimiento guerrillero que operó en el mismo corazón de los Estados Unidos en la década de los años 70 y 80, al cual se le conoció como las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN). Las FALN tenían cinco principales objetivos:

1) Dirigir la lucha armada y política de acuerdo con el principio marxista-leninista de un amplio frente que incluye a sectores populares dispuestos a unirse a la lucha armada inmediatamente.

2) La aglutinación de todas las fuerzas basadas en el principio de coordinación entre trabajo político y trabajo militar bajo la dirección de un partido integrado por combatientes asignados a diferentes tareas.

3) Aplicación del principio del debate ideológico interno, un estudio de la ideología marxista-leninista y el uso de la crítica y la autocrítica.

4) Implementación de la posición ideológica stalinista sobre el concepto de “nación” con respecto a la realidad americana.

5) Aplicación del principio de prioridad de la lucha por la independencia de Puerto Rico sobre cualquier cuestión de solidaridad interna, exigiendo un apoyo concreto a nuestra lucha armada como asunto prioritario en la lucha internacional contra el colonialismo.

Como podemos ver, las FALN no eran muy diferente a las FARC de Colombia, al Sendero Luminoso del Perú o a la guerrilla Sandinista de Nicaragua. Pero esta gente de las FALN hizo algo mucho más allá que cualquier movimiento guerrillero de América Latina hubiera podido hacer, que fue cometer actos de terror dentro de los mismísimos Estados Unidos. Esta organización guerrillera fue responsable de más de 120 atentados con bombas dentro de los Estados Unidos entre 1974 y 1983. En tan solo 9 años, lograron crear un pánico dentro de la población civil norteamericana que ningún otro grupo clandestino hubiera podido crear. Sus atentados siempre ocurrían en grandes ciudades como Nueva York y Chicago, donde hicieron varios que les costaron la vida a muchas personas y dejaron heridas a otras tantas.

Las FALN, como la gran mayoría de las organizaciones terroristas que han existido en la historia, reclutaban a jóvenes universitarios para llevar a cabo sus fechorías, ya que eran los más fáciles para manipular con su idealismo. El Sr. Oscar López Rivera era uno de esos reclutadores. Se dedicaba a preparar explosivos, los que la organización luego detonaba en sus objetivos.

Para López Rivera, su vida delictiva llegó a su fin en 1981, luego de pasar varios años como fugitivo de la justicia, cuando finalmente fue arrestado por el FBI. Fue enjuiciado por sedición, conspiración, intento de robo a mano armada y preparar explosivos, cargos que él mismo admitió y de los que se declaró culpable, pero eso la izquierda de aquella época no le gusta mencionarlo, y las nuevas generaciones nuevamente compuestas en su mayoría por universitarios idealistas, lo desconocen por completo.

Yo me pregunto: ¿Al menos un 20 % de las personas que defienden a este señor saben que su grupo buscaba implementar un sistema de gobierno stalinista en Puerto Rico?

En especial cuando la misma Unión Soviética, cuna del comunismo, buscaba borrar la marca del legado de Joseph Stalin por haber sido un dictador tan severo y sangriento.

Mientras otros grupos guerrilleros de América Latina buscaban implementar por la fuerza el marxismo cónsono al de la Unión Soviética post-stalinista, las FALN buscaban implementar el marxismo de Stalin, el más severo y represivo. Oscar López fabricaba bombas para esos fines, para promover el stalinismo, tal y como lo dictaba la filosofía de su organización.

Para alivio de las víctimas, Oscar López Rivera fue condenado a 55 años de prisión federal en los Estados Unidos. Fue condenado luego de un juicio por jurado donde se siguió el debido proceso de ley como ciudadano americano que él es, a pesar de que intentara deslegitimizar el proceso, haciéndose llamar preso político y luego le agregaron 15 años más cuando intentó fugarse de la prisión, en una conspiración que incluía asesinar a otro preso.


Obviamente un gran número de ilusos a través de los años, gracias a la propaganda a la cual los medios de comunicación tradicionales irresponsablemente se unieron, los mismos que cubrieron las noticias de los atentados, hoy lo declaran preso político, engañando a millones de jóvenes idealistas que ni siquiera saben lo que eran las FALN y se ponen a insultar y maldecir con su “tolerancia” progresista a todo aquel que ve a este señor como un delincuente y no como un “preso político”.

En 1999, el entonces presidente Bill Clinton le ofreció un indulto condicionado a que renunciara a todo tipo de lucha armada y él lo rechazó. Sus seguidores y nuevamente la prensa ignora este hecho diciendo que solamente renunció al indulto porque la oferta del presidente Clinton no incluía a otros miembros de la organización también encarcelados.

Luego tan reciente como el pasado mes de diciembre, un periódico local de Puerto Rico envió un periodista a entrevistarlo en la prisión, donde le preguntó si aceptaba un nuevo indulto condicional, a lo que respondió: “Tendría que bregar con eso cuando vea lo que está pidiendo”.

Esa respuesta de López Rivera sin duda alguna evidencia que el hombre, que ya es un anciano de 74 años de edad y que ha estado 35 años en prisión, no está arrepentido de ninguno de sus delitos, al igual que lo evidenció en 1999 cuando rechazó el indulto del presidente Clinton.


La propaganda que lo cataloga como preso político ha sido tan fuerte que múltiples figuras públicas como el senador socialista Bernie Sanders y otros miembros de la clase política tanto de Estados Unidos como de Puerto Rico pidieron por su liberación. Celebridades como el cantante puertorriqueño, simpatizante del chavismo, René Pérez, del grupo Calle 13, también pidió por su liberación y hasta el mismo papa Francisco.

No podemos olvidar cuando Nicolás Maduro le dijo al presidente Obama que si liberaba a Oscar, él liberaría a Leopoldo López. Obviamente, la Casa Blanca rechazó la oferta del dictador venezolano pero ya que hoy la liberación de Oscar López Rivera es una realidad, ahora le toca a todos los que hicieron ruido para que lo liberaran, hacer el mismo ruido para que Maduro libere a Leopoldo.

A Oscar le hicieron un juicio como cualquier otro, mientras que a Leopoldo, todos sabemos que ni siquiera le permitieron la entrada a sus abogados para que pudieran presentar sus pruebas y solo le dejaron presentar a 1 de 63 testigos, mientras que le permitieron al régimen presentar más de 100 supuestos testigos. Leopoldo fue condenado y enviado a una prisión militar siendo un ciudadano civil donde hasta torturado ha sido, mientras que Oscar ha pasado sus 35 años en una prisión civil como todos los demás convictos.


Imagino que a partir de hoy, ya que Oscar López Rivera, oficialmente será un hombre libre, veré a René Pérez, a Lin Manuel Miranda, al senador Bernie Sanders, al congresista Luis Gutiérrez, al ex-presidente Jimmy Carter, al papa Francisco y a todos los que han exigido la liberación de Oscar, exigir la liberación de Leopoldo, ya que ellos se preocupan mucho por los derechos humanos de los prisioneros políticos.

También imagino que en mi querido Puerto Rico ya que existe un sentimiento profundo de parte de un sector hacia los derechos humanos, veré marchas y protestas exigiéndole a Maduro la liberación de Leopoldo. En Puerto Rico dicen que todos somos latinos pues vamos a demostrarlo, ¿o es que los presos solo importan cuando son de la nacionalidad de uno?

Yo no me enojo porque le concedan a alguien la libertad (siempre y cuando se la merezca), pero hay casos donde no hay crímenes violentos, casos donde el imputado no viola los derechos de ninguna víctima como por ejemplo el caso de Edward Snowden (cuyo único pecado fue revelar al pueblo que el gobierno te espía inconstitucionalmente), quien sigue en el exilio en Rusia sin poder volver a casa para no enfrentar la pena de muerte, y nadie pide por ellos. Yo no juzgo los casos por nacionalidad sino por acciones.

Como compatriota de Oscar López Rivera solo digo que aunque no creo que debiera salir a la calle porque no está arrepentido de lo que hizo, lo felicito por conseguir la clemencia que yo no le hubiese dado y que me sorprende que el presidente Obama, siendo originario de Chicago, ciudad donde las FALN hicieron tanto daño, le haya otorgado el perdón. Solo espero que haya aprendido la lección y cuando regrese a Puerto Rico como hombre libre, solo se dedique a pasar los últimos años que le quedan de vida tranquilo y respetando a los demás.


Gracias Nelson Albino por decir la verdad.
¿Van los independentistas a abogar por la liberación de Leopoldo López?
No, volvemos, esa no es su naturaleza, ni su agenda.
Aprendan los estadistas penepés, esa lucha no era nuestra, la de Leopoldo López sí.
Such is Life!