La salud es un derecho de todos
Pedro Rosselló
En 1993, el entonces gobernador Pedro Rosselló lo desmanteló vendiendo a precio de quemazón los hospitales públicos para crear el desastre que hay hoy: un plan de salud incosteable e inhumano que lleva tiempo doblegándose ante el peso de su monumental costo. Este año la cuenta es nada y nada menos que de $2,250 millones, una buena parte de lo cuales es la ganancia de las aseguradoras y hospitales privados que son el corazón del sistema.
La crisis fiscal está a punto de hacer colapsar la famosa “tarjetita”. Aquí el dinero nunca ha crecido en matas de plátanos, pero antes creíamos que era así. Ya ni la ilusión de eso queda y la Administración de Seguros de Salud (ASES), que administra la tarjetita y hasta hace poco andaba loca buscando inversionistas privados que le ayudaran a mantener viva la ilusión, le debe millones a proveedores.
Por eso es que los médicos están huyendo a un ritmo espantoso. Por eso hay hospitales cerrando pisos y unidades y despidiendo personal. Por eso es que hay pacientes esperando meses por citas y medicamentos, a veces con fatales desenlaces.
La locura por Benjamín Torres Gotay
domingo, 8 de mayo de 2016
http://www.elnuevodia.com/opinion/columnas/lalocura-columna-2196400/
¿En serio Benjamín?
Te voy a contar mi historia...
Yo nací en el Hospital Presbiteriano de El Condado, pero ese
no fue el problema. Soy de Bayamón, en los años ‘70, yo tenía nueve años,
también me caí de una bicicleta, me abrí una herida en la pierna con una
plancha de zinc, me llevaron al dispensario que está en el pueblo, creo que
todavía existe, me cogieron 12 puntos ¡a sangre fría porque no había anestesia!
Como no olvidarlo.
A lo largo de mi vida en Puerto Rico, tuve que pagar mis
vistas al dentista, cirugía maxilofacial para extraer cordales, periodoncista, braces, mi tratamiento prenatal, mi parto de
cesárea y hasta una histerectomía porque o no tenía seguro médico, o no cubre y
cuando lo tuve el seguro médico (SSS) no me pagó la operación porque tenía que
esperar diez meses para que cubriera mi emergencia de una matriz con quistes y
sangrando desde hacía cuatro meses, antes de eso un raspe. Gracias a Dios fue
una época en que las cosas estaban bien económicamente y pude costearlo.
Hoy soy pobre, tengo mis necesidades básicas cubiertas, pero
mi situación cae dentro de los estándares de pobreza, vivo en un estado y tengo
“la tarjetita” de Obama. Mi seguro, pagado por el gobierno me ha cubierto,
medicinas, laboratorios, radiografías, mamografía, biopsia, operación en un
seno para remover células cancerosas y colonoscopía. Todo esto bajo un complejo
hospitalario privado de primer orden y también médicos especialistas, sin pagar
un sólo centavo.
¿Qué te parece?
¿Qué te parece?
El proyecto de salud que Pedro Rosselló implantó en Puerto
Rico fue tan bueno que el presidente Bill Clinton y su esposa Hillary lo
felicitaron y planearon algo parecido como proyecto de su administración, no se
pudo en ese momento, Obama fue quien lo implantó más tarde. El problema ahora
es que los que pueden pagar seguro médico están teniendo problemas con las
cubiertas, tarifas y deducibles, lo cual no es problema del gobierno sino de
las aseguradoras.
¿Por qué en los estados funciona y en Puerto Rico no?
¡Ahhh, esa es una pregunta muy interesante!
El problema no es el servicio a los pobres como yo. El
problema en Puerto Rico es que los políticos de barricada lo han saboteado
mezquinamente y la prensa colonial, de la que formas parte, se ha encargado de
desacreditar un servicio que le sirve muy bien a los pobres y no los segrega en
clínicas que carecen de las comodidades que disfrutan los ricos. La prensa no
ha servido para fiscalizar un sistema corrupto hasta la médula.
No seas demagogo Benjamín.
Pedro Rosselló fue médico, cirujano pediátrico, sabía muy
bien como funcionaba el sistema. No subestimes su expertise, no tienes el
“standing” como periodista de críticar un sistema que no conoces desde adentro.
La persecusión mezquina no sólo a los defensores de un plan
de salud universal que le haga justicia a los pobres, sino también a los
centros hospitalarios y a los médicos con demandas frívolas de “mal practice”
se han convertido en un negocio rentable para los abogados mercenarios. También
hay que mencionar los altos costos de seguros y que las compañías “clavan” con
las pólizas a los médicos y hospitales. Esas son algunas razones por las cuales
los médicos se van.
Esa es una de las verdades que no se dicen y por la cual el
sistema está en crisis.
Por otro lado los altos costos de las utilidades (agua,
electricidad), fraudes al Medicare y las huelgas de los gremios exigiendo
“beneficios para sus unionados” en tiempos de elecciones y crisis económica, son entre muchas otras cosas el pan
nuestro de cada día. El juramento de Hipócrates se perdió en la isla del
encanto para convertirse en el juramento a la mediocridad y a la busconería
tanto del gobierno y su Departamento de Salud, las uniones obreras, hasta de
los mercaderes de la salud,
llamados planes médicos, sus administradores y hasta las farmacéuticas
936.
¿Por qué no criticas eso?
Sabes por qué, porque muchos de ellos son parte de quienes
mandan y van en el gobierno popular. Son parte de los amigos del alma.
La politiquería mezquina en contra del PNP, les nubló el
entendimiento para perfeccionar un sistema que es la solución para los pobres,
pero como los pobres no pueden pagar, pues los mercaderes de la salud pretenden
quedarse con el bizcocho salubrista. Los médicos quieren yates y mansiones, los
planes médicos quieren cotizar en la bolsa de Wall Street y los administradores
del presupuesto de Salud quieren tener sueldos de ejecutivos de Apple o
Microsoft.
¿Y los pobres? Muy bien gracias.
Está probado que el gobierno no es el mejor administrador de
los servicios de salud, en Puerto Rico lo sabemos de sobra y por experiencia
propia. Por eso es tan conveniente privatizar y permitir que el sistema corra
bajo los que saben de Salud y no de los políticos de barricada que les importa
más ganar una elecciones mientras el país se hunde en la mediocridad en
servicios a los ciudadanos que dicen defender.
Así es que no juzgues por tu experiencia, porque la mía y la
de muchos ciudadanos, ha sido muy parecida. Pedro Rosselló tuvo una gran visión
de un proyecto de salud para los pobres y los mezquinos populares, mejor dicho
Sila Calderón y Aníbal Acevedo Vilá lo destruyeron simplemente porque no se
les ocurrió a ellos.
Lo mismo sucedió con el Tren Urbano y la logística con las
guaguas públicas, el parque de los niños, las escuelas de la comunidad, el proyecto del acceso controlado en los
caseríos, hasta Vieques sin Marina está pasando las de Caín.
Todo lo destruyeron y hoy vivimos la peor crisis económica
de nuestra historia, peor aún, la corrupción rampante de los amigos del alma.
No pretendas cogernos de tontejos y desvíar la atención
hablando de las caravanas de Cuchín y tu accidente, por el contrario, dále
gracias Dios que no necesitaste una operación maxilofacial o no padeces de una
enfermedad catastrófica, porque otra hubiera sido la historia.
Such is Life!