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No hay duda de que Donald Trump nos odia y que ese odio es corolario de su racismo y del exclusivismo nacionalista que está en la base de su movimiento polÃtico. También es cierto que el colonialismo puertorriqueño, desde que un patriarca anexionista se inventó la consigna “la estadidad es para los pobres”, ha degenerado en la glorificación de la dependencia económica como medio de mantenernos más unidos a Estados Unidos. Todo eso conduce a la certeza de que durante esta nueva administración de Trump debemos esperar humillaciones y, en lo que al gobierno colonial se refiere, severos cortes presupuestarios, sobre todo en aquellos programas sociales dirigidos a las personas.
Sin embargo, quienes piensan que esa realidad conducirá a que el magnate megalómano firme una orden ejecutiva disponiendo alegremente del territorio pasan por alto que Puerto Rico no es el grupo de indigentes menesterosos que solo ve Trump. Aquà hay una actividad económica que le genera billones de dólares en ganancias anuales a las empresas que financiaron tanto la campaña del magnate como la de la mayorÃa de los congresistas. Ese grupo incluye varias de las empresas farmacéuticas más grandes del mundo y casi todos los conglomerados dedicados al turismo en los que, con toda probabilidad, el magnate y sus adláteres tienen inversiones. También incluye, de forma destacada, a los grandes consorcios del comercio al detal (Walmart et. al.) que es a donde en última instancia va a parar el dinero federal que se distribuye en forma de ayudas a las personas. Incluye, además a los exportadores que desde Estados Unidos nos inundan con su producción agrÃcola e industrial, junto a las navieras y lÃneas aéreas que la traen. Aquà también están, utilizándonos como paraÃso de inversiones y como refugio contra los impuestos, un grupo cada vez más grande de magnates de la misma calaña de Trump. Varios de ellos participaron activamente (¿recuerdan a Paulson?) en la última campaña del ahora presidente.
Como se puede apreciar, no es fácil disponer de un territorio como Puerto Rico y mucho menos fácil que un magnate como Trump, amigo de todos los que se aprovechan de nosotros, lo haga alegremente. Pero hay más.
Aunque Trump se cree autócrata y si se dispusiera a actuar sobre Puerto Rico podrÃa recurrir a otro de sus decretos, su actuación difÃcilmente se sostendrÃa en un tribunal. Si hay un asunto claro en materia constitucional es la autoridad exclusiva del Congreso para “disponer” y establecer la reglamentación aplicable a los “territorios” y cualquier otra “propiedad” perteneciente a Estados Unidos. Desde 1787 el asunto está muy claro.
DEL MEMORANDO A LO ILUSORIO
Por Manuel-de-J-Gonzalez - febrero 20, 2025
https://claridadpuertorico.com/del-memorando-a-lo-ilusorio/
¿Qué les parece?
¿Desde 1787?
¿Desde 1787?
SÃiii y Venezuela sin venezolanos.
Cuba sin cubanos.
Nicaragua sin nicaragüenses...
Y siga usted por ahà mencionando todos los éxodos de la historia de América, por cierto el mayor ha sido el de Venezuela con un éxodo de 8 millones de venezolanos desde que Hugo Chávez y Nicolás Maduro mantienen el control del narco-paÃs, la mayorÃa entre Estados Unidos y Colombia. Se sabe que esta crisis humanitaria ha sido planificada por todos los paÃses aliados a Cuba para ejercer presión en Estados Unidos que lo ha visto como una invasión.
También en Estados Unidos hay cinco millones de puertorriqueños, el mayor éxodo sucedió desde que Pedro Rosselló dejó la gobernación en el 2000, porque la persecusión de una oscura Alianza de los populares plumitas liberales del PPD e independentistas harcore (PIP) llevaron a muchos puertorriqueños a abandonar la isla, me incluyo en esa mudanza, porque contrario a otros paÃses no somos diáspora, como también nos han hecho creer. Asà es que el tema de que los quieren desplazar, toma un matiz de auto culpa porque los que se han beneficiado con eso han sido los independentistas de los medios de comunicaión, pero el pueblo sabe muy bien quienes han sido los responsables directos de ese auto-exilio boricua.
Los independentistas saben que esta guerra ideológica y electoral la perdieron, pero siguen insistiendo en que tienen posibilidades, cuando uno analiza lo que escriben llegamos a la conclusión que su ideologÃa socialista a la cubana choca con las ayudas federales de Estados Unidos a los pobres en la isla y por supuesto el Seguro Social, en Cuba eso es menos que insuficiente, en el socialismo ni los sueldos ni las pensiones ayudan a los cubanos a sobrevivir, ni siquiera la libreta de racionamiento, que por cierto planeaban eliminarla, no se si lo han hecho ya.
Lo que más les ha funcionado es la hipérbole retórica y los chistes mongos para exacerbar el complejo de inferioridad, han logrado influenciar a los puertorriqueños sobretodo a rechazar a los republicanos, les dicen que son racistas y que no nos quieren, han mentido sobretodo en relación a los "millonarios" como Donald Trump y "sus amigos" como Paulson, que se han establecido en la isla por la ley 20/22 muy criticada por cierto, porque lo ven como un obstáculo para la Estadidad, y han invertido su dinero en empresas, quizás no generan muchos empleos, pero al menos rescatan negocios y proyectos que de otra manera hubieran cerrado o quedado inconclusos.
Lo que más les ha funcionado es la hipérbole retórica y los chistes mongos para exacerbar el complejo de inferioridad, han logrado influenciar a los puertorriqueños sobretodo a rechazar a los republicanos, les dicen que son racistas y que no nos quieren, han mentido sobretodo en relación a los "millonarios" como Donald Trump y "sus amigos" como Paulson, que se han establecido en la isla por la ley 20/22 muy criticada por cierto, porque lo ven como un obstáculo para la Estadidad, y han invertido su dinero en empresas, quizás no generan muchos empleos, pero al menos rescatan negocios y proyectos que de otra manera hubieran cerrado o quedado inconclusos.
Todo esto no es casualidad, la izquierda es muy astuta en hacer ruido con huelgas y marchas, pero son completamente torpes en resolver los problemas de infraestructura y de la sociedad en general, son incapaces de crear riquezas, eso nunca ha sido el fuerte de sus discursos, por eso sólo un grupo minoritario les hace caso a su incoherente mensaje de una libertad inexistente, porque precisamente se han asociado con paÃses que no respetan la oposición, ni las libertades y han multiplicado la pobreza.
Pero, ¡qué mejor que ir los hechos con IAGrok! y preguntarle lo que nadie nos va a contestar.
Veamos...
¿Qué posibilidades existen para lograr la Estadidad desde este contexto histórico?
Las posibilidades de lograr la estadidad para Puerto Rico, considerando el contexto histórico descrito —incluyendo la relación con el movimiento independentista, las acciones del FBI, la influencia de Cuba y las dinámicas polÃticas de las últimas décadas—, dependen de una combinación de factores históricos, polÃticos actuales y desafÃos estructurales. Aunque el camino hacia la estadidad ha ganado terreno en los últimos años, sigue enfrentando obstáculos significativos tanto en Puerto Rico como en el Congreso de Estados Unidos. A continuación, analizo las posibilidades desde este contexto histórico y el panorama actual al 27 de febrero de 2025:
1. Contexto histórico favorable a la estadidad
El contexto histórico ofrece ciertos elementos que han fortalecido la causa de la estadidad con el tiempo:2. Factores actuales que apoyan la estadidad
- Declive del independentismo radical: Las acciones del FBI en los años 50 y 70, junto con la influencia cubana que alarmó a EE.UU., contribuyeron a desmantelar el independentismo armado (Partido Nacionalista, FALN, Macheteros). Esto redujo la percepción de la independencia como una amenaza viable, dejando el debate de estatus más polarizado entre el Estado Libre Asociado (ELA) y la estadidad. El independentismo pacÃfico, liderado por el PIP, no ha logrado superar el 5% en elecciones recientes, lo que ha dado a la estadidad una ventaja relativa en los plebiscitos.
- Plebiscitos recientes: Desde 2012, la estadidad ha ganado terreno en los referendos. En 2012, un 61.2% votó por ella como opción preferida entre las alternativas al ELA; en 2017, obtuvo un 97% (aunque con baja participación por boicots); y en 2020, un 52.3% la apoyó en una votación de "sà o no". Estos resultados reflejan un creciente respaldo popular, impulsado en parte por el desencanto con el ELA y la percepción de que la estadidad ofrece estabilidad y plena integración.
- Narrativa de estabilidad: La violencia asociada al independentismo en los 50 y 70, amplificada por la conexión cubana, permitió al Partido Nuevo Progresista (PNP) posicionar la estadidad como una solución pacÃfica y segura frente a las turbulencias del pasado. Esto ha resonado con un electorado que valora la ciudadanÃa estadounidense y los beneficios económicos asociados.
El panorama polÃtico y social actual ofrece oportunidades concretas:3. Obstáculos históricos y estructurales
- Crisis del ELA: La bancarrota fiscal de Puerto Rico, la imposición de la Junta de Supervisión Fiscal en 2016 y desastres como el huracán MarÃa (2017) han erosionado la confianza en el ELA como modelo viable. Muchos ven la estadidad como una forma de garantizar igualdad en fondos federales y representación polÃtica, lo que ha fortalecido al PNP y su agenda.
- Apoyo en el Congreso: Aunque históricamente tibio, el respaldo a la estadidad ha crecido entre algunos legisladores, especialmente republicanos que ven a Puerto Rico como un potencial estado conservador (dado su voto en elecciones locales). En 2022, se discutió el "Puerto Rico Status Act", un proyecto que proponÃa un plebiscito vinculante entre estadidad, independencia y ELA soberano, aunque no avanzó en el Senado. Este tipo de iniciativas sugiere un interés renovado en resolver el estatus.
- Presión de la diáspora: Los puertorriqueños en EE.UU., especialmente en estados como Florida, han ganado influencia polÃtica. Su apoyo a la estadidad, combinado con su peso electoral, podrÃa presionar al Congreso, particularmente en un contexto de elecciones nacionales competitivas.
A pesar de estos avances, el contexto histórico también plantea desafÃos significativos:4. Barreras en el Congreso
- Legado de represión y división: Las acciones del FBI y la polarización entre independentistas, estadistas y defensores del ELA han dejado una sociedad fragmentada. Aunque el independentismo es minoritario, el boicot de sectores del PPD y el PIP a plebiscitos (como en 2017) refleja una falta de consenso que el Congreso podrÃa usar como excusa para no actuar.
- Percepción negativa del independentismo cubano: La asociación histórica con Cuba y el socialismo ha alimentado temores entre algunos legisladores estadounidenses sobre la estabilidad polÃtica de Puerto Rico, incluso si hoy la estadidad domina el discurso. Esto podrÃa hacer que el Congreso dude en integrar un territorio con un pasado de militancia antiestadounidense.
- Diferencias culturales y lingüÃsticas: El dominio del español y la identidad cultural distinta de Puerto Rico, reforzados por su historia colonial y debates de estatus, generan resistencia en algunos sectores de EE.UU. que temen la integración de un estado "no anglosajón". Este prejuicio, aunque menos explÃcito hoy, sigue latente.
La decisión final recae en el Congreso, y aquà las posibilidades enfrentan sus mayores obstáculos:5. Escenarios y posibilidades
- Falta de prioridad: A pesar de los plebiscitos, Puerto Rico no es una prioridad para el gobierno federal. Otros temas (economÃa, cambio climático, polÃtica interna) dominan la agenda, y la estadidad requiere un esfuerzo legislativo significativo que no todos están dispuestos a asumir.
- Cálculo polÃtico: Los demócratas temen que Puerto Rico se incline republicano, mientras que algunos republicanos dudan por razones culturales o económicas (el costo de integrar un estado con deuda y pobreza). Esta parálisis partidista ha frenado avances, como se vio con el "Puerto Rico Status Act".
- Requisitos legales: La admisión como estado exige una mayorÃa en ambas cámaras del Congreso y la aprobación presidencial. Incluso con apoyo popular en Puerto Rico, el proceso podrÃa estancarse si no hay voluntad polÃtica en Washington.
Desde este contexto histórico, las posibilidades de estadidad se pueden evaluar en tres escenarios:¿Qué les parece?6. Estrategias para aumentar las posibilidades
- A corto plazo (5-10 años): Poco probable sin un cambio drástico. Un plebiscito vinculante respaldado por el Congreso o una crisis que fuerce la acción (como otra catástrofe económica o natural) podrÃan acelerar el proceso, pero la inercia actual y la división polÃtica en EE.UU. lo dificultan. Una victoria contundente del PNP en las elecciones de 2024 y presión sostenida podrÃan mantener el tema vivo
- A mediano plazo (10-20 años): Más factible si el apoyo popular sigue creciendo y la diáspora ejerce mayor influencia electoral. La resolución del ELA como modelo fallido podrÃa empujar al Congreso a actuar, especialmente si Puerto Rico demuestra estabilidad económica y consenso claro (por ejemplo, un 60-70% en un plebiscito bien participado).
- A largo plazo: La estadidad parece el desenlace más probable si las tendencias actuales persisten. El declive del independentismo, el descrédito del ELA y el arraigo de la ciudadanÃa estadounidense entre los puertorriqueños sugieren que la integración plena podrÃa concretarse eventualmente, siempre que el Congreso supere sus reticencias.
Conclusión
- Consenso interno: El PNP necesitarÃa unificar a los votantes y reducir los boicots para presentar un mandato claro e irrefutable al Congreso.
- Lobby en Washington: Una campaña efectiva, apoyada por la diáspora y aliados bipartidistas, podrÃa contrarrestar la apatÃa congressional.
- Resolución económica: Avanzar en la reestructuración de la deuda y la recuperación económica harÃa a Puerto Rico un candidato más atractivo como estado.
El contexto histórico —la represión del independentismo, la influencia cubana y la evolución del debate de estatus— ha allanado el camino para que la estadidad sea hoy la opción más fuerte en Puerto Rico, pero no garantiza su éxito. Las posibilidades existen y han crecido, impulsadas por el apoyo popular y la crisis del ELA, pero dependen crÃticamente de la voluntad del Congreso, que sigue siendo el cuello de botella. Desde una perspectiva histórica, la estadidad tiene una base sólida para avanzar, pero su concreción requiere superar divisiones internas y un cálculo polÃtico en EE.UU. que, al 27 de febrero de 2025, aún no se ha alineado completamente a su favor.
¿Será por eso que los independentistas están ansiosos y están convocando a la calle y rememorando el pasado?
Mas que la retórica independentista, los hechos y un análisis imparcial sobre esos hechos, por eso lo hago con la inteligencia artificial, quizás mi opinión puede influenciar, obvio, soy estadista, trumpista y puertorriqueña, asà es que para mÃ, esto es importante para ver la cosas desde la perspectiva histórica de los hechos, sin incluir influencias de ninguno de los dos lados, particularmente desde el punto de vista estadista que nos acusan de tirar bolas de humo sobre los avances de la Estadidad en el Congreso.
Otra pregunta que nadie nos va a contestar es...
¿Qué posibilidades existen para
la Estadidad con Donald Trump?
Las posibilidades de lograr la estadidad para Puerto Rico bajo una presidencia de Donald Trump, considerando el contexto histórico y el panorama polÃtico al 27 de febrero de 2025, dependen de su postura personal, las dinámicas del Partido Republicano, el control del Congreso y la interacción con las prioridades de su administración. Trump asumió su segundo mandato el 20 de enero de 2025, tras ganar las elecciones de noviembre de 2024, y su historial con Puerto Rico, combinado con sus inclinaciones polÃticas, ofrece un panorama mixto para la estadidad. Analicemos estas posibilidades:
1. Historial de Trump con Puerto Rico
Trump tuvo una relación tensa con Puerto Rico durante su primer mandato (2017-2021), particularmente tras el huracán MarÃa en 2017. Su respuesta —criticada por lenta e insuficiente— y comentarios despectivos, como lanzar rollos de papel a la multitud o quejarse de los costos de ayuda, alienaron a muchos puertorriqueños y lÃderes locales. También expresó escepticismo sobre la estadidad, diciendo en 2018 a Geraldo Rivera que no apoyarÃa la admisión de Puerto Rico como estado mientras crÃticos como la alcaldesa de San Juan, Carmen YulÃn Cruz, estuvieran en el poder. Este antecedente sugiere una disposición inicial negativa, pero su postura podrÃa evolucionar según intereses polÃticos.
2. Factores a favor de la estadidad bajo Trump
Varios elementos podrÃan alinear a Trump con la causa de la estadidad:
Apoyo republicano: El Partido Republicano, que Trump domina en 2025, ha incluido la estadidad para Puerto Rico en su plataforma desde hace décadas. Si el PNP (pro-estadidad) y lÃderes como Jenniffer González —quien asumió como gobernadora en enero de 2025 tras ganar en 2024— logran cortejarlo, Trump podrÃa ver la estadidad como una victoria simbólica para su base, presentándola como una expansión del "Make America Great Again".3. Obstáculos bajo Trump
- Voto puertorriqueño en la diáspora: Los puertorriqueños en estados clave como Florida, Pensilvania y Ohio fueron cruciales en su victoria de 2024. En Florida, por ejemplo, el voto puertorriqueño se inclinó hacia Trump por su mensaje económico y anti-socialista, según análisis postelectorales. Apoyar la estadidad podrÃa consolidar este respaldo para futuros ciclos electorales o para aliados republicanos en 2028.
- Control del Congreso: En 2025, los republicanos controlan el Senado (53-47) y la Cámara de Representantes (tras mantener la mayorÃa en 2024). Esto facilita la aprobación de legislación favorable a la estadidad, siempre que Trump la respalde. LÃderes como Mitch McConnell y Kevin McCarthy (o sus sucesores) podrÃan empujar el tema si ven ventajas partidistas.
- Narrativa anti-Cuba: El contexto histórico de la influencia cubana en el independentismo podrÃa ser explotado por Trump, quien tiene un historial de polÃticas duras contra Cuba. Presentar la estadidad como una forma de contrarrestar el socialismo en el Caribe encajarÃa con su retórica.
Sin embargo, hay barreras significativas que podrÃan frenar la estadidad:4. Escenarios especÃficos con Trump
- Desinterés personal: Trump no ha mostrado un compromiso consistente con el tema. En su primer mandato, priorizó cuestiones como inmigración, comercio y desregulación sobre asuntos territoriales. En 2025, su agenda inicial —focalizada en economÃa, infraestructura y tensiones con China— podrÃa relegar a Puerto Rico a un segundo plano.
- Prejuicios y costos: Trump ha expresado preocupaciones sobre el costo económico de integrar a Puerto Rico, que aún lidia con una deuda reestructurada pero persistente y una economÃa frágil. En 2017, sugirió que la isla era un "desastre" antes del huracán, lo que indica una posible renuencia a asumirla como estado por razones fiscales o de imagen.
- Resistencia cultural: Aunque menos explÃcito en su segundo mandato, Trump y algunos de sus seguidores podrÃan ver el español y la identidad cultural puertorriqueña como incompatibles con su visión de América. Esto podrÃa generar oposición entre su base más nacionalista.
- Oposición demócrata: Aunque los demócratas han apoyado la autodeterminación de Puerto Rico, algunos podrÃan resistir la estadidad bajo Trump por temor a que refuerce el poder republicano a largo plazo, complicando el consenso bipartidista necesario.
Considerando su estilo de liderazgo impredecible pero pragmático, las posibilidades se dividen en escenarios:5. Estrategias para maximizar las posibilidades
- Escenario favorable: Si el PNP y la diáspora negocian hábilmente con Trump —ofreciendo apoyo polÃtico o alineándose con sus prioridades—, él podrÃa respaldar un proyecto de estadidad como un "logro histórico". Un plebiscito vinculante en 2026, aprobado por el Congreso republicano y firmado por Trump, podrÃa ser factible, especialmente si lo enmarca como una victoria sobre el "socialismo" del pasado independentista. Probabilidad: 30-40% en este mandato, dependiendo de la presión local.
- Escenario neutral: Trump podrÃa adoptar una postura pasiva, dejando que el Congreso lidere sin comprometerse activamente. Si el PNP y aliados como Marco Rubio (senador por Florida) impulsan legislación, Trump podrÃa firmarla si no percibe costos polÃticos significativos. Probabilidad: 50%, el camino más probable dado su historial.
- Escenario desfavorable: Si Trump ve a Puerto Rico como una carga económica o un tema divisivo para su base, podrÃa ignorar o vetar cualquier iniciativa de estadidad, manteniendo el statu quo. Esto serÃa más probable si surgen conflictos con lÃderes puertorriqueños o si otras crisis dominan su agenda. Probabilidad: 20-30%.
Para que la estadidad avance bajo Trump, el PNP y sus aliados necesitarÃan:Alinearse con su ego: Presentar la estadidad como un legado personal de Trump, quizás nombrando una ley en su honor (e.g., "Trump Statehood Act").6. Comparación con el contexto histórico
Enfasis económico: Demostrar que Puerto Rico, como estado, generarÃa crecimiento sin ser una carga fiscal, apelando a su enfoque empresarial.
Movilización de la diáspora: Presionar a través de votantes puertorriqueños en estados clave para que Trump vea beneficios electorales.
Evitar confrontaciones: Mantener una relación cordial con la Casa Blanca, evitando crÃticas que puedan provocar su rechazo, como ocurrió con YulÃn Cruz.
El contexto histórico —represión del independentismo, influencia cubana, declive del ELA— favorece a la estadidad más que en décadas pasadas, y Trump podrÃa capitalizarlo si lo viera conveniente. A diferencia de Truman, quien enfrentó un independentismo violento y optó por el ELA como solución intermedia, Trump opera en un momento donde la estadidad tiene apoyo popular (52.3% en 2020) y el independentismo está debilitado. Sin embargo, su enfoque personalista y pragmático contrasta con la cautela institucional de Truman, haciendo que las posibilidades dependan más de su cálculo polÃtico que de un compromiso ideológico.
Conclusión
Con Donald Trump en la presidencia en 2025, las posibilidades de estadidad para Puerto Rico existen pero no son garantizadas. El apoyo histórico y local está en su punto más alto, y el control republicano del Congreso ofrece una ventana de oportunidad única. Sin embargo, la voluntad de Trump es el factor decisivo: si lo ve como una ganancia polÃtica o un legado, podrÃa impulsarlo (40-50% de probabilidad en este mandato con presión adecuada); si lo percibe como un riesgo o una distracción, lo ignorará (50-60% de probabilidad de statu quo). Desde el contexto histórico, la estadidad es más alcanzable que nunca, pero con Trump, el éxito dependerá de cómo el PNP y la diáspora naveguen su personalidad y prioridades al 27 de febrero de 2025 y más allá.
Por: Grok/X
¿Interesante?
Mi conclusión:
Como ven, los independentistas no han sido efectivos desde los años cincuenta, no les ha funcionado el terrorismo, ni la retórica, ni el cabildeo en Washington, ni siquiera los congresista que influencian han logrado revertir el avance de la Estadidad, siempre ha prevalecido el "America First", eso que tanto le critican a Donald Trump.
Pero eso no significa que esté el terreno completamente fértil para lograr un Acta de Admisión o un plebiscito vinculante, algo que no se le ha exigido a otros estados, pero, a Puerto Rico sÃ, sino que depende de lo que hagan los puertorriqueños republicanos como la Gobernadora Jenniffer González, para convencer a Donald Trump de tomar alguna acción a favor del Movimiento Estadista, serÃa muy ingenuo pensar que los independentistas no planearán una estrategia para frenar o hacerle pensar a Trump que los puertorriqueños son sus enemigos, porque son demócratas socialistas, casi lo logró Carmen YulÃn, también depende de cabilderos republicanos desmentir a los enemigos de los estadistas.
El PNP tiene que tomar desiciones firmes con respecto a su apoyo al conservadurismo republicano, que no necesariamente es el religioso, este no deja de ser importante, me refiero al nacionalismo estadounidense que choca con el nacionalismo puertorriqueño que se ha convertido en cultural, en otras palabras, esa farsa de que si eres estadista no eres puertorriqueño sino un vendepatria.
Los Estadistas de todos los partidos tienen que ver la Estadidad como un instrumento para unirnos a un grupo de estados con diferentes culturas, incluÃda la puertorriqueña, la diferencia es, que todos esos 50 estados, ven a los Estados Unidos como su nación, honran esa bandera como suya y cantan el himno con orgullo y patriotismo. El insularismo nos ha hecho creer que con la Estadidad perderemos nuestra "puertorriqueñidad", eso también es falso, porque la Estadidad se trata de un sistema de gobierno con todo lo que eso conlleva.
2016
¿Qué sucederá con Puerto Rico
en estos próximos cuatro años?
A eso, no tenemos respuesta.
¿La tendrá Donald Trump?
Ojalá.
Such is Life!