jueves, 14 de junio de 2018

Derecho natural de los estadistas


“La Junta es una imposición que viola el derecho natural de los puertorriqueños a gobernarnos nosotros mismos”
Héctor Ferrer
Preisdente Partido Popular Democrático

¿En serio?

Oportunidad han tenido los políticos populares para gobernar, lamentablemente para ellos, lo hicieron muy mal, sobretodo el último gobernador, Alejandro García Padilla, y ahora tenemos una Junta Fiscal bajo la ley PROMESA aprobada por el Congreso de los Estados Unidos. ¿Es legítima? Sí.


Felicito a @hferrerrios por no temer unirse al PIP para reclamar en una sola voz que termine la colonia que vivimos y que se vaya la Junta.
— Carmen Yulín Cruz (@CarmenYulinCruz) June 12, 2018

¿no temer unirse al PIP?
¿en una sola voz para terminar con la colonia y qué se vaya la Junta?
Otra vez... ¿En serio?


Sí, todavía la izquierda boricua mantiene esa esperanza, a pesar de que desde el 1959 los puertorriqueños no quieren la independencia, los políticos populares pretenden “perfeccionar” el ELA y que la Junta se irá cuando el Congreso lo decida, luego que los líderes puertorriqueños demuestren que pueden hacer las cosas correctamente para beneficiar al pueblo.


Ninguno respeta el derecho natural de los estadistas a elegir que Puerto Rico se convierta en el estado 51 de la nación americana.
Veamos...


El primer frente de batalla en la campaña para legitimizar y expandir el "pacto" entre Puerto Rico y Estados Unidos fue el proyecto de ley Fernós-Murray en 1959. Introducido por el Comisionado Residente que durante muchos años se desempeñó en el puesto, Antonio Fernós Isern, jugó un papel importante también en la aprobación de la Ley Pública 600 en 1950. El proyecto de ley tenía como fin substituir la Ley Jones de 1917 como la base de las relaciones entre los Estados Unidos y Puerto Rico.
El proyecto de ley Fernós-Murray contenía numerosos "artículos de asociación permanente" que reiteraban los términos fundamentales de la previa ley — incluyendo ciudadanía de los Estados Unidos para los puertorriqueños — a la vez que se le otorgaban al gobierno de Puerto Rico ciertos poderes de vital importancia. Por ejemplo, Puerto Rico obtendría el derecho a determinar sus propios precios del café y, bajo ciertas circunstancias, "negociar tratados comerciales y de comercio" con otros países. También, habría de establecerse un sistema de transferencia de propiedades bajo control de los Estados Unidos hacia el gobierno de Puerto Rico, de territorios que previamente habían sido posesión de la corona española; y los casos ante el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos en Puerto Rico se procesarían en español.
El proyecto de ley abarcaba los puntos básicos de lo que Muñoz Marín más tarde habría de llamar la "perfección" del Estado Libre Asociado. Representaba un modelo mediante el cual Puerto Rico contaría con muchas características de un estado de la Unión pero actuando — tal como en asuntos de comercio — como si fuera una nación independiente. Sin embargo, cada vez que tal opción se ha presentado al Congreso de los Estados Unidos, ha sido recibida como algo imposible en términos políticos y constitucionales.
Se estableció el precedente en 1959. Muñoz Marín se dio cuenta que el proyecto de ley Fernós-Murray no tenía posibilidad alguna de ser aprobado por el Congreso y pidió que fuera retirado de su consideración...
El plebiscito de 1967, que supuestamente habría de llevar a la ascendencia del Estado Libre Asociado de Muñoz Marín como un status permanente, tuvo resultados muy interesantes. El Estado Libre Asociado ganó decididamente con un 60% del voto. Sin embargo, los estadistas y quienes apoyaban la independencia se abstuvieron en grandes números de participar en el plebiscito. La participación de un 66% fue muy por debajo del 80% que comúnmente concurre a las urnas en Puerto Rico. Más aún, incluso sin el boicot, 39% de los votantes indicaron que la estadidad era la opción que preferían.
Justo antes de la celebración del plebiscito, Muñoz Marín declaró que "el centenario debate sobre el status político había terminado". Pero en realidad, ocurrió lo opuesto. Luis A. Ferré, un senador estatal que encabezó el voto por la estadidad a pesar del boicot declarado por su partido, fundó el Partido Nuevo Progresista (PNP) y se postuló para la gobernación en 1968 cuando se convirtió en el primer proponente de la estadidad en ocupar el puesto. Por lo tanto, el plebiscito mediante el cual se pretendió legitimizar el Estado Libre Asociado hizo surgir en vez el movimiento estadista moderno y representó el fin del dominio del PPD en la política de la isla. Eso a su vez ha llevado a un impasse político que se define y es dominado por el dilema del status.
50 años del Estado Libre Asociado
Part II: "Perfeccionando" el Estado Libre Asociado, 1959-1976
19 de julio de 2002
Copyright © 2002 PUERTO RICO HERALD. Todos los derechos reservados.
http://www.puertorico-herald.org/issues/2002/vol6n29/50YrsPart2-es.html
Pero ellos siguen en la negación de que el ELA no puede perfeccionarse...


¿Qué les parece?
No hubo pacto, ni los populares ni los independentistas lograron sus deseos y todavía seguimos en el dilema.


Se han celebrado cinco plebiscitos y los independentistas los han perdido todos. La opción de estadidad es la única que ha aumentado en la preferencia de los puertorriqueños. 

En el 2017 la estadidad obtuvo sobre un 90% de aprobación entre los que votaron.

Statehood: 502,801 - 97.18%
Free Association / Independence: 7,786 - 1.50%
Current Status: 6,823 - 1.32%


Sin embargo, ahora nos tenemos que aguantar que desde Nueva York este fin de semana los independentistas Niuyoricans hagan campaña para la independencia, en contra del deseo de los puertorriqueños en la isla.



Y uno se tiene que preguntar 
¿será que son morones, no entienden y no conocen la historia o es que la libertad de expresión en el “imperio Yankee” que tanto odian, les permite a las minorías hacer su proselitismo aunque la mayoría esté en contra? 
La respuesta es, todas las anteriores.

¿Independencia y Socialismo único camino? 
¿En serio?

Los socialistas son así, no importa si son cuatro gatos, ellos creen que su intelecto es superior y que eso les da el derecho natural a ellos para representar a la mayoría, claro, su ideología cree en la imposición, antes por la fuerza de la revolución, ahora por los votos, por eso hacen alianzas con partidos mayoritarios, artistas y figuras reconocidas de la sociedad, porque necesitan engañar a la mayoría con el uso de sus mejores armas de convencimiento, la hipocresía y la mentira, además, gozan del reconocimiento de la prensa para hacer mucho ruido, aunque la mayoría del pueblo los rechace.

Really?

¿Violan los antiestadistas el derecho natural de los puertorriqueños a querer ser estado y que lo han manifestado con el voto en plebiscitos legítimos sin importar si son o no endosados por el Congreso o vinculantes?
¡Ahh, esa es una pregunta muy interesante!


Héctor Ferrer no puede hablar de derecho natural, porque su partido ha sido el primero que ha obstaculizado el derecho de los puertorriqueños a elegir su destino político, si bien es cierto que en las democracias la mayoría es quien elige gobernantes y la minoría tiene el derecho a fiscalizar, en el caso de los puertorriqueños, el derecho natural solo se le reconoce a los independentistas y colonialistas a oponerse a la estadidad, no a la mayoría que piensa muy distinto a ellos, los estadistas que militan en el Partido Nuevo Progresista.
¿Hasta cuándo?
Eso es lo que deberíamos 
plantearle al Congreso.
Such is Life!