martes, 20 de noviembre de 2018

¿Es USA la nueva Castrolandia?

Antes de convertirse en presidente, Trump estaba acostumbrado a una cobertura de prensa en gran medida positiva (y trivial) sobre su riqueza, su programa de televisión y su celebridad. Más tarde, durante la campaña electoral, exigió la atención de los medios de comunicación con un indignante reclamo tras otro que exprimía para lograr la máxima atención de los medios. 
Pero el presidente Trump ha estado en pie de guerra con los medios de comunicación desde el primer día, refiriéndose a los periodistas como “el enemigo del pueblo”. Cada vez que no le gusta un informe o alguna opinión sobre un tema, lo llama “noticias falsas”. Ha tratado de intimidar a la prensa diciendo que eliminará las licencias de transmisión y reforzará las leyes de difamación. Molesto por perder el control republicano de la Cámara de Representantes en las elecciones de mitad del periodo, se ha lanzado a despotricar en Twitter con comentarios épicos cada vez más desquiciados. 
El odio hacia los medios de comunicación que está alimentando es peligroso y, si los estadounidenses valoran su libertad, no deberían permitirlo... 
Como los dictadores que ha elogiado por ser “amados” por la gente complaciente, al presidente Trump no le gustaría nada más que estar rodeado de periodistas que lanzan preguntas halagadoras sobre su grandeza, su aptitud natural para la presidencia, y la elocuencia con la que eleva una conversación. 
Pero gústele o no, los medios estadounidenses están despiertos y saben lo que está en juego. 
Y, como lo sigo diciendo con demasiada frecuencia en estos días, esta sigue siendo una democracia, no Castrolandia. 
A Trump no le gustan las preguntas de Jim Acosta. A Castro tampoco.
POR FABIOLA SANTIAGO
19 de noviembre de 2018
Fabiola Santiago ha trabajado en el Miami Herald desde 1980; fue fundadora de el Nuevo Herald y directora del diario desde 1987 hasta 1993. Es autora de la novela 'Siempre París'.
https://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/fabiola-santiago-es/article221901795.html
¿En serio?
¿Sabe la periodista y escritora que la izquierda se aprovecha de las democracias occidentales para indoctrinar a través de los medios de comunicación?
¿Están despiertos? 
Yo no estoy tan segura.

La prensa ha enfatizado que Trump es racista y anti-inmigrante.

Comparar a Trump con los hermanos Castro y a Estados Unidos con Cuba es desproporcionado, por el solo hecho del incidente entre Jim Acosta y el Presidente. Es una realidad que la prensa es enemiga de Trump desde el día uno en que anunció su candidatura. Obviamente Trump significó una amenaza al establishment de Washington DC que Trump prometió combatir.

¿Por qué? Esa es una muy buena pregunta que los periodistas no nos quieren contestar. 


El cuarto poder se piensa infalible y libre de cuestionamientos, pretenden que el pueblo los defienda a capa y espada cuando está probado que no precisamente ellos defienden los mejores intereses de la democracia, los derechos de la gente y obviamente la ideología republicana y cristiana.

En arroz y habichuelas, los periodistas creen que la libertad de prensa es única y exclusivamente para contar sólo una parte de la historia y esa es precisamente la prédica de Donald Trump, que la prensa sea balanceada y cuente la verdad, algo que no sucedió en la era de Obama, tampoco en la era de Trump.

Lo siento por la periodista, pero la prensa de los Estados Unidos, incluyendo el periódico para el cual trabaja, no puede adjudicarse el monopolio de la verdad porque desde hace mucho tiempo los medios de prensa están a favor de sus dueños, hacen alianzas extrañas con los poderosos, con países enemigos de USA, les hacen relaciones públicas a candidatos abiertamente socialistas como sucedió con Alexandria Ocasio, la imparcialidad no es su fuerte y sus líneas editoriales lo confirman.


Su defensa a Jim Acosta como periodista imparcial me parece exagerado, cuestionar a Raúl Castro es obligatorio a todo periodista que respete su propia inteligencia, Acosta no es precisamente el fan #1 de Trump, eso lo sabemos, pero el problema que tiene es que el medio para quien trabaja tiene una agenda muy clara de hacer quedar mal al presidente, las preguntas que el hizo ese día no tenían que ver nada con el tema de la conferencia de prensa, aunque el presidente le contestó a él y a los demás periodistas sobre otros temas. Finalmente, Jim Acosta NO es noticia.


Es importante destacar, la verdad sobre la caravana de inmigrantes ha sido ignorado por todos los medios en USA, noticias que no han sido ignoradas por medios mexicanos de que están infiltradas terroristas y miembros de gangas, que es una movida política donde el dictador Maduro tiene una relación directa, el enfoque es única y exclusivamente para criticar la política migratoria del presidente y victimizar a madres con sus niños que viajan en esa caravana.


Otros medios, como el Epoch Times, han analizado toda la cobertura de los medios desde que Donald Trump anuncio su candidatura y la conclusión es que los medios de prensa son dirigidos por la izquierda y la cobertura es en contra de los republicanos que representan "la derecha".

Esto no lo dice Donald Trump...
La prensa izquierdista estableció su dominación en la ecología de la política estadounidense, y propaga su ideología al cubrir las noticias. En un artículo de opinión publicado en The Wall Street Journal en 2001, el experiodista de CBS Bernard Goldberg escribió: “Los presentadores de noticias de las grandes cadenas son tan tendenciosos que ‘ya ni saben lo qué es una tendencia progresista’”. 
La mayoría de las personas en las sociedades occidentales no tienen muchas dudas sobre la veracidad de las noticias creadas y transmitidas por los grandes medios de comunicación. Muchos dan por sentado que los artículos están escritos con objetividad y de manera integral, y que lo citado es un análisis serio de un experto basado en información de fuentes confiables. La prensa izquierdista se aprovecha de la confianza de su consumidor para inocularle su perspectiva ideológica. 
Aunque hoy en día las noticias falsas corren desenfrenadas, en realidad se trata de un fenómeno más bien inusual. Las sociedades libres de Occidente tradicionalmente han puesto énfasis en la necesidad de tener una prensa verídica, objetiva y justa. Por eso, la prensa izquierdista generalmente no difunde noticias falsas para engañar al público abiertamente. Sus métodos son más sutiles y complejos... 
Capítulo 13: Apropiación de los medios de comunicación
Traducción en partes del libro: “Cómo el espectro del comunismo rige nuestro mundo”
Por La Gran Época - 05/11/2018
https://www.lagranepoca.com/news/388628-capitulo-13-apropiacion-de-los-medios-de-comunicacion.html
¿Qué les parece?

Lo más insólito es que los medios de la cuna del exilio cubano, Miami, también han caído en ese juego "sutil y complejo" de la influencia demócrata y socialista de Castrolandia, al punto que el electorado le votó en contra a candidatos anti-castristas como María Elvira Salazar y Carlos Curbelo. Pueden estar seguros que los demócratas que ganaron no van a ser rudos con las dictaduras cubana, venezolana y nicaragüence, como lo hace Marco Rubio porque eso no está en su agenda de partido.

Si eso es así, flaco servicio hace la prensa miamense contra Castrolandia.

Ser "de centro" como se adjudican algunos analistas y columnistas para distanciarse del republicanismo de Trump o a la extrema izquierda que inclina al Partido Demócrata, no será la panacea para combatir a dictadores y a los que le ríen las gracias porque permiten que sigan violando derechos humanos.

En estos tiempos ser neutral en política, es eso mismo, no hacer nada.


En esto la prensa en general ha sido tímida en informar realidades políticas e indoctrinación comunista, condenar a los dictadores, denunciar injusticias y presionar a organismos como la ONU y la OEA a actuar, solo la administración de Trump prometió sanciones, las cuales curiosamente todavía no todas están funcionando gracias a la dejadez del Congreso en este asunto. Lo mismo sucede con la invasión de musulmanes a puestos políticos en algunos estados, con la intención de cambiar la política estadounidenses a su propia conveniencia "cultural".

El problema que tiene la prensa estadounidense es que las redes sociales informan mejor que ellos.
Veamos algunos tuits del Presidente en estos días...


The White House is running very smoothly and the results for our Nation are obviously very good. We are the envy of the world. But anytime I even think about making changes, the FAKE NEWS MEDIA goes crazy, always seeking to make us look as bad as possible! Very dishonest!
Donald J. Trump @realDonaldTrump
3:59 AM - 15 Nov 2018

The inner workings of the Mueller investigation are a total mess. They have found no collusion and have gone absolutely nuts. They are screaming and shouting at people, horribly threatening them to come up with the answers they want. They are a disgrace to our Nation and don’t...
....care how many lives the ruin. These are Angry People, including the highly conflicted Bob Mueller, who worked for Obama for 8 years. They won’t even look at all of the bad acts and crimes on the other side. A TOTAL WITCH HUNT LIKE NO OTHER IN AMERICAN HISTORY!
Donald J. Trump
4:14 AM - 15 Nov 2018

The only “Collusion” is that of the Democrats with Russia and many others. Why didn’t the FBI take the Server from the DNC? They still don’t have it. Check out how biased Facebook, Google and Twitter are in favor of the Democrats. That’s the real Collusion!
Donald J. Trump @realDonaldTrump
6:59 AM - 15 Nov 2018

The New York Times did a phony story, as usual, about my relationship with @VP Mike Pence. They made up sources and refused to ask me, the only one that would know, for a quote....
Donald J. Trump @realDonaldTrump
8:42 AM - 17 Nov 2018



La "Trama Rusa" ha sido el caso emblemático de como la prensa montó una investigación basada en mentiras que les dio la gente de Hillary Clinton y Barack Obama, para, primero, desvíar la atención de los verdaderos delitos en que incurrió la Fundación Clinton, y que Barack Obama también estuvo envuelto. Se han usado millones de dólares de los contribuyentes para una investigación innecesaria al presidente Trump, y la prensa fue cómplice en ocultar la verdad.


Lo que si es cierto es la influencia de los chinos en los medios de prensa de los Estados Unidos para manipular la opinión pública estadounidense en favor de la dictadura económica de China, y desvirtuar las elecciones, esto incluye también la injerencia en Hollywood para censurar lo que no les conviene para su propaganda. China y Rusia protegen las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua e influyen con préstamos a otros países en contra del libre comercio.

Temo decirle a la periodista Fabiola Santiago que si los Estados Unidos se convierte en Castrolandia no es precisamente responsabilidad o culpa de Donald Trump, sino de la prensa alcahueta de regímenes comunistas como lo han estado demostrando por los pasados cuarenta años. Tan es así que el pueblo estadounidense siente una fascinación enfermiza por Cuba, le dieron la espalda al exilio de Miami y los jóvenes universitarios quieren vivir el socialismo pero no tienen puta idea de lo que verdaderamente es... Castrolandia. 
Las cosas como son.
Such is Life!