Uno no puede librar una guerra en la actualidad sin el apoyo
de la opinión pública, que es tremendamente moldeada por la prensa y otras
formas de propaganda.
Douglas MacArthur
Militar estadounidense líder en las operaciones americanas
en el pacífico durante la Segunda Guerra Mundial (1939 - 1945)
¿Es posible que un socialista ignore que Cuba es una
dictadura, que el Paredón de Fusilamiento es un crímen de lesa humanidad, que
los Castro deberían ser juzgados en La Haya, encarcelados de por vida y que
esto debió haber sucedido
hace 50 años?
Sí, es posible gracias a la propaganda embrutecedora.
Cortesía de Mi Puerto Rico verde |
En Puerto Rico los socialistas mantienen una imagen de
incorruptos porque la prensa no los investiga, de víctimas porque defienden las
causas de los gays, la liberación de Oscar López Rivera, la pena de muerte, el ambiente, están en contra de la
guerra, de la “Marina de guerra”, del gasoducto, de los molinos de viento, de
la incineradora de Arecibo y eso la gente lo ve positivo gracias a una prensa
aliada que solo reporta el lado socialista de la historia.
¿Propaganda embrutecedora? Sí.
Ayer toqué el tema de la campaña que hará la izquierda
independentista de cara a un plebiscito de estatus. Hay corre y corre en el PPD
para estructurar estrategias colonialistas pero a juzgar por la firmeza del
demócrata Ron Wyden, al parecer el tema de Puerto Rico está poniendo a los
Estados Unidos en una situación incómoda.
Pero eso a la izquierda le conviene, también están estructurando una campaña respaldada por organizaciones culturales, el Instituto de Cultura Puertorriqueña, ambientales, de derechos humanos como la ACLU, Colegio de Abogados, Iglesia Católica, uniones obreras, etc. Veremos de todo desde comiquitas, afiches, jingles, libros y hasta películas de Filiberto.
¿Qué va a pasar?
Es muy sencillo, se activarán todos los medios que utiliza
la izquierda para ganar una batalla que saben están perdiendo pero no van a
claudicar en su intención de entregarle en bandeja de plata la isla a Nicolás
Maduro y la CELAC.
Los estadistas debemos estar muy conscientes que en la
política norteamericana pasa exactamente lo mismo que en Puerto Rico, la izquierda
sabe muy bien utilizar los medios de comunicación masiva para calar un mensaje
subliminal a favor de Obama y su Partido Demócrata, partido donde la izquierda
se ha instalado muy cómodamente y sus ideas se pasean por los pasillos de la
Casa Blanca.
Por eso el presidente mantiene silencio sobre el pedido de la estadidad para Puerto Rico, simplemente no está en sus planes por el cabildeo insensato de Luis Gutiérrez y Nydia Velázquez, con el financiamiento del PPD y la élite colonial, más la socialista, sí, con los bolsillos llenos de dinero cualquiera es nacionalista y grita ¡Viva Puerto Rico libre! como lo hace René Pérez de Calle 13, Benicio del Toro, Andy Montañez, Danny Rivera y Martorell entre otros.
En Puerto Rico la izquierda se pasea en los pasillos de La
Fortaleza y las plumitas liberales en el PPD, pero como necesitan de los populares
pro unión permanente, para que voten por ellos, por eso tienen que recurrir a la cantinflada que vimos en las vistas
senatoriales para que el partido no se le vacíe.
Este artículo que incluyo más adelante habla sobre propaganda en los medios, es muy
interesante porque nos habla de los recursos a los que tienen que recurrir los
republicanos para ganar en el 2016 y que el PNP también tendrá que hacer si
quiere ganar y lograr la estadidad, porque la propaganda embrutecedora será
implacable y el billete va a correr, para muestra lo que sucedió en Venezuela
con el Premio Rómulo Gallegos a Eduardo Lalo, escritor independentista nacido
en Cuba y criado en Puerto Rico, eso es un símbolo que nadie puede pasar por
alto porque ejemplifica la realidad política a la que nos enfrentamos.
Juzgue usted...
Political Parasites and Pop Culture
Derek Hunter | Aug 04, 2013
Townhall.com
Star Wars describe muy bien la lucha entre el bien y el mal y cada quien se identifica con los héroes. |
I worked on Capitol Hill, and I can tell you Congress
doesn’t give a damn about form letters and generic emails or petitions, nor
should they. Handwritten letters from the district or state matter. Phone calls
matter. Face-to-face meetings matter. Outside of that, if you can’t vote for
their opponents, they couldn’t care less about your name being one of thousands
on some electronic petition. But the petitions aren’t going away. Why? Because
there is money in it. Money from selling mailing lists. Money from the groups
being able to say they “represent thousands of Americans … blah blah blah.”
Your information is a commodity to be sold. A good idea doesn’t need a
headcount, it needs a champion.
Instead, why not bring conservatism into pop culture?
It’s there already to some degree -- as a punchline, which
explains why we ignore it to the degree we do. But there is a reason People
magazine and US magazine outsell anything news-related. There is a reason Real
Housewives of Whatever Location Annoying People Live is more popular than any
news or political show. It’s because people pay attention to this in a way they
don’t pay attention to politics or policy or the things that truly are making
their lives difficult.
I’m as disgusted by celebrity-obsessed culture as anyone,
but ignoring this culture – as conservatives often do simply because we don’t
like it – helps only the left.
Conservatives have to take their message to where the people
are.
It’s about making movies, but those movies have to be good
and funny and entertaining first and carry a message only after that. Think
“Knocked Up.” Hilarious movie that just so happens to be very pro-life without
being about being pro-life. By the way, it was made by liberals.
Conservatives could start by improving on the quality of the
documentaries they produce. Conservative documentaries today are horrible.
They’re boring. They’re all interviews and b-roll so on-the-nose predictable as
to be laughable. They seem to be made by people who’ve never seen a documentary
and, too often, designed for the choir.
They’re also often late to the game – coming along only
after discussion has moved far beyond the topic they treat. They are vanity
projects done more for fundraising purposes than to reach voters. They are
about nice, big checks for the people who run the assembly line that produces
them. Most – not all – are a waste.
Scroll through the documentary section of Netflix, and
you’ll see documentary after documentary pushing the progressive agenda, But
they’re couched as entertainment, and they are, in fact, entertaining. They’re
awful as far as information goes, and they’re full of easily disprovable lies.
But the people who watch them won’t fact-check them. They’ll remember only the
garbage they saw.
Be they about fracking, food or conservative politicians,
the Left churns out quality, entertaining documentaries that would make
Stalin’s propagandists blush with their spin. And it does so before they’re
even in the public consciousness, which is key. With nothing to counter them
when these issues or people bubble to the top, people who seek information on
them find liberal propaganda. What are we to expect but more misinformed voters
who will spread the lies they hear but don’t understand like a cold on a plane?
Conservatives simply have been left standing still on this.
The documentaries that ought to get made – on Milton
Friedman, on the relationship between Ronald Reagan and Margaret Thatcher,
defending Walmart, pointing out the failure that was Solyndra – don’t. If they
do get made, don’t look for them on Oscars night. The satisfaction will come only
from telling the truth and helping it, too, spread like a cold on a plane.
But it doesn’t happen because the “taste” isn’t big enough
and mastering the art of storytelling looks like too much work, particularly
compared to technical term-laced studies and “films” that preach to the choir
but can’t move beyond.
Changing hearts and minds, when done right, isn’t a volume
business. Right now people and groups are getting rich while elections are
being lost. While that’s not by design, it’s also not an accident. But it is a
huge problem.
Artículo completo: http://townhall.com/columnists/derekhunter/2013/08/04/political-parasites-and-pop-culture-n1655543/page/full
La izquierda sabe utilizar la propaganda embrutecedora muy
bien, hasta hacen novelas socialistas, ¿ha escuchado usted decir que las
novelas embrutecen a la gente? Soy de las que pienso que las novelas enseñan
mucho y en Puerto Rico las dejaron de producir ¿Qué pasó? son muchas las
razones, sin embargo denuncian los
posters del Tío Sam y se ridiculiza a los estadistas en todos los programas de
la televisión boricua.
El pueblo puertorriqueño debe aprender a escoger los programas
que ve para entretenerse, a pesar de que no creo en los boicots porque hay que
saber que hace el adversario, creo que debemos empezar a tener un ojo crítico
sobre lo que nos ofrecen los productores de televisión, las noticias y
películas, para diferenciar que es propaganda embrutecedora versus la verdad. Todo se vale por el rating y el billete.
El PNP debe también estudiar como llegar a la masa de todas
las maneras posibles porque si la propaganda es buena para la izquierda debe
ser buena para la derecha también.
Lo que es igual no es ventaja ¿no creen?
Lo más importante, tener las “brigadas de respuesta rápida”
para desmentir todos los embustes que se digan porque la izquierda alimenta sus
argumentos con mitos y mentiras.
Decir la verdad no es delito.
¡Vamos artistas conservadores, anímense, inspírense, saquen a flote su talento que las redes sociales son la mejor vía para llevar el mensaje estadista boricua!
En la guerra de medios todo se vale
¡y la madre del que se
queje!
Such is Life!