lunes, 12 de noviembre de 2018

¿Esperanza o desilusión en el Proyecto 6246?

Tienen hasta el 2020 para lograr algo.
Lo único que se necesita es voluntad porque las excusas para no hacer nada sobran.

Luego de conocer los resultados de las midterm elections, la pregunta obligada es ¿Qué pasará con el asunto del estatus de Puerto Rico? Pregunté en mi página de facebook pero la gente está muy pesimista, después de más de cien años de promesas incumplidas de los políticos de la isla, volvemos otra vez a caer en las garras de los demócratas y el gobernador cree que su desempeño en esta campaña fue la correcta, yo tengo mis dudas, porque los antiestadistas no van a ceder ni una pulgada en esta lucha ideológica entre izquierda y derecha.

La prensa colonial nos informa...
Con respecto al status, no ha habido ni siquiera una audiencia sobre el plebiscito de junio de 2017, en torno al cual el demócrata Raúl Grijalva (Arizona), quien asumirá la presidencia del Comité de Recursos Naturales, tiene una visión muy distinta a la del republicano Rob Bishop. 
Bishop es coautor del proyecto de la comisionada Jenniffer González –el número 6246–, que ella dice tiene la intención de convertir ahora a Puerto Rico en un territorio incorporado y crear un Grupo de Trabajo del Congreso que examine, en un plazo de 14 meses, los cambios en leyes que se requieren para convertir la isla, de cara a enero de 2021, en el estado 51 de Estados Unidos. 
Grijalva ha indicado que cualquier debate sobre el status político de la isla no puede estar basado en el plebiscito de hace 17 meses, debido a la baja participación (23%). En medio de un boicot de los partidos de oposición, la estadidad obtuvo el 97% de los votos de aquella consulta. 
No obstante, el gobierno del presidente Donald Trump, a través de los departamentos de Justicia y Estado, ha descartado como referentes los plebiscitos de 2012 y 2017, y establecido que no hay consenso en Puerto Rico en torno al status político de la isla. 
“Ese plebiscito (de 2017) no cualifica. No fue un proceso de descolonización. Tiene que haber un nuevo proceso que sea de verdadera autodeterminación”, indicó la congresista demócrata Nydia Velázquez (Nueva York), enlace principal con el liderato de su partido en el Congreso en torno a los temas de Puerto Rico. 
La comisionada González dijo la semana pasada en San Juan que su colega Bishop, como saliente presidente del Comité de Recursos Naturales, tiene aún en agenda atender su proyecto de ley. 
Pero, al mismo tiempo, comentó que habrá “una expresión contundente” del Congreso sobre el tema del status y su legislación antes de que termine 2018. 
Aunque no hay nada concreto aún, fuentes indicaron que la comisionada ha conversado con el liderato republicano la posibilidad de echar hacia delante una resolución a través de la cual la Cámara de Representantes de EE.UU. se expresesobre el status de Puerto Rico. 
Bajo la jurisdicción de la Comisión de Recursos Naturales está también la supervisión de la ley Promesa, la junta fiscal y los esfuerzos para rehacer el sistema eléctrico de Puerto Rico. 
El control demócrata en la Cámara federal beneficiaría a la isla
Los debates en el Congreso sobre el status político de Puerto Rico y la injerencia de la Junta de Supervisión Fiscal pueden dar un giro dramático a partir de enero

domingo, 11 de noviembre de 2018
Por José A. Delgado
https://www.elnuevodia.com/noticias/politica/nota/elcontroldemocrataenlacamarafederalbeneficiariaalaisla-2458861/?fbclid=IwAR2jHB8s354ZfaG_FH7LoP_GIxnjfNtzMq1b6U-NWETG-EgBfR5I12lF7D0
¿Un giro dramático?
¿Hacia dónde?
Hacia la independencia. No importa que los puertorriqueños eligieron en el 2012 ni el 2017. ¿Con qué autoridad?
Me gustaría que José A. Delgado me explique como si tuviera cinco años a quien beneficia el que Raúl Grijalva tome el control del Comité que maneja los asuntos de Puerto Rico.

Obama se limpió el fundi con el Informe del Task Force que firmó, una vez que recogió su dinerito de campaña cuando vino a Puerto Rico y se reunió con AGaPito, en lo que se llamó "El Kasaltazo", los resultados del Plebiscito se ignoraron con las excusas más penzuacas, y el Congreso permitió que los populares e independentistas obstaculizaran la discusión en el Congreso por muchas razones, la principal, no les conviene para sus planes de lograr la independencia y en el último caso, mantener el estatus quo por el beneficio de los fondos federales que disfrutan más que nadie.

Con los demócratas sabemos que la Estadidad para Puerto Rico no tiene futuro, Raúl Grijalva no es amigo de los estadistas puertorriqueños, mucho menos dará paso a lo que Bishop deje encaminado, a menos que eso beneficie a los demócratas, tener un estado que le añada votos al Colegio Electoral y así ganarle la presidencia a los republicanos siempre. Además, esa es la razón de la pregunta de Trump a Ricardo Rosselló sobre si Puerto Rico le garantizaría dos senadores republicanos, ese cuerpo es muy importante para los del GOP.

El Vicepresidente Mike Pence ha sido muy claro.

Así ha sido siempre y ahora no será la excepción, Grijalva se inclinará al estatus quo o la independencia, lo que lo pone en una situación hipócrita por su defensa a los inmigrantes ilegales, demostrará que para él, los puertorriqueños no merecemos ser estado, con las consecuencias que eso conlleva de perder la ciudadanía, pero los inmigrantes ilegales sí merecen la ciudadanía por una amnistía para que en el futuro sigan invadiendo la nación americana.

¿Lo quiere más claro Grijalva?
Mientras más opciones, más se diluye el voto, ya no sirve esa estrategia.
Estadidad Sí o No es lo que procede, lo demás es demagogia.

Si Jenniffer González no logra algún avance para adelantar una expresión contundente en el Congreso a favor de la Estadidad antes de que acabe el año y tomen posesión los demócratas, sencillamente el issue se entierra en una gaveta hasta el 2020, como poco, porque la Junta Fiscal al parecer, va para largo mientras en la isla siga la mediocridad gubernamental y los puertorriqueños sigan permitiendo que los engañen y elijan la misma brosa oportunista que les importa más su beneficio personal que el de los puertorriqueños.

Para muchos el estatus no está en issue porque eso significa grandes cambios que muchos no están dispuestos a aceptar y acatar, tanto colonialistas, independentistas y hasta los que se identifican como estadistas, cada vez que hay elecciones para ganar el voto de los puertorriqueños.

Pero ¿saben qué?

Ya son muchos los disgustados con la hipocresía y falta de voluntad de muchos líderes del PNP que han decepcionado por el pobre desempeño y luchas fraticidas en contra de la Junta Fiscal, que está ahí precisamente por la irresponsabilidad de ellos mismos y la errada política pública.


 
¿hay voluntad o no hay voluntad?
Depende de que lado del espectro político se vea. Lo que si es claro, no existe apoyo a la independencia. Por otro lado, los demócratas no creen que la estadidad para la isla esté entre sus prioridades, prefieren que se mantenga el territorio.

En el Mainland, los demócratas están sacando los ojos en estas elecciones para tener super mayoría en la Cámara de Representantes para empezar una investigación a la administración Trump, lo quieren destruir políticamente. La nueva izquierda no quiere el bien de la nación sino perseguir republicanos, los puertorriqueños estamos en el medio de esta guerra política absurda. Lamentablemente el gobernador no ha hecho lo que prometió en la campaña y en la isla son muchos los que piensan que con los demócratas se moverá el asunto del estatus, siéntense muy cómodos, eso no va a pasar, a menos que sea para imponer la independencia o un estado demócrata en el mejor de los casos.

La furia contra Donald Trump promovida por la prensa colonial y que el liderato penepé también la hizo suya, ha sido peor que dispararse un tiro en el pie para los puertorriqueños.

Donald Trump es el único con voluntad para hacer cambios, lo hemos visto cambiar tratados de libre comercio, hacer cumplir las leyes de inmigración y defenderse de sus críticos, eso es prueba suficiente para saber que aprovecha muy bien el tiempo y sus palabras. Es una lástima que el gobernador Ricardo Rosselló, no ha sabido entender el momento histórico que estamos viviendo y ha manejado muy mal sus conversaciones con el presidente.

Los puertorriqueños de la isla tienen el gobernador que votaron y él no ha cumplido sus promesas de campaña con relación al estatus, lo cual lo coloca en una situación muy débil para una reelección, si bien es cierto que el huracán María cambió todo, pesó más sus alianzas políticas que la lucha por la estadidad y los puertorriqueños le pasarán la factura en el 2020.
Such is Life!