“Ser artista en este país es lo peor que le puede pasar a cualquiera.
No importa el arte que sea”.
Teresa Hernández
Denis Mario Rivera |
Me llamó el interés el título de este artículo “La estupidez
imperó” con el subtítulo que plasmé anteriormente, siempre pensé que me sentía
como Juan el Bautista en el desierto predicando, esta vez, sobre la crisis por
la que está pasando Puerto Rico y la falta de apoyo al arte en general.
El fracaso de ventas de los artesanos, las pocas galerías de
arte y librerías, las obras de teatro de poco contenido artístico me dan la
razón de que vivimos la pura decadencia.
Y como a mí me encanta cantarlas como las veo, este
artículo me da pie a decir lo que pienso...
17 Enero 2012
Teresa Hernández presenta Coraje II
Teresa Hernández reflexiona sobre lo que es ser artista
experimental en la Isla
El Nuevo Día
Por Ana Teresa Toro
“Ser artista en este país es lo peor que le puede pasar a
cualquiera. No importa el arte que sea”.
Teresa Hernández lo dice -más bien lo sentencia- con un
arrojo y una sinceridad que más que espantar consuela, porque tras sus palabras
está el deseo que la sacude y la mueve a seguir creando. Después de todo es una
amargada optimista.
Su entorno es su materia de creación, un tema siempre
recurrente en su obra. Si el país camina hacia la estupidez, ella no le da la
espalda; lo confronta, lo cuestiona, lo interroga desde su producción artística
para entenderlo, quizás poder habitarlo.
De esa relación con el país tan huracanada y llena de tensas
calmas se nutre la nueva propuesta artística de Hernández. Se trata del
unipersonal “Coraje II”, que estrena esta semana en el Teatro Victoria Espinosa
en Santurce. La pieza, descrita como teatro que colinda con el performance, es
el resultado de una residencia artística con el reconocido teatrero del
colectivo Yuyachkani del Perú, Miguel Rubio, quien la dirige en esta ocasión.
“Él tiene una profundidad estética impresionante. Es un
maestro generoso”, comenta Hernández, quien anteriormente trabajó la pieza
“Coraje”, sin embargo aclara que esta puesta en escena no es una segunda parte.
“Siempre trato de contestar lo que se me quedó en el tintero
y en esta pieza hacemos un ‘close up’ a uno de los segmentos de ‘Coraje’, cuyo
personaje central es Nancy, la esposa de un veterano”, explica la creadora
acerca de la pieza desde la cual explora el tema de la violencia “en un país
sin una guerra declarada, pero cuyos ciudadanos viven sumergidos e intervenidos
por la cotidianidad paranoica de la industria de la seguridad”.
El reto perdido
Si algo ha distinguido su carrera ha sido su regreso a los
temas inherentes a la situación del país y su constante exploración dentro de
diversos géneros artísticos. Los retos los ha salido a buscar porque si se
sienta a esperar...
“Puerto Rico es un país es crisis hace mucho tiempo, pero
todo se ha vuelto más terriblemente brumoso”, expresa. “Los que trabajamos por
el arte no estamos conformes, somos personas inquietas, nos gustan las
preguntas. Exploro mi relación con el país para sobrevivirlo y porque creo en
las pequeñas transformaciones. Siempre me he nutrido más de lo pequeño que de
lo grande”, añade esta artista que se considera ante todo una investigadora del
cuerpo y sus rutas internas y externas. A veces falta público sí, pero todo
tienen una misma raíz. “¿Cuántas librerías tenemos?
Todo está relacionado.
Todo está en la educación”, afirma.
En el proceso, hay que abrir camino.
“En el país donde yo vivo no existen prácticamente caminos,
quienes los han hecho no han tenido siempre la gente detrás para seguirlo y
rápido crece el pastizal. Nadie lo corta”, describe con relación al desarrollo
del arte contemporáneo.
“La estupidez imperó y para salir de ahí hay que tomar
decisiones, asumir posturas, implica tener coraje, determinación pero la
realidad es que estos tiempos no llevan al desarrollo humano en esa dirección”,
reflexiona.
El abrazo
“A veces pienso que a nadie le importa, pero cuando eso pasó
sentí que la vida me abrazó”, afirma Hernández, cuya pieza “Coraje” fue
galardonada recientemente por la Fundación United States Artists. El
reconocimiento le valió una beca de $50 mil para que la artista continúe con su
labor como artista independiente.
Llama la atención que esta entidad otorga anualmente 50
becas a artistas residentes en Estados Unidos. De un tiempo para acá se
consideró integrar a los territorios por entender que los artistas que viven en
lugares con ambigüedad política quedan en un limbo en términos de sus
posibilidades de recibir subvenciones.
Por ejemplo, un puertorriqueño no puede solicitar muchísimos
apoyos que existen para artistas latinoamericanos que provienen de
instituciones europeas. Igualmente, al no ser la Isla un estado tampoco pueden
solicitar propiamente las becas para estadounidenses.
“Mi identidad política es contradictoria y ambigua. Eso yo
no lo decidí. Cuando puedo decidir lo hago en las urnas. Recibir un premio de
esa institución se siente extraño, pero es el día a día. Soy una colonizada y
me doy cuenta, sobre todo cuando voy a Latinoamérica”, dice.
De momento, continúa trabajando, investigando, explorando el
cuerpo y sus circunstancias, la Isla y los cuerpos que la habitan. Entonces, un
día, de manera inesperada surge el arte de entre la bruma.
Mural de Filiberto Ojeda Ríos |
Definitivamente la ambigüedad del estatus nos tiene
navegando en la mediocridad. Peor aún desde el momento en que la política se
mezcló con el arte, la cultura, la música de “la nueva trova”, el Ateneo, el
Instituto de Cultura, la Universidad de Puerto Rico, la Asociación y la
Federación de Maestros de Puerto Rico, el Departamento de Educación, etc. etc.
etc. todo se jodió.
Rayos y Centellas |
La mejor arma para destruirlo todo fue la televisión, a
través de este invento de la tecnología hemos visto de todo, violencia,
narcotráfico, sexo, irreverencia, discordia, chabacanería, mediocridad
bautizada con el nombre del séptimo arte. ¿qué les parece?
Los estadistas nos hemos llevado la peor parte porque los
que están detrás de estos medios del cine y la televisión, tienen una agenda
predeterminada y muy lejos están de los derechos democráticos que predicó
Martin Luther King, Jr. que son igualdad para todos los sectores. Sí, en el
arte también hay prejuicios, discrimen y racismo, desde que la izquierda
intelectual se apropió del arte y la cultura no hay oportunidad para todos,
Rafael Trelles |
Esto no me lo invento yo, es evidente, hoy cuando miras la
sección de teatro ves cómo la comedia “picante” se lleva las mejores
audiencias, también ves como una compañía de cable proyecta presentaciones de
los Rayos Gamma y anuncia a unas actrices izquierdosas que son la versión
femenina de este grupo de sátira política que se dicen llamar “Rayos y
Centellas”, el anuncio es de lo más inspirador, cantando “que vivan los
estudiantes” de la UPR que recibieron cantazos, patadas y macanazos.
En Dorado, abrió un restaurante que se llama “Made in Puerto
Rico” donde las meseras se visten de “Minga y Petraca” y ha sido todo un éxito,
lleno todos los días. Me alegra el éxito, lo que me duele es que el concepto
venda más que si fuera un restaurante con una galería de arte o teatro
experimental.
Ni hablar de los artistas plásticos y los artesanos. Hoy
salen publicadas en El Nuevo Día, cartas de ciudadanos que visitaron fiestas
“culturales” con las Fiestas de la Calle San Sebastián y el Festival de la
Novilla y todo era bebida, motoras, y música estruendosa. ¿Es eso cultura?
Martorell |
A pesar de que la política no mezcla con nada porque no es
necesario, el arte se ha utilizado para hacer propaganda, efectiva para la
izquierda, censurada para la derecha y los estadistas. Aún así han habido
artistas valientes que han confesado ser estadistas y a pesar de los “codazos”
se ha mantenido más o menos y es justo decir que no necesariamente han utilizado la política para su trabajo artístico.
Los que guisan mucho son los de la izquierda y yo les
pregunto ¿si hicieran su trabajo fuera de la propaganda política de izquierda
serían exitosos? ¿Por qué no dejarle a los políticos ese papel y fomentar un
arte que sirva de otras formas más constructivas que no sea ridiculizar a los
políticos? La sátira política es una parte del arte pero no lo es todo. El arte
es mucho más amplio.
Estoy consciente que la política vende, escribo en dos blogs,
uno de arte y otro de política y el de política sobrepasa por mucho en visitas.
Muchos me detestan y por eso no permito comentarios porque no tengo porqué
soportar los insultos y frustraciones de los que no piensan como yo. Nunca
comento en otros blogs que no tienen mi mismo pensamiento, les respeto su
espacio y su derecho a la libre expresión pero lamentablemente a la izquierda
le encanta “masacrar” a los “de derecha” como yo. Mi satisfacción es que me
despacho con la cuchara grande diciendo lo que pienso y me importa poco lo que
piensen los demás.
La verdad “monda y lironda”
A los estadistas nos han acusado de ser vendepatrias,
pitiyanquis y que renegamos de nuestra cultura, sí, porque pretendemos aprender
y conocer la cultura estadounidense y su himno nacional. Porque queremos
aprender a hablar inglés fluídamente, porque queremos una calidad de vida como
la que vive el estadounidense que es en base a familia, estudio, trabajo y
vacaciones. ¿Es esto negativo?
El americano ama su cultura, la respeta y la patrocina. En
Estados Unidos existen millones de galerías, millones de artistas, artesanos,
actores de teatro, bailarines, comediantes y cantantes.
Desde un Andy Warhol hasta una Dolly Parton, que con gran
orgullo promueve su música country y hasta tiene un parque de diversiones.
Existe un centro de teatros como Broadway en Nueva York.
Existe la meca del cine en Hollywood.
Existen miles de galerías en ciudades y estados como Nueva
York, Miami y Nevada.
Existe el National Endowment of the Arts entre otras miles
de instituciones privadas y gubernamentales que otorgan becas a los artistas
para su desarrollo.
Existen miles de universidades dedicadas al arte en todas
sus disciplinas.
Existen centros de desarrollo de artistas y diseñadores como
SoHo y Wynwood.
Existen escritores con millones de copias vendidas y
liberías que venden a todo el mundo a través de la internet y sus tiendas
establecidas.
Y lo más importante es que todo este desarrollo artístico ha
sido respetando la cultura de los artistas porque todos son inmigrantes, hijos
o nietos de inmigrantes.
Entonces ¿qué es lo que pasa en Puerto Rico? Les voy a
contestar. La política izquierdosa la segregó, la secuestró, nos ha atragantado
la ideología de Pedro Albizu Campos, la bandera de Lares, Corretjer y el ¡coño despierta
boricua! En la música, el arte, la artesanía, el teatro, el cine, en WAPA, el
canal 13 y hasta en la emisora del pueblo de Puerto Rico cuando gobierna el
PPD.
Los artistas de izquierda son los que guisan en todo
espectáculo, lo vemos en Calle 13, los Rayos Gamma, El Jíbaro, Sunshine
Logroño, Andy Montañez, Silverio, Roy Brown, Tito Auger y muchos más. En las artes plásticas Martorell, Rafael Trelles, Pablo Marcano García y otros tambien se llevan la mayoría de los laureles, no niego que tienen talento pero, si su arte es político ¿dónde están los artistas estadistas con su obra sobre el tema?
Yo como
espectador cuando veo algo subliminal a favor de los estadistas me maravillo y
creo que esto mismo le pasa a mucha gente. Aún así, con todo ese bombardeo, el
movimiento estadista ha crecido y esto se debe a que la realidad cotidiana que
vive el puertorriqueño y que observa que pasa a su alrededor es más fuerte que
toda la propaganda embrutecedora que nos bombardean diariamente.
Todo esto es suficiente para entender que la estadidad es la
que nos garantiza un respeto al arte y la cultura a todos los sectores por
igual, contra una izquierda que segrega, secuestra y margina para beneficiar a
sus propios intereses y seguidores, lo demuestran y viven orgullosos de así
hacerlo, por eso no se merecen mi confianza ni la de ningún boricua que se
respete a sí mismo, que crea en la libertad y la democracia.
Felicito a la artista Teresa Hernández por su “Coraje” y le
deseo todo el éxito del mundo, me encanta ver a los nuestros triunfar porque
estoy conciente que es contra viento y marea, se lo merece. Mi respeto por
atreverse a decir las cosas como son, creo que es hora de hablar abiertamente
de lo que nos molesta porque mientras vivamos en negación jamás lograremos
superar los problemas que nos ocasiona la política cuando se mezcla con el arte
y la cultura.
¡Estadidad Ahora!
Such is Life!