“Iguales en tiempos de guerra,
iguales en tiempos de paz”
Luis Fortuño
“Si el voto sale a favor de convertirse en un estado, les
aseguro que trabajaré durante todo el proceso en Washington para alcanzar ese
objetivo, y convertir a Puerto Rico en un modelo en el Caribe, un nuevo modelo
en Latinoamérica de los beneficios de tener la libertad”
Mitt Romney
en la conferencia de la Red de Liderazgo Hispano en Miami
28 de enero de 2012
Constitución de los Estados Unidos de América
Artículo Cuatro - Tercera Sección
El Congreso podrá admitir nuevos Estados a la Unión, pero ningún nuevo Estado podrá formarse o erigirse dentro de los limites de otro Estado, ni un Estado constituirse mediante la reunión de dos o más Estados o partes de Estados, sin el consentimiento de las legislaturas de los Estados en cuestión, así como del Congreso.
El Congreso tendrá facultad para ejecutar actos de disposición y para formular todos los reglamentos y reglas que sean precisos con respecto a las tierras y otros bienes que pertenezcan a los Estados Unidos, y nada de lo que esta Constitución contiene se interpretará en un sentido que cause perjuicio a los derechos aducidos por los Estados Unidos o por cualquier Estado individual.
¿Será porque realmente sabe que los días del ELA están
contados? ¿O será que está tratando de convencer
a los indecisos que
sigamos en la retranca?
Los Hernández... Padre, hijos y ahora el nieto, pretenden
darnos una escuelita de lo que ha sido la retranca colonial donde llevamos 114
años siendo un territorio de los Estados Unidos o sea somos una posesión,
pertenecemos a USA, somos ciudadanos americanos, tenemos un gobierno comformado
igual que los demás estados que en Washington le pusieron el nombre de
Commonwealth of Puerto Rico y el Partido Popular Demócratico lidereado por Luis
Muñoz Marín creó el embeleco de Estado Libre Asociado aquí para que nos
creyéramos lo que no es.
Y ahora pretenden hacernos creer que hay que tener una
fórmula secreta para poder
convertirnos en estados y que en el 2012 no cumplimos con los
requisitos. La mezquindad no puede ser peor...
5 de septiembre de 2012
Puerto Rico y los estados
JOSÉ ALFREDO HERNÁNDEZ MAYORAL
Hay dos diferencias básicas entre los procesos que siguieron los treinta y siete estados que se añadieron a los primeros trece entre el 1791 y el 1959 y el caso de Puerto Rico. Sobre esos treinta y siete, Estados Unidos siempre tuvo la intención de convertirlos en estado, pues era parte de su deseo de ocupar el continente de costa a costa, y lo hacía una vez los poblaba con su propia gente que, para entonces, quería decir blancos que hablaran inglés.
Puerto Rico, por el contrario, no fue adquirido con la intención de hacerlo estado, ni han intentado poblarlo, pues ya estábamos aquí constituidos y organizados como pueblo.
Por eso cada vez que surge el tema de la estadidad para Puerto Rico se levanta una oposición feroz por ciertos sectores en Estados Unidos que ven en la admisión de un estado latinoamericano el principio del fin de la América anglosajona.
Para ellos una cosa es manejar una población hispana que ronda el 16% –a ésa la someten a sus reglas, la presionan para que hable inglés y para que se asimilen–; otra cosa es incorporar un estado completamente hispano.
La historia de la formación de esos estados no puede ser más diferente a nuestra historia. Algunos se crearon por separación con estados existentes. Ese fue el caso de Kentucky y de West Virginia ambos originalmente parte de Virginia, y el de Maine que se separó de Massachusetts. Otros provenían de terrenos que pertenecían a otros estados. Vermont era un terreno que se disputaban Nueva York y New Hampshire. Mississippi y Alabama salieron de terrenos que le pertenecían al estado de Georgia.
La mayoría de los restantes provienen del “Territorio del Noroeste” que era federal desde el inicio o territorios mayormente despoblados que se adquirieron de Francia en el Louisiana Purchase de 1803 y de México por medio del Tratado de Guadalupe Hidalgo de 1848.
El primer paso fue poblarlos. En Oregon llegaron incluso a regalar 2.6 kilómetros cuadrados a todo matrimonio dispuesto a mudarse allí.
El proceso de expansión de Estados Unidos fue ocupar y poblar, siempre protegiendo la unidad lingüística y cultural. No así Puerto Rico.
Aquí empiezan las puñaladas...
El movimiento estadista pretende obtener la estadidad bajo condiciones contrarias a toda esa historia. Plantear que Puerto Rico tiene que ser admitido como estado hispano y que el idioma no es negociable va en contra de todo el diseño americano. Por eso ese camino es difícil y peligroso.
Un buen ejemplo de cómo operan los grupos que salen en oposición a la estadidad es el caso del 1998, cuando se aprobó en la Cámara de Representantes federal la legislación de status conocida como Proyecto Young y se movió al Senado.
El 6 de marzo de ese año Linda Chávez, autora y comentarista republicana, y para colmo latina, alertó que hacer a Puerto Rico estado “alteraría permanentemente la cultura de Estados Unidos”. El 5 de abril de ese año, el periodista Don Feder del Boston Herald publicó algo similar: “Concederle la estadidad a una tierra que es extraña a nosotros de muchas maneras, será un hito en el camino de disolución nacional”.
El problema no es que simplemente se opongan a la estadidad. Lo grave es que comienzan a hacer sugerencias peligrosas. El 25 de septiembre de 1998, una voz influyente en ese mundo republicano, Patrick Buchanan llegó a plantear que lo que debía hacer Estados Unidos ante la posible petición de estadidad era “la separación permanente de las dos naciones y los dos pueblos, no un matrimonio forzado”.
Despachar esas reacciones como racistas no las hace desaparecer. Siempre van a estar ahí y es a gente como Chávez, Feder y Buchanan a la que apuesta Rubén Berríos con su teoría de que el triunfo del “no” en el plebiscito de noviembre traería la independencia, aun si la estadidad gana la segunda pregunta.
José Alfredo apuesta a que no seremos estados porque allá
dos o tres personas protestan, con mucha razón en mi opinión, o porque no
poseemos los requisitos para entrar a la unión, si esas son sus razones...
pobrecito.
Lo primero que le tengo que decir a José Alfredo Hernández
Mayoral es que la preocupación de los republicanos allá es legítima porque los
socialistas como Lolita Lebrón, Pedro Albizu Campos y la mala imágen que
tenemos los puertorriqueños de ser mantenidos, alta criminalidad y la
resistencia a hablar un segundo idioma como el inglés que es tan importante
para la integración nos ha puesto en una posición de desventaja ante los
conservadores republicanos para la posibilidad de ser estado. Esta actitud antiestadista ha servido para dañar nuestra imagen y entorpecer el proceso de la anexión donde los soberanistas se han beneficiado adjudicando que los puertorriqueños no quieren la estadidad.
¿Quién fomenta esto?
El PPD con su campaña haciendo “lobby” en los pasillos de
Washington hablando mal de nosostros y los independentistas con su Paz para
Vieques y sus atentados terroristas. Alianzas con los republicanos racistas como Virginia Foxx y oportunistas como Robert de Posada. El issue del idioma y la cultura ha sido
el portaestandarte de los antiestadistas fomentando el insularismo retrógrado
de la “cultuneta” (cultura de la cuneta).
Imagen que Luis Fortuño ha tratado de cambiar gracias a su
participación en la política del mainland, esto ha sido suficiente para
hacernos pensar que sí somos parte, que sí nos quieren y que no nos van a dar
la independencia porque la mayoría de los puertorriqueños no la quiere.
Presidir la Asociación de Gobernadores del Sur, y la de los
Gobernadores Republicanos, su participación en la Convención Republicana junto
a la delegación boricua dónde TODOS
son estadistas, el endoso mayoritario en las primarias presidenciales a
Mitt Romney son razones suficientes para que, si ganan los republicanos se
comience un proceso de incorporación en los próximos cuatro años. Una promesa
real que los demócratas no han hecho, no harán y pretenden entretenernos con
otra consulta o una Asamblea Constituyente para el 2014... Unjú.
Si pasados presidentes republicanos se han manifestado a favor de la estadidad es porque ese
es nuestro destino, lo contrario es mentir. El momento histórico nos obliga a
ir a votar el próximo 6 de noviembre. Esa participación ciudadana a favor de la
estadidad es vital para encender la chispa en ese cambio que Puerto Rico
necesita para poder progresar y salir del coloniaje que nos hunde cada día más.
Los buenos puertorriqueños que todavía quedamos aquí no
queremos que Puerto Rico se convierta en un narco-país como vemos
peligrosamente en las noticias todos los días, a eso es lo que nos ha llevado
la colonia indigna, a mantenernos en un ambiente tercermundista donde los
jóvenes se echan a perder y no terminan la escuela, buscando una vida fácil
lejos del sacrificio y la cultura de trabajo, eso sí es denigrante y lo fomenta
el PPD con “lo mejor de dos mundos”.
Los mitos y mentiras de los cabilderos de la retranca ha hecho
demasiado daño aquí y allá, no pueden criticar a Chávez, Feder o a Buchanan
porque si piensan así de nosotros es porque el PPD y Rubén Berríos así lo han
querido en detrimento de una isla que lucha por superarse y los enemigos y
traidores se lo impiden bochornosamente con el “yanqui go home” y el complejo
de inferioridad a lo “pitiyanquismo” para luego usar esos mismos argumentos
para decir que “los amerianos no nos quieren”.
Vamos a ser honestos que en esto
ustedes cargan con la responsabilidad, en nada el Partido Nuevo Progresista
tiene ver. Siempre se ha tratado de resaltar lo bueno, que hay líderes que han
fallado y han sido convictos por corrupción, sí, es una realidad dolorosa pero
en el PPD no están excentos de lo mismo, hoy tienen un narco-alcalde en Guánica
y AGP le tira el toallazo.
Decir que si gana el “No” en el plebiscito, nos darán la
independencia aunque gane la estadidad es la incongruencia más grande que visto
hasta ahora. La clásica campaña de miedo para que los votos sean para el Sí y seguir retrazando un cambio de estatus.
Si tanto conoce la historia de los estados deberá saber que ninguna
petición de estadidad ha sido rechazada. Tambien debe saber claramente, que
Puerto Rico no ha sido admitido como estado porque no ha habido una petición
formal de Estadidad con mayoría de votos en un plebiscito. Eso es lo que se busca este próximo 6 de noviembre.
¿Quién tiene más peso
en Estados Unidos?
¿El voto
pro-estadidad o la minoría soberanista
e independentista melona refugiada en el PPD
e independentista melona refugiada en el PPD
con sus mitos y
mentiras?
En las democracias el voto
de la mayoría prevalece... siempre.
Such is Life!