“... Al evadir de manera tan tajante la transparencia
empresarial que ellos mismos exigen a otros, anticipamos que se prestarían a
ignorar y hasta censurar Un diario amable una vez estuviera listo y fuera al
aire. Jamás nos imaginamos, sin embargo, que llegarían al nivel de vengarse con
familiares y de negarse a considerar comentarios del público como, en efecto,
ocurrió de inmediato...
... Es también un asunto de principios lo que está en juego.
La transparencia de las empresas periodísticas debe ser tan obligatoria como la
transparencia que se le exige al gobierno. De lo contrario, estamos promoviendo
una democracia floja, acomodaticia, donde las empresas privadas pueden
ocultarse convenientemente al escrutinio público. Y ya hemos visto con las
crisis financieras e industriales del momento el alto precio que se paga cuando
el sistema opera desde la impunidad. La prensa, pues, como paladín del interés
público, debe ser más transparente que nadie...”
Zona Franca
Tres argumentos contra Un Diario Amable: ¿un asunto de
familia o de principios?
Vayan al siguiente link para que se enteren de esta polémica
entre Zona Franca y Luis Alberto Ferré Rangel sobre la transparencia que muy
bien el exige hoy en su editorial pero no se la aplica a si mismo y a su
empresa. Such is Life!
Si quieren ver más en este link
y también encontrarás el famoso documental
¡Ay Luis Alberto! como que estas predicando la moral en
“jockeys”.
Primero Thomas Rivera Schatz te las cantó a tí y a tu papá
como se merecen por los donativos a políticos corruptos como Jorge de Castro
Font buscando sabe Dios qué y ustedes se dedicaron a persesguir a Pedro Rosselló
y al Partido Nuevo Progresista para destruir su reputación y entorpecer la
descolonización de Puerto Rico hacia la estadidad.
Hoy te despachas con la cuchara grande desde tu muy cómoda
silla ejecutiva a exigir lo que no estás dispuesto a hacer en tu caracter
personal ni para tu empresa millonaria con toda la mala intención de crear un
issue que en nada resuelve a los problemas de los puertorriqueños pero a tí te
conviene para desviar la atención en el chijí-chijá del periodismo mediocre.
A Luis Alberto Ferré Rangel no le gustó que Zona Franca le
mencionara sus pecadillos, dicen ellos:
Aceptamos que el documental expone verdades incómodas:
• Miguel Nazario Franco, convicto en la Corte Federal,
copropietario de El Nuevo Día;
• 100 millones de dólares que se reparten los propietarios
de El Nuevo Día, en el contexto de una crisis que se aproxima, entre el 2001 y
2005,
• La vinculación de las fortunas del cemento, el poder de la
banca y la destrucción de El Mundo al crecimiento de El Nuevo Día,
• La incertidumbre laboral y la desestabilización que
provocan las tecnologías digitales en el campo de los medios,
• La banalidad y la comercialización de la prensa y cómo
esto constituye una amenaza para el futuro de la profesión periodística y la
salud política y cultural de nuestro país.
Concluyen con esto:
"En cualquier país medianamente desarrollado las acciones de
censura y desquite de las empresas Ferré-Rangel no serían posibles. Equivalen a
un mayoral que saca el látigo y castiga con furia a sus súbditos, cosa que en
las democracias maduras está prohibido desde el punto de vista legal y
cultural."
Luis Alberto Ferré Rangel no tiene moral para exigir nada en
este país, los asuntos de los políticos en relación a sus finanzas personales
le compete al Departamento de Hacienda, es prerrogativa de ellos hacerlas
públicas en sus campañas y que esto no sirva para que los periódicos de los
Ferré Rangel hagan fiesta en su clara agenda politiquera en contra del PNP y la
Estadidad.
Busquen otro issue más responsable y de importancia para los
puertorriqueños.
Such is Life!