He criticado a la prensa boricua en este blog, pero no es lo
mismo cuando alguien que está más relacionado a los medios y tiene más
experiencia como Luis Dávila Colón habla del tema, que una simple ciudadana que solamente sigue las noticias todos los días.
Juzgue usted...
La integridad ni se vende, ni se compra
28 de junio de 2012 - Opinión, Política, - Vocero.com
Desde que EL VOCERO esta semana sacó la historia de los
pillos de agua del comité de Yulín, un gran sector de la prensa le ha caído a
palos a los compañeros de EL VOCERO, y al propio VOCERO, porque aparantemente
tocamos una fibra neurálgica.
En Puerto Rico no se pueden tocar vacas sagradas del
coloniaje. Yulín es una vaca sagrada de esa Prensa que es la guardia pretoriana
de todo lo que es coloniaje en Puerto Rico, y ese es su derecho. Lo que no
tienen derecho es a ser canallas. Lo que no tienen derecho es a cuestionar la
credibilidad o la integridad de los que pensamos distinto y decir que es que
nos compraron.
Los que han seguido mi carrera, durante los pasados treinta
y cinco años, saben que Luis Dávila Colón desde que nació es estadista, y que
he estado con esta boqueta y con esta pluma hablando con la posición americana,
la posición editorial que siempre he tenido. Y lo mismo pasa en EL VOCERO,
desde que se fundó por Gaspar Roca. EL VOCERO de Puerto Rico ha sido un
periódico anticolonialista de línea editorial estadista. Eso no quiere decir
que los 250 compañeros que laboran en EL VOCERO sean estadistas o que compartan
la línea editorial de los dueños del periódico. Son dos cosas distintas.
De hecho, le sorprenderá a muchos saber que en EL VOCERO de
Puerto Rico la vasta mayoría no es estadista, lo que demuestra la liberalidad,
la flexibilidad y el humanisno de sus dueños, porque los seres humanos, los
profesionales se evalúan a base de su ejecutoria, no a base de lo que piensen o
lo que hacen.
Ayer salió a trascender de que existe un contrato de un
millón de dólares y Jorge Santini, y ciertamente hay contrato de publicidad como
hay contratos de publicidad con todos los medios de comunicación cada vez que
el gobierno o un gobierno lo pone. Lo que no sabe la gente es que ese contrato
es un contrato que esta hecho por una deuda que había en patente de EL VOCERO
con el gobierno municipal de San Juan, y obviamente hacen un acuerdo. No que le
estén pagando la conciencia a nadie.
Las conciencias no se compran, la integridad profesional no
se compra. Aquí nadie cuestionó en los años 2001 y 2002 cuando el gobierno de
Sila Calderón y del Partido Popular le dieron a El Nuevo Día, una emisión de
bonos de 135 millones de dólares, que en la historia jamás se había dado. Ni
cuestionaron, cuando prohibieron lo del cemento importado. Eso no quiere decir
que compraron la conciencia de los Ferré Rangel…
Las líneas editoriales no tienen nada que ver con lo que
usted compra o con lo que le pueden comprar. Las líneas editoriales tienen que
ver con la filosofía y las prioridades de los dueños de los periódicos, los
dueños de los medios y de aquellos que dirigen. Tampoco reflejan necesariamente
la opinión de los periodistas que trabajan allí, ni la integridad.
Entonces de momento aquí todo el mundo histérico porque EL
VOCERO fiscaliza al Partido Popular. Muy bien, y el Nuevo Día fiscaliza al PNP.
Que bueno, que bueno que hay un balance, que hay dos medios, uno supergigante y
otro más pequeño con líneas editoriales opuestas, donde todo el mundo puede
evaluar lo que está pasando.
¡Qué maravilloso! Malo es cuando hay monopolio.
Lo que importa para los que trabajan en EL VOCERO, saben lo
qué es: el taller de trabajo. Los 250 padres de familia, eso va sobretodo y
ante todo mantener el taller el trabajo. Y para aquellos que trabajamos en la
línea editorial, mantener el balance de por lo menos que haya un recurso
editorial que refleje, que coincida con lo que es la otra mitad del país que se
censura y se veda. Me refiero tanto a estadistas como independentistas del PIP,
que son la mayoría del País cuando usted lo suma y que quedan excluidos.
Mi opinión no tiene precio, pero tiene mucho valor, y lo
mismo que digo de mi opinión lo puedo decir de EL VOCERO, la opinión de EL
VOCERO no tiene precio, no hay quien la compre. Pero aparentemente tiene mucho
valor, porque estamos alterando algunos espíritus. Algo bueno tienen que estar
haciendo los reporteros de EL VOCERO, cuando de momento han desatado esta ira.
Yo estoy acostumbrado a esto… a ser el ‘Bad Boy’ del
periodismo en Puerto Rico, a que me digan tusa… eso va con el territorio de ser
un estadista, abogado y a la misma vez miembro de la prensa en Puerto Rico, me
quieran o no me han tenido que chupar.
Mis compañeros de EL VOCERO no están acostumbrados a esto,
no tienen culpa de esto. Ustedes pueden insultar a sus dueños, a su presidente,
a éste servidor, pero no toquen, no se atrevan cuestionar la decencia, la
integridad y el profesionalismo de nuestros reporteros.
Con eso lo he dicho todo.
Estas declaraciones fueron emitidas por Luis Dávila Colón,
en su programa radial ‘El Azote’ que se transmite por WKAQ 580 AM, de 5:00 a
7:00 pm.
En Puerto Rico ocurre lo mismo que en América Latina, la
prensa manipula a la opinión pública,
pero por corrientes diferentes, en Puerto Rico la prensa de ideología
izquierdosa se ha enquistado en un periodismo que ataca a una supuesta
“derecha” todo el tiempo y sin tregua. En América Latina es lo mismo con la
diferencia de que la supuesta derecha no gobierna, es la oposición.
Pero, yo me pregunto, ¿cuál es el fin? Si lo que se supone
es que la prensa está para informar los hechos y se supone que la prensa sea la
defensora de la libertad de expresión y de imprenta que recoge la carta de
derechos que no puede faltar en ningún país.
Creo que es momento de que haya introspección, que haya una
toma de conciencia de los que saben que le hacen daño a su país, que le hacen
flaco servicio a un pueblo que tiene el derecho a mantenerse informado con la
verdad, obviamente algunos piensan que el fin justifica los medios, a esos le
digo, ojalá que el pueblo los identifique y pierdan la credibilidad, en Puerto
Rico está pasando y por eso están surgiendo tiempos de cambio.
Tambien estoy consciente que muchos periodistas viven bajo
acecho y que tienen que publicar lo que sus jefes quieran, también a esos hay
que dirigirse y preguntarles ¿vale la pena?
Otros por el contrario atacan a diestra y siniestra sin
tomar en cuenta los hechos, destruyendo reputaciones y levantando opinión
pública negativa en contra de personas inocentes simplemente por politiquería
barata. Para ellos también mi repulsa, dan asco y esa actitud los rebaja ante
los ojos de personas como yo que todos los días aprenden a ponerse en los
zapatos de otros para tener un balance de criterio y así poder juzgar.
Luis Dávila Colón tiene toda la razón y somos muchos los que
lo apoyamos. Sigo sus programas, he leído sus libros, su opinión no se basa en
el vacío. No podemos bajo ninguna circunstancia dejarnos engañar, hay que leer
las dos caras de la moneda porque nadie tiene el monopolio de la verdad, ni
siquiera los medios de prensa.
Vienen tiempos de cambio y lo más importante es saber
distinguir quien defiende la verdadera libertad de expresión y quién por el
contrario la manipula para llevarnos a un socialismo del siglo XXI que persigue
y mata periodistas, este grave problema no es de la derecha, yo tengo mi agenda definida y por eso hablo sin tapujos de lo que creo porque son muchos los que no quieren hablar del asunto para evitar
que los etiqueten de macartistas o parciales, si esa es su defensa, pobrecitos no se dan
cuenta que son los tontos útiles de unos líderes que defienden una ideología
que si accesa al poder será implacable con el que los cuestione.
América Latina es nuestro mejor ejemplo.
Sólo conociendo la verdad
seremos realmente libres.
Such is Life!