Si los ciudadanos como tú, dejaran de ser tan demagogos...
Qué facil es hablar detrás de un micrófono o sentarse a escribir, diciendo toda clase de
estupideces que le convengan al partido político de uno y no ser honesto con la realidad... así son
los abogados populares, socialistas y neocomunistas y Pabón Roca no es la excepción.
De un popular defendiendo a populares no se puede esperar
otra cosa...
Juzgue usted...
11 Enero 2012
El Nuevo Día
¿Es posible otro Puerto Rico?
LUIS PABÓN ROCA:
Aunque la contestación políticamente
correcta a si otro Puerto Rico es posible debe ser un rotundo sí, cada día que
pasa pienso que es muy difícil, si no imposible. En días reciente se publican
las razones por las que emigran muchos puertorriqueños. Crimen, desempleo,
economía, educación, entre otras. Pero creo que la razón fundamental es más
profunda que los temas que a diario se debaten. La razón fundamental es el
desencanto.
Hace algunas décadas se nos conocía como la Isla del
Encanto. Hoy día la realidad nos apesadumbra el espíritu porque no vemos la luz
al final del túnel o, como dicen muchos, ¡no veo ni siquiera la entrada al
túnel! La pregunta que persiste es: ¿qué vamos a hacer?
El fracaso de la clase
política en atender los problemas es evidente. Sus integrantes son quienes nos
han traído a este punto y no sólo nos hunden sino que nos mienten y nos ahogan
sin que aparente haber voluntad para hacer lo que hay que hacer.
De alguna manera tenemos nosotros, los ciudadanos, que
exigirnos a nosotros mismos el cambio.
Hay que olvidarse del gobierno y del
“del otro”. Tenemos que acabar con el “mantengo” que nos ha hecho esclavos, y
esto va desde el empresario hasta el residente de la barriada más pobre. Todos
nos hemos convertido a la religión del “mantengo” y estamos paralizados ante el
fracaso del gobierno que nos convirtió a esa religión.
Debemos, como individuos, asumir la responsabilidad de hacer
un mejor país. De ahí tal vez surjan alianzas que creen movimientos civiles que
superen el empantanamiento que nos ahoga. Para esto tenemos que asumir nuestra
responsabilidad, dejar de buscar culpables y construir un mejor país. ¿Es
posible? No sé, yo estoy tratando.
Pabón Roca es parte de la demagogia criminal que existe en
Puerto Rico. Menos mal que se incluye en la religión del mantengo, por lo menos
acepta que la mediocridad es parte de su vida.
¿La isla del Mantengo?
Ahora somos los mantenidos, los vagos que no hacemos nada
pero en la época de Muñoz ¡qué bueno era el mantengo, ah! ¿Esas ayudas sociales
son malas cuando no hay trabajo, no hay respaldo a lo hecho en Puerto Rico, no
hay respaldo a los artesanos y artistas puertorriqueños que tienen que buscarse
otro trabajo para sobrevivir, a los profesionales que se gradúan de la
universidad y se tienen que ir a trabajar a un negocio de comida rápida o un supermercado porque
no hay mas ‘ná?
Siempre la soga corta por lo mas fino y para Pabón Roca la culpa la tienen los beneficiados de las ayudas sociales... ¡qué bonito!
Siempre la soga corta por lo mas fino y para Pabón Roca la culpa la tienen los beneficiados de las ayudas sociales... ¡qué bonito!
Una isla donde se importa todo porque cualquier cosa hecha
en China o en la cochinchina de mala calidad es mejor que lo de aquí. Donde los
“grandes intereses populares” prefieren un paraíso fiscal en una colonia que la
libertad de ser un estado con una industria robusta de lo que sea. No insulte
mi inteligencia abogado, el problema es la maldita colonia, no defienda lo
indefendible.
La pregunta obligada a Luis Pabón Roca es ¿Qué carajo ha
hecho el Partido Popular Democrático y su Estado Libre Asociado para poner a
los puertorriqueño en la vanguardia del profesionalismo? ¿Qué logros
extraordinarios ocurrieron bajo la gobernación de Rafael Hernández Colón, Sila
Calderón y Aníbal Acevedo Vilá?
¿Qué carajo han hecho Alejandro García Padilla y su
delegación de manduletes, buscones y habladores de basofia sin sustancia por el
bien de este país?
¿Visitar fábricas establecidas de empanadillas, hacer discursos con retórica
de podio rancia, acusar a políticos de cuanta estupidez hay, dis que por decir
que están fiscalizando? ¡Por favor! ¿A quien quieren engañar? ¡Ponerse a
vociferar en el programa mañanero y faltarle el respeto a los que llaman no es
ser un caballero compay!
No hable de decencia cuando es el primero en actuar
como un troglodita a la menor provocación y como siempre digo, todo sea por el
rating. Si hoy no hay respeto, las “promo” en la radio de los "analistos" de WKAQ
no es el mejor ejemplo de decencia.
Upps! perdón... perdí el caché.
CARLOS DÍAZ OLIVO:
Los resultados del censo confirman que,
por primera vez en siglos, Puerto Rico perdió población. Nuestra problemática
socioeconómica y el deterioro en la calidad de vida llevan a muchos a
plantearse la emigración como alternativa real.
La emigración no es un
fenómeno nuevo.
En el siglo XVI el grito de “Dios me lleve al Perú” recogió
el lamento de nuestras penurias ante las revelaciones de oro y abundancia en
otros lares. Más adelante, Santo Domingo, la provincia de Oriente en Cuba,
Hawai, Nueva York, Hartford, Chicago, Orlando y Houston, se convirtieron en
escenarios de la diáspora puertorriqueña.
El dilema de dar la lucha aquí o buscar afuera la
oportunidad negada, resume gran parte de nuestra historia como pueblo. La
diferencia ahora, quizás, radica en una desilusión mayor y en una inclinación
creciente a “tirar” la Isla a pérdidas.
Por ello, cabe preguntarse si es
posible otro Puerto Rico.
La respuesta es que sí. Nuestra situación no es distinta a
la de otros pueblos que confrontan el mismo dilema y han decidido resistir,
batallar y progresar. Las claves de los que han logrado éxito son básicas e
incluso obvias:
(1) trabajar con mayor intensidad y rigor que los demás;
(2) disposición continua a asumir riesgos y renuncia a la
comodidad e indolencia;
(3) hacer lo que otros no han sabido hacer o hacerlo aún
mejor, esto es, creatividad e innovación, y
(4) premiar la excelencia y castigar la displicencia y la
inefectividad.
En las décadas de los cuarenta y los cincuenta del siglo XX,
los puertorriqueños pusimos en práctica estos principios básicos y, en efecto,
fuimos exitosos.
Si dejamos de lado el pesimismo y el conformismo y revivimos
ese espíritu que caracterizó los años productivos de nuestros padres y abuelos,
otro Puerto Rico es posible.
LPR:
De acuerdo con tu receta como un buen comienzo para
enderezar el país. Prometo aplicármela. El problema es ¿qué hacemos con los bambalanes
que roban, matan, buscan excusas y viven de los que trabajamos y luchamos por
un mejor país? (Y no necesariamente me refiero a los delincuentes callejeros).
CDO:
Lo que te propones es lo que todos debemos hacer. El
parámetro somos nosotros mismos. La mediocridad y la indolencia se combaten y
derrotan, precisamente, con el trabajo y la excelencia.
Pabón Roca... olvídese de los bambalanes, demuestra que no
eres uno más. Cada quien que haga lo que quiera, sólo los que actúan por el
bien del país tienen derecho a exigir.
Estoy de acuerdo con Díaz Olivo y a eso le tengo que añadir
que mientras los analistas políticos populares, socialistas y neocomunistas sigan con la cantaleta de que todo está
malo y que sólo ellos tienen el poder de arreglarlo
seguiremos nadando en la misma mediocridad y demagogia que nos tiene así. Los estadistas
estamos haciendo lo que hay que hacer, ¿qué van a hacer los demás? Criticar,
criticar y criticar. Oponerse, oponerse y oponerse ¿Así se hace patria?
Such is
Life!