LUIS R DAVILA -COLON @DAVILACOLON 18 oct
Todas las investigaciones que inician los Ferré-Rangel contra sus enemigos, están dirigidas a fabricar casos criminales para destruirlos.
La primera pregunta que
debe contestar El Nuevo Día es...
¿por qué los Ferré Rangel se escondieron detrás de Benjamín
Morales Meléndez para esta patraña contra El Vocero a menos de un mes de las
elecciones por órdenes de Irving Faccio?
La segunda pregunta es...
¿No fue esto con toda la intención de dañar la imagen de la
administración del PNP para favorecer al Partido Popular Demócratico y que El
Vocero los está cuestionando
y señalando por sus acciones?
Ahora el nuevo dicho es
¡esa es la pregunta!
Pues vamos
contesten porque también los que vivimos en esta isla estamos esperando las
respuestas.
Por cosas como esta los penepés estadistas nos preguntamos
todos los días, ¿Cuál es el empeño de El Nuevo Día y sus periodistas en
destruir la obra del gobierno de Luis Fortuño a pesar de que se ganan una
millonada con esta administración? La respuesta es obvia, quieren la colonia
para seguir guisando y el PPD es su garantía de que todo se quedará como a
ellos les conviene.
Monopolio de la información
= nueva forma de control social
La presidenta del Grupo Ferré Rangel, María Luisa Ferré
Rangel, comparte con el abogado Héctor Luis Acevedo y el profesor de derecho de
la Universidad Central de Venezuela, Allan Brewer Carias.
(Primera Hora / Juan
Luis Martínez)
¿Sabrá Don Allan Brewer Carias que doña María Luisa Ferré
Rangel pretende tener un monopolio de la información aquí en Puerto Rico?
Juzgue usted...
19 de octubre de 2012
El Nuevo Día
Es hora de respuestas
Carta del Director asociado
Por Benjamín Morales Meléndez / Director asociado
Cuando tomamos la complicada decisión de publicar una extensa investigación sobre las operaciones de la empresa Caribbean International News Corporation (CINC), matriz del diario El Vocero, siempre tuvimos muy presente las consecuencias que tendría nuestra acción y la cadena de especulaciones que se desataría en la opinión pública.
¿Complicada desición?
Hoy, luego de tres días de publicación, cerramos esta fase de nuestro trabajo investigativo y llegó el momento de exigir respuestas sobre lo que ha sido un extenso tema de discusión durante los pasados días y enfocarse en analizar el impacto de las incómodas verdades que se cantaron en estas páginas.
¿Por qué quieren cerrar “esta fase de nuestro trabajo
investigativo”? Si ahora es que se pone interesante...
Por un lado, ha sido curioso ver cómo poco a poco se ha ido centrando la atención en una simple “guerra de periódicos” y se ha dejado a un lado un problema de fondo muy serio y en el cual insistimos: nuestra investigación ha probado cómo el Gobierno ha financiado con dinero de los contribuyentes a un medio de comunicación privado que no cumple con sus obligaciones contributivas y contractuales para adelantar su agenda ideológica. Es así de simple, no hay que complicarlo.
¿simple guerra de periódicos? ¿Agenda ideológica?
¿Complicarlo? Come on! ¿Por qué El Vocero no disfruta de los contratos del
gobierno que ustedes tienen? ¡esa es la pregunta!
En medio del escándalo hay dos actores -El Vocero y el Gobierno- que han asumido el papel de desentendidos y de demagogos, en lugar de explicar cómo es posible que por años hayan mantenido en contubernio un esquema de financiación que a todas luces es contrario a la ley, inmoral y ofensivo, pues se trata del uso del dinero que a usted, amigo lector, le retienen de sus contribuciones, para ser inyectado en un proyecto puramente ideológico.
¿desentendidos y demagogos? Si todo el mundo se ha expresado
o... ¿es que acaso esparaban otras respuestas?
Y lo peor del asunto es que no solo se usa el dinero de la gente para esos fines, lo más serio es que a nadie se le consultó al respecto y en el camino se han violentado leyes, procesos y reglamentos con una impunidad tal que insulta incluso al ser humano más tolerante.
En lugar de presentar evidencia, la respuesta de El Vocero ha sido recurrir a mentiras y esbozar argumentos absurdos, como que publicamos esta investigación porque su modelo gratuito está haciendo daño a El Nuevo Día, lo cual es falso, pues desde que abandonaron la línea de pago nuestra circulación ha incrementado en sobre 3,500 nuevos suscriptores. Han hablado de un préstamo AFICA que es tan viejo que ya fue saldado en el 2009 y han hecho un recuento de los contratos de nuestras empresas sin encontrar una sola irregularidad.
¿Y por qué decomisan tantos ejemplares en el reciclaje? ¡Esa
es la pregunta!
No buscamos irregularidades lo que nos cuestionamos es ¿Por
qué tantos millones en contratos y sin tope? ¿Por qué solamente con los
periódicos de los Ferré Rangel y no con El Vocero?
Por el otro lado, el Gobierno ha guardado un silencio cómplice. El gobernador Luis Fortuño despacha el asunto diciendo que no es correcto meterse en una disputa entre empresas privadas. Sus funcionarios se rehúsan a explicar el porqué del trato privilegiado a El Vocero, a quien le han dado millones a pesar de ser un ofensor habitual del sistema contributivo.
El Vocero admitió sus deudas y su incapacidad de cumplirlas
por problemas económicos... no todos los medios tienen los millones de los
Ferré Rangel, ni los contratos millonarios con las agencias del gobierno, la
mayoría de los medios se mantienen con dificultades en estos tiempos de crisis.
Son muchas las preguntas sobre el tintero. ¿Se hará una investigación seria e independiente sobre este escándalo? ¿Seguirá el Gobierno financiando esta operación? ¿Explicará el Gobierno por qué utilizó dinero del pueblo para adelantar su agenda ideológica a través de un medio de comunicación? ¿Hará las auditorías requeridas para encontrar las irregularidades que han salido a flote? Y hay muchas más que añadir a la lista.
Si tanto es el interés háganlo ustedes, tienen el poder, los
abogados y los recursos para ir al foro que sea, vamos, echen pa’lante como
dijo su gran amigo Cuchín.
Recalcamos que lo más fácil hubiese sido quedarse callado y dejar pasar toda esta polémica bajo el radar. Pero no, el equipo de periodistas de El Nuevo Día no está cortado con esa tijera. Aquí defendemos al país cuando el Gobierno juega con el dinero del pueblo para adelantar sus agendas ideológicas y perjudicar el balance democrático. Ante ese escenario es prudente invitar a Puerto Rico a hacer un análisis profundo de lo que está ocurriendo con esta relación entre el Gobierno y El Vocero. El Nuevo Día ha presentado por tres días la evidencia y hoy la deja en las manos del pueblo de Puerto Rico y de las autoridades pertinentes para su juicio. Ni El Vocero ni el Gobierno ha presentado una línea que la refute.
¿Defender a qué país? ¿Dinero del pueblo? ¿Acaso ustedes no
se están lucrando con contratos millonarios de ese mismo dinero del pueblo? Vamos, ¿no es
lo mismo? ¿de qué hablan?
Reiteramos que fue un trabajo periodístico de primera, realizado por los mejores profesionales y a partir de las técnicas investigativas y documentos hechos públicos que son instrumento vital para los periódicos. Y enfatizamos en que esta labor se ha hecho con un alto respeto a la dignidad de los periodistas de El Vocero, pero, sobre todo, con una alta conciencia del derecho del pueblo puertorriqueño a conocer qué se hace con su dinero. El caso ha sido sometido.
Esto no fue un trabajo periodístico, esto fue una faena
política, un carpeteo con toda la mala intención de minar la credibilidad de un
periódico que su cobertura es mucho más honesta que la de los Ferré Rangel, una
patraña orquestada por el Partido Popular y su director de campaña Irving
Faccio para que su candidato morón pueda tener alguna ventaja a menos de un mes
de las elecciones.
Por qué no son honestos y contestan el Editorial de El
Vocero que me parece tienen argumentos más legítimos y contundentes...
A PR no le conviene un monopolio de la información
(Editorial)
19 de octubre de 2012 - Actualidad, - Redacción, EL VOCERO
En el más reciente capítulo de la guerra que El Nuevo Día, Primera Hora y sus dueños —el Grupo Ferré Rangel (GFR)— desataron contra EL VOCERO y sus empleados con el único afán de eliminar a quien por fin le rompió el espinazo dado el éxito de nuestro nuevo formato, se les escapó un detalle de extrema relevancia.
Aunque en EL VOCERO no tenemos nada que esconder y reconocemos que tenemos deudas con el Departamento de Hacienda por los difíciles momentos que hemos vivido todos los puertorriqueños y gran parte del mundo, lo cierto es que
EL NUEVO DÍA VIOLÓ LA LEY al publicar noticias y editoriales con la información contributiva de la empresa propiedad de EL VOCERO. Violaron la ley porque toda información sometida al Departamento de Hacienda es confidencial, de acuerdo al subtítulo E- Carta de Derechos del Contribuyente: específicamente la sección 5002 del Código de Renta Internas del 1994, según enmendado (Ley Número 120 de 31 de octubre de 1994, según enmendada el 10 de agosto de 2008).
Asimismo, la jurisprudencia ha convalidado la confidencialidad de dichos documentos en casos como el de Luis E. Rullán v. Hon. Antonio Fas Alzamora, 116 D.P.R. 742 (2006) en el que se concluye que: “todo individuo que somete al Departamento de Hacienda sus planillas, lo hace con un propósito específico y limitado, y en cumplimiento de una obligación impuesta por ley. Al hacerlo, no renuncia a su expectativa de intimidad respecto a la información contenida en sus planillas”.
Pero, el GFR y sus publicaciones se creen exentas de cumplir la ley porque siempre han creído que controlan a todo Puerto Rico bajo el mantra de su fortuna económica y su mollero contra los pequeños y los que se atreven a pensar distinto.
Las determinaciones sobre la flagrante violación a los estatutos de Puerto Rico las dejamos en la apreciación de nuestros lectores. El gobierno que haga lo que considere sea justo.
Sin embargo, no podíamos dejar pasar que nadie los señale porque eso es lo que han querido siempre, acallar las voces disidentes. Por esa razón, también mienten. Mienten cuando dicen sin corroborar —uno de los máximos postulados del periodismo que dicen defender a capa y espada— que recibimos la cifra de $24 millones del gobierno. Mienten cuando dicen que nadie nos ha auditado. Ni lo uno ni lo otro. Hay empresas que dan servicios a este diario que se acogieron a ayudas de fondos federales del Departamento de Trabajo bajo la Ley 52 que operan en perfecto orden y son auditadas.
Pero, más que nada, mienten por omisión cuando hablan de su propia historia. Muy bien saben ellos, como también nosotros, de sus entuertos en Hacienda, muy bien saben los Ferré Rangel y su parentela de los $90 millones que tienen en contratos. Mienten con los beneficios del gobierno para préstamos incumplidos para su antigua empresa Puerto Rican Cement y mienten cuando alegan que fue solo un préstamo la friolera de $130 millones para comprar una nueva prensa.
Bien saben los políticos que detrás de esos ‘acuerdos’ está el mollero que ejercen los dueños de ese grupo que se ha querido pintar como monjitas de la caridad. Bien lo debe recordar Jorge de Castro a quien le daban sus igualas para el beneficio de sus múltiples negocios, según ellos mismos admitieron.
Debemos recalcar que EL VOCERO ha tenido que tomar decisiones muy difíciles con respecto a sus deudas para subsistir como taller de trabajo, por nuestros empleados, pero sobretodo por la democracia en Puerto Rico. A nuestro pueblo nada favorece que solo exista una voz de la Prensa, un monopolio de la información escrita que solo publique su punto de vista y que aplaste a quien disienta. A los políticos de todos los partidos e ideologías tampoco favorece que no haya otras plataformas para ventilar sus ideas; a los clientes tampoco ayuda que suban los precios si no existe EL VOCERO. Solo beneficia al Grupo Ferré Rangel. De eso se trata esta sucia y bajuna guerra contra este taller de prensa.
Como diría una amiga de El Azote... OUCH!!!!
En Puerto Rico no existen las casualidades, y esta no es la
excepción, lo que pasa es que ya los que vivimos en esta isla conocemos muy
bien la “agenda ciudadana” de los Ferré Rangel. Esta vez el tiro les salió por
la culata, todo esto sirvió para dar a conocer a un pueblo todos los
esqueletos que tienen los Ferré Rangel en un closet que cada día está más
apestoso... ¡Fooo!
Such is Life!