lunes, 18 de junio de 2018

Colombia dijo NO al Socialismo del Siglo XXI ¡Bravo!


“Dios premia la buena fe y el reto es muy grande para acompañar a nuestro presidente 
Iván Duque y a nuestra vicepresidenta 
Marta Lucía Ramírez”.
Alvaro Uribe

Amén.
La prensa internacional se ha desbordado en comentar que el triunfo de Iván Duque en Colombia se debió a Alvaro Uribe, es posible, pero, yo no lo analizaría sobre la persona del expresidente, sino a lo que él representa, la libertad y la democracia, estoy segura que así lo entienden los colombianos.


He seguido la trayectoria de Uribe desde que fue presidente de Colombia, leí su libro “No hay causa perdida”, donde narró sus confrontaciones con Hugo Chávez y converzaciones telefónicas con Fidel Castro, he visto sus entrevistas, y me parece un hombre honesto, sabio, defensor de la democracia y sobretodo firme en luchar contra el narcotráfico y las FARC, fue el héroe de la liberación de Ingrid Betancourt, también leí su libro, “No hay silencio que no termine”, para enterarme de las barbaridades que cometieron y siguen cometiendo los miembros de las FARC de la pluma de una de sus víctimas.

Ingrid en cautiverio, narró en su libro que a los secuestrados los encadenaban del cuello a un árbol, para esta foto, ella no lo permitió y la encadenaron de la mano y camuflagearon la cadena.


Por eso no entiendo como es posible que Ingrid haya endosado a Gustavo Petro, después de haber pasado por el martirio de ser encadenada a un arbol, si para un perro es crueldad, imagínese un ser humano, después de tanta crueldad y tratos infrahumanos que tuvo la guerrilla de las FARC para ella en una selva inhóspita y para los que estuvieron con ella, solo puedo pensar que ella sufre del Síndrome de Estocolmo.


Por eso y por muchas otras razones, la victoria de Iván Duque era de esperarse, los colombianos han sufrido demasiado a causa del narcotráfico y las guerrillas de las FARC. En Colombia, Gustavo Petro representa eso, que ese país votara para ser rehén del Socialismo del Siglo XXI, ideología de todo lo que representa la izquierda, guerra, hambre, miseria, asesinatos, secuestros, impunidad, corrupción, dictadura y la infelicidad de los pueblos donde se enquista, su mejor ejemplo, su vecino pueblo de Venezuela, era para mí, impensable. 

Aún así, más de ocho millones de personas votaron por Petro.


Por eso me llama la atención este reportaje de BBC en Español y que cita opiniones de los “expertos”, que aunque salpicados de opiniones desfavorables a los conservadores colombianos e intentan proyectar como víctima a la izquierda, si retrata el sentir de un pueblo que dice basta a la impunidad de las FARC y el narcotráfico.
Veamos...


¿Por qué nunca?
Los expertos consultados por BBC Mundo identifican varias razones por las que a la izquierda no le fue tan bien históricamente. Entre ellas están lo arraigadas y cerradas que son las élites políticas en este país o el largo conflicto armado con guerrillas que sí levantaron las banderas del socialismo.
También apuntan al carácter conservador de parte de la sociedad colombiana y episodios puntuales como el asesinato de líderes considerados progresistas.
Esos motivos, sumados a otras peculiaridades de Colombia, propiciaron que en este país no se vivieran revoluciones como las de México (1910) o Bolivia (1952) y no llegaran a la presidencia líderes como el argentino Juan Domingo Perón, el chileno Salvador Allende o el venezolano Hugo Chávez, salvando las diferencias enormes entre todos ellos.
"Colombia es un país que sin duda tiene miedo a la izquierda. Toda esta campaña ha girado en torno al miedo que produce que alguien de izquierda entre al poder y directamente relacionado con que nos convirtamos en Venezuela y con el 'castrochavismo'", explicó a BBC Mundo el politólogo Nicolás Díaz-Cruz.
El experto, que es director de la organización promotora de participación democrática e innovación digital Seamos, con sede en Bogotá, añade que lo que existe detrás de esta clase de campañas es el temor de las élites a perder sus privilegios.
"Lo que está por detrás de esto es el miedo de un sector poderoso de la población que tiene enormes recursos y no quiere perder esa riqueza", afirma.
"Asesinatos quirúrgicos" y "genocidio político de la izquierda"
La democracia colombiana va de la mano con la violencia y las armas. sí explica el escritor y ensayista Juan Álvarez cómo es posible que los mayores líderes de la izquierda colombiana nunca llegaron a sentarse en la silla presidencial.
"La democracia es muy vieja y consolidada. Nos jactamos de ello, pero lo que pasa es que hemos tenido asesinos quirúrgicos", explica a BBC Mundo el autor del libro "El insulto" (2018), sobre política colombiana.
Álvarez coloca el ejemplo de Jorge Eliécer Gaitán, quien murió por tres disparos en 1948, dando pie a una gran revuelta recordada como "el Bogotazo".
"Él iba a ser presidente y lo mataron. La primera imposición real que explica por qué no hay acceso a la izquierda en este país es porque los han ido aniquilando. Son décadas de asesinatos individuales quirúrgicos", sostiene el escritor.
Al respecto, Díaz-Cruz recuerda que la acción armada atraviesa el ejercicio democrático en Colombia a tal punto que entre el año 1987 y 1989 asesinaron a líderes políticos con posiciones cercanas a la izquierda como el liberal Luis Carlos Galán y varios candidatos presidenciales de la Unión Patriótica como Bernardo Jaramillo y Jaime Pardo Lea.
"Cualquier posición de izquierda o liberal ha sido reprimida violentamente con una derecha armada y muchas veces en alianza con el Estado. Mataron tantos líderes que por eso se habla de un genocidio político de la izquierda", indica el analista.
¿Perdón?
A Gaitán y a Galán los asesinó Pablo Escobar, no fue la derecha armada en alianza con el estado.
De hecho, cuando Uribe tomó posesión de la presidencia no pudo caminar frente al Capitolio Nacional por amenazas de las FARC de asesinarlo, hubo un atentado terrorista donde murieron colombianos. Uribe mantiene una fuerte escolta porque las amenazas siguen.
Vea: http://www.lavanguardia.com/internacional/20020808/51262759146/sangrienta-toma-de-posesion-de-uribe.html

El factor guerrilla
El conflicto armado, que todavía da coletazos en Colombia y comenzó a mediados del siglo pasado, también tiene mucho que ver con la dinámica política del país.
El escritor Juan Álvarez sostiene que aquellos intentos armados por llegar al poder estigmatizaron y neutralizaron cualquier agenda social que pueda impulsarse desde la política convencional.
"El relato del orden público fue el relato dominante en todo este tiempo. La seguridad, la violencia y los muertos fueron el discurso político mayoritario y eso impidió que una agenda social puedas impulsarse desde la democracia", señala el analista.
Álvarez añade que la alianza de las guerrillas con el narcotráfico, que permite que las primeras permanezcan en armas durante todo este tiempo, produce que el debate político colombiano se concentre fundamentalmente en lo represivo durante décadas.
Las elecciones presidenciales de este año, junto con las legislativas realizadas en marzo pasado, son las primeras que se realizan sin las FARC como guerrilla sino como partido político.
Pasaron de ser las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia a llamarse Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común.
Aquello es señalado por varios expertos como una posibilidad de que otras agendas más relacionadas con políticas sociales y de ampliación de derechos ganen terreno en la política tradicional.
Las dos Colombias
A la violencia política y al largo conflicto armado hay que añadirle las profundas raíces conservadoras de Colombia y lo cerradas que son sus élites.
Nicolás Díaz-Cruz, de Seamos, apunta estos elementos para comprender la lenta y difícil renovación política existente en este país desde su fundación.
"Si uno hace un mapeo de vínculos se puede demostrar que claramente tenemos una política de castas y familias tradicionales que han gobernado el país y que hoy en día son sus nietos y bisnietos los que gobiernan. Esta dinámica se ve también en el control de los departamentos", indica el politólogo.
Díaz-Cruz añade que las élites colombianas demostraron a lo largo de la historia una gran habilidad de negociación entre ellas para mantenerse en el poder y que el mayor ejemplo de aquello fue la creación del Frente Nacional, una alianza entre los dos partidos hegemónicos de la época.
Gracias a ese pacto, los partidos Liberal y Conservador se alternaron en el poder entre 1958 y 1974 y dieron luego inicio a una etapa bipartidista que no se rompería hasta el siguiente siglo.
Quien rompió con esa tendencia fue nada menos que Álvaro Uribe Vélez, de una familia tradicional del departamento de Antioquia y gran impulsor de las acusaciones de "castrochavismo" a Gustavo Petro para favorecer al candidato de su partido Iván Duque.
"Este es un país con alta concentración de la riqueza y poder. Estos sectores usan ese poder en contra de cualquier proyecto que pueda ser una amenaza a estos privilegios. Así han logrado frustrar cualquier proyecto serio de izquierda en este país", resume Díaz-Cruz.
El analista añade que este hermetismo de las élites viene acompañado con los rasgos conservadores instalados en la sociedad colombiana.
Por ello considera que hay "dos Colombias" que chocan permanentemente.
"Una Colombia tradicional que es patriarcal, machista, conservadora, con valores cristianos y que busca el statu quo y otra reactiva al tipo de valores del conservadurismo. Es una Colombia que está comprometida con nuevas agendas ciudadanas como los derechos sexuales, economías verdes, beneficios laborales, etc.".
Al respecto, Juan Álvarez apunta que las raíces conservadoras colombianas son tan profundas por su origen mismo.
"En el siglo XIX ninguna sociedad latinoamericana construyó un discurso conservador tan riguroso, tan sofisticado, inteligente y articulado. Eran unos articulados que pueden ser considerados despreciables, pero muy bien pensados", indica a tiempo de apuntar que el conservadurismo colombiano tuvo notables pensadores.
Duque presidente: ¿por qué en Colombia nunca triunfó un candidato de izquierda en elecciones presidenciales?
Boris Miranda
Corresponsal de BBC Mundo en Colombia
18 junio 2018
http://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-44041837
¿Interesante?

Ay que mencionar que BBC es un medio inglés, cuya línea editorial es de izquierda y siempre va a destacar la opinión de personas de ideología de izquierda que obviarán lo que no les conviene, pero lo importante es, que si ellos están en lo cierto, en Colombia triunfó el conservadurismo, lo que significa que el pensamiento socialista ha tenido mucha resistencia en la cultura y sociedad colombiana y eso, es bueno.

Uribe es un hombre de pueblo, eso lo ha demostrado durante toda su carrera política.

Ningún proyecto de izquierda es serio, eso es demostrable. La izquierda solo quiere el poder para destruir todo lo que ha construído la derecha y apropiarse de sus riquezas, así ha sido siempre, no existe tal cosa de defender la justicia social.

Hice este meme para ilustrar mi ensayo: 
Alvaro Uribe Vélez: el némesis de Hugo Chávez

Acabar con el conservadurismo es la meta de la izquierda, no coexistir con esa parte de la sociedad, la izquierda nunca ha respetado a la derecha, simplemente la quiere destruir. Aprendamos de los colombianos que defender nuestros valores cristianos y nuestro estilo de vida, es ser un buen patriota, no significa ser despreciable, de eso trata su retórica, de que la derecha se avergüence de sus valores morales y estilo de vida.

Uribe siempre ha sido muy acertado en sus comentarios.

Eso es precisamente lo que han querido hacer los comunistas, destruir sociedades para construir un “hombre nuevo” que acepte sin condiciones una política antidemocrática, antireligiosa y sin derechos constitucionales. Ese es el libreto del Manifiesto Comunista de Carlos Marx, aplicado en China, Rusia, Corea del Norte, Cuba y Venezuela por mencionar los países más emblemáticos. Hoy vemos los resultados de las víctimas de regímenes totalitarios, miseria e infelicidad y una élite muy burguesa que los oprime y obliga al ser humano a vender sus convicciones perteneciendo a un partido único para salvar su vida y la de su familia, eso es esclavitud.


Sí, Alvaro Uribe es un triunfador en estas elecciones, no solo por haber mantenido su puesto en el Senado, los colombianos lo respetan porque nunca les ha fallado como político, a pesar de todas las acusaciones que les han levantado los charlatanes de la izquierda latinoamericana, incluyendo la boricua y que no tienen fundamento. Ya quisieran los países del continente americano tener un Alvaro Uribe o un Iván Duque en sus partidos políticos.
¡Enhorabuena Colombia!
Sigan dando el ejemplo de 
como se defiende la Patria.
Such is Life!